¿Hasta qué punto deben ceder los padres con los hijos? Esta es una pregunta que se hacen muchos padres interesados en el bienestar de sus hijos. Conocer la respuesta es importante, pues es una manera de inculcar en los niños el respeto hacia la autoridad de sus padres.
¿Hasta qué grado deben ceder los padres con los hijos pequeños?
Los padres deben hacer saber a sus hijos que son ellos quien ejercen la autoridad y no los pequeños. Todo padre debe brindar apoyo y protección a sus hijos; sin embargo, esto no quiere decir que tenga que ceder a todos los deseos del niño.
De la misma manera, los padres no deben perder la autoridad frente a sus hijos. Debes ser tú quien tenga la última palabra, no los niños. Además, ni siquiera debes dar la impresión de que son los hijos quienes mandan en la casa.
A pesar de esto, los progenitores tienen que escuchar los puntos de vista de sus hijos. También tomar en cuenta que, a medida que crecen, necesitan tomar decisiones que los preparan para ser independientes en la etapa adulta.
¿Cuánto ceder con los hijos adolescentes?
Hay ciertos aspecto en los que deben ceder los padres con los hijos cuando son adolescentes. Durante esta etapa, los padres deben aceptar los cambios, los gustos y las opiniones de los jóvenes, pero sin perder su jerarquía.
Es importante la comunicación estrecha en estos años, puesto que los jóvenes deben tomar algunas decisiones con el apoyo de sus padres. Evidentemente, los hijos necesitan diferenciarse de los padres, en especial durante la adolescencia, para desarrollar su propia identidad.
Cabe destacar que los padres no deben ceder ante las peticiones de sus hijos si estas pasan por alto las normas impuestas por ellos. Se debe evaluar las circunstancias y las características de cada pedido en particular.
¿Qué tanto deben ceder los padres con sus hijos jóvenes adultos?
A esta edad, los padres deben ceder en gran medida el control que tienen sobre las decisiones de su hijo. No obstante, los jóvenes son inexpertos; es por ello que los padres deben proporcionarles su guía y sus sabios consejos.
Por otro lado, los padres deben estar prestos a escuchar sugerencias y opiniones de sus hijos jóvenes. Para que todos se adapten a esta nueva relación, es importante seguir manteniendo una comunicación fluida y abierta.
Principales errores que debilitan la autoridad de los padres
Los padres permisivos no corrigen a sus hijos cuando son pequeños y ellos se acostumbran a hacer lo que quieren. Un niño que no recibe disciplina de sus padres crece pensando que su padre no lo valora ni lo estima; por consiguiente, no respeta su autoridad.
Muchos progenitores cometen el grave error de ceder después de decir que no. El ‘no’ debe ser innegociable, salvo circunstancias extremas.
“Un niño que no recibe disciplina de sus padres crece pensando que su padre no lo valora ni lo estima. En tanto, el autoritarismo es el otro extremo de la permisividad”
Es por ello que, antes de decirle que no a tu hijo, debes pensarlo bien. Por ejemplo, si le dices que hoy no verá televisión, no debes ceder aunque el niño llore y suplique. En cambio, el ‘sí’ puedes negociarlo. Si le das permiso para ver televisión, puedes negociar con él qué programa y cuánto tiempo.
Los niños necesitan tener límites estables y referentes. Por tal motivo, las reacciones del padre y la madre deben estar siempre en la misma dirección, al menos delante del niño. Además, los estados de ánimo no deben influir en las reglas de la casa. Por ejemplo, si hoy está mal rayar la pared, mañana también.
El autoritarismo es el otro extremo de la permisividad. Es hacer que el niño obedezca sin saber el por qué de cada caso, criar a una persona sumisa, sin iniciativa y sin personalidad.
Al no cumplir las promesas ni las amenazas, el niño aprende que lo que dices es mentira. Esto le conduce a no respetar tu autoridad como padre.
Sugerencias para transmitir autoridad de forma positiva
Es primordial tener objetivos claros al educar y enseñar con claridad cosas concretas; es decir, darle instrucciones específicas, pero con cariño. Otro aspecto importante es darle tiempo al aprendizaje: el niño necesita atención y apoyo para seguir las instrucciones.
El proceso de aprendizaje de un niño no es fácil; por ello, los padres deben valorar sus esfuerzos por hacer las cosas bien. Para que el niño obedezca tu autoridad, debes dar el ejemplo en cuanto a tener coherencia entre las palabras y los hechos.
En conclusión, se necesita tener claro cuánto deben ceder los padres con los hijos. De esta manera, es posible educarlos responsablemente para que sean personas exitosas y, principalmente, de bien.