¿Cómo evitar los gritos en casa? Esta es una pregunta común de muchas familias. Resulta que, lo que ha empezado como una conversación tranquila, puede convertirse de un momento a otro en una fuerte discusión llena de gritos.
A pesar de que esta situación se ha vuelto muy cotidiana, sí es posible disfrutar de cierto grado de tranquilidad en el hogar, al igual que es posible evitar los gritos que pueden ocasionar daños en la familia.
6 consejos prácticos para evitar los gritos en casa
Generalmente, los malentendidos y los gritos surgen por falta de buena comunicación en la familia y por no saber escuchar.
1.- Reconocer el problema
Es fundamental que los padres reconozcan que el estrés y el mal humor tienen un nivel elevado de incidencia cuando surgen los gritos. Pero la única forma de hacer frente a esa situación y cambiarla es ser razonable y reconocer el problema.
Seguidamente, debes buscar la solución y aprender a escuchar las diferentes opiniones de la familia.
2.- Adquirir un compromiso
Hacer un compromiso familiar para dejar de gritar y hablar con respeto puede ser la solución. Explicad a los pequeños y adolescentes del hogar que todos debéis aprender a no gritar, incluidos vosotros, los padres.
Pero cada uno necesita la ayuda del otro, por ello, debéis esforzaros y tener paciencia. Si lo hacéis así, pronto adquiriréis el hábito de hablar sin alzar demasiado la voz.
3.- Tomarte tu tiempo para tranquilizarte
Un apartado de la Asociación Americana de Psicología afirma que el enfado es una emoción humana totalmente normal y por lo general saludable. No obstante, lo que debes evitar es darle rienda suelta a la ira. Si sientes que estás a punto de explotar y que vas a gritarle a tu familia lo primero que se te ocurra, primero tómate un tiempo para calmarte.
Lo mejor es respirar profundo y dirigirte hacia un lugar de la casa sosegado hasta que te serenes. En un momento de ira esto no te resultará fácil, pero piensa que al esforzarte cesarán los gritos en el hogar.
4.- Antes de hablar, pensar qué decir y cómo decirlo
En vez de dar una respuesta con un tono de voz muy alto para callar a la otra persona, ¿por qué no te colocas en su lugar y escuchas sin atribuirle malos motivos? Evitar los comentarios sarcásticos o acusaciones hirientes permitirá que la otra persona apacigüe los gritos.
Además, es vital enseñarles a los niños a expresar sus emociones y frustraciones de manera calmada y sin la necesidad de gritar.
5.- Disculparse de inmediato
No permitas que los sentimientos negativos os hagan perder de vista el objetivo: evitar los gritos en casa. Si te has dejado llevar por la ira y has gritado a uno de los miembros de la familia, lo mejor es aceptar parte de la culpa y pedir perdón.
Por otro lado, si es tu hijo quien ha gritado, resiste el impulso de gritarle también. Responde con un tono calmado que lo tranquilice, da el ejemplo al hablar de forma apacible en un tono adecuado pero firme.
Puedes decirle que no lo escucharás hasta que deje de gritar. Además, deberás aceptar sus disculpas con paciencia.
6.- Evitar echar leña al fuego
Si ha sido un día difícil para la familia, cualquier chispa puede encender el fuego. Ante estas situaciones, evita los comentarios negativos que puedan hacer estallar los gritos y malentendidos. Busca un lugar o una actividad que calme los ánimos y te haga sentir mejor.
Disciplina a tu hijo sin gritar
Gritar a tu hijo después de que se ha portado mal puede parecerte la disciplina más rápida. Pero esta también puede ser la forma más rápida de agravar los problemas de conducta del niño, puesto que estarás enseñando al pequeño a manejar la frustración a través de los gritos.
Para evitar los gritos en casa, debes establecer reglas claras y sencillas que tus hijos puedan cumplir. Habla calmadamente con tus hijos sobre las reglas y utiliza recursos que los ayuden a recordarlas. Una buena idea es hacer una lista y colocarlas en un lugar visible.
Explicar con anticipación las consecuencias de no cumplir las reglas contribuirá al mejor comportamiento de los niños, especialmente si son adolescentes, pues en esta etapa suelen gritar más cuando se sienten frustrados.
Recuerda: parece que los gritos son inofensivos, pero pueden causar graves daños emocionales a la familia; para evitarlos en casa necesitarás auto-control, paciencia y empatía.
Bibliografía
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