7 claves psicológicas para que tu hijo coma

Si tu bebé no come lo suficiente o rechaza ciertos alimentos, hay mucho que puedes hacer para facilitarle la tarea. Te lo mostramos a continuación.
7 claves psicológicas para que tu hijo coma
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Elena Sanz Martín

Última actualización: 28 marzo, 2022

Una buena nutrición es fundamental para el adecuado desarrollo de los menores. Es por esto que la mayoría de los padres hacen tanto hincapié en lograr que sus hijos coman bien y variado. Sin embargo, esto no siempre se consigue y en su desesperación, los progenitores pueden recurrir a métodos que no son los más adecuados. Por este motivo hoy queremos proporcionarte algunas claves psicológicas para lograr que tu hijo coma.

Los problemas con la comida pueden ser de diversa índole. Es posible que el infante no ingiera suficiente alimento (en opinión de los padres), que rechace ciertos productos o que se niegue a introducir comidas nuevas. En todos los casos, conviene recordar que suele tratarse de dificultades transitorias relacionadas con el momento evolutivo y que es fundamental no perder la calma ni la sonrisa. Veamos qué es lo que sucede en estos casos.

¿Por qué tu hijo no come?

El hecho de que un niño no coma no necesariamente implica que tenga algún problema, ni que nunca vaya a comer como pretendes. Pueden existir diversas causas subyacentes que conviene conocer para actuar de la mejor manera.

En primer lugar, has de saber que las necesidades nutricionales varían en función del momento evolutivo.

Por ejemplo, al cumplir los 12-15 meses de edad la velocidad de crecimiento se ralentiza y por ende, el niño ya no necesita tanto aporte energético. Es posible que en estos momentos la progresión de la ingesta se reduzca y que los progenitores se preocupen o asuman que algo malo ocurre. En realidad, es un ajuste al proceso de crecimiento.

A partir de los cinco años el gasto energético se disparará de nuevo y el apetito del niño vuelve a aumentar. Por este motivo, debemos comprender y respetar sus ritmos.

Por otro lado, es común que el problema se encuentre en las expectativas poco realistas de los padres. Los infantes tienen un estómago pequeño y no suelen tomar grandes cantidades de comida. Lo que a tu juicio puede ser una ración normal quizá para tu hijo resulte excesivo y esto no significa que esté malnutrido. Consulta con tu pediatra antes de alarmarte.

Por último, el plano psicológico también tiene una gran relevancia en este aspecto. Cuando un niño se niega a comer es posible que esto se deba a que no se lo ayuda a desarrollar una buena relación con la comida. A continuación, te mostramos algunas pautas para revertir este efecto.

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Claves psicológicas para que tu hijo coma

Estas son algunas de las pautas que puedes implementar si consideras que tu hijo no come adecuadamente.

1. Respeta sus ritmos y procesos

Como hemos comentado, es importante que comprendas el momento evolutivo que atraviesa tu hijo y cuáles son sus requerimientos energéticos. Por un lado, no debes sobrealimentarlo y por otro, es necesario que permitas que se autorregule solo. Los niños son muy sabios para seguir las señales de su cuerpo: si no quiere comer más, probablemente se sienta saciado o le duela la barriga.

2. Permítele elegir

Tener en cuenta la opinión de los niños es una de las mejores formas de ayudarles a establecer una buena relación con la comida.

Puedes permitir que tu hijo escoja un alimento que no desea comer nunca (como salmón), siempre y cuando coma otros productos del mismo grupo. De igual forma, dale a escoger qué tipo de verdura, pescado o carne desea comer ese día. Esta sensación de control ayudará a reducir las resistencias.

3. Camufla los sabores

No todos los alimentos son igual de apetecibles para los niños y esto es comprensible. Por ello, no dudes en camuflar los sabores más amargos o desagradables con especias, condimentos u otros elementos que los hagan más apetitosos.

4. Crea platos atractivos

Puedes valerte del elemento visual para despertar el interés de tu hijo por comer. Crea platos vistosos y llamativos, con formas de animales, coloridos o diferentes. Esto les animará a probarlos y a consumirlos.

5. Involúcrale en la cocina

En la medida de lo posible, y siempre de una forma acorde a su edad, trata de involucrar a tu hijo en la preparación de los alimentos. Permite que te ayude para cascar un huevo, lavar las verduras o darle forma a las albóndigas. Cuando sienten que los platos son de su creación, los infantes se muestran más dispuestos a degustarlos.

6. Ofrece los alimentos de forma adecuada

La forma en la que ofreces la comida también tiene una gran relevancia.

Si vas a introducir un alimento nuevo (o uno que al niño le disgusta) escoge el momento del día en que esté más receptivo. Además, limítate a servirlo en pequeñas cantidades y acompañado de otros productos que le agraden.

7. No le obligues a comer

Esta es una de las principales claves psicológicas para que tu hijo coma, ya que se trata de un error que cometen la mayoría de padres. No obligues a tu hijo a comer ni lo chantajees, manipules o recrimines.

Al generar presión y conflictos constantes, los pequeños acaban por asociar la comida con emociones negativas y la situación solo empeora. En su lugar, refuerza su comportamiento cuando se animen a probar nuevos platos o coman adecuadamente e ignora las conductas inadecuadas. Un clima emocional relajado es el mejor modo de no perpetuar el problema.

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Dale tiempo a estas claves psicológicas para que tu hijo coma

Las anteriores recomendaciones, si se aplican con regularidad y constancia, pueden dar lugar a grandes cambios. Además, estos se producirán de una forma positiva para todos, sin dañar las relaciones familiares.

No obstante, la perseverancia es fundamental. No desesperes si los primeros días parece no ocurrir nada, pues ayudar a tu hijo a relacionarse sanamente con la comida es un trabajo que bien merece tiempo y paciencia.


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