9 cambios de la piel durante la menopausia y cómo tratarlos

Es posible combatir aquellos cambios en la piel producto de la menopausia. Te contamos cuáles son estos cambios y qué puedes hacer para tratarlos.
9 cambios de la piel durante la menopausia y cómo tratarlos
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 24 julio, 2023

La menopausia es una etapa natural en la vida de una mujer que marca el final de la función reproductiva. Se caracteriza por cambios hormonales significativos y alteraciones hormonales que pueden afectar diferentes áreas del cuerpo, incluida la piel.

A medida que las hormonas fluctúan, la piel experimenta una serie de cambios que pueden resultar en problemas. Aquí te detallamos los cambios más comunes en la piel durante la menopausia y te brindamos consejos sobre cómo tratarlos.

¿Qué ocurre con la piel de las mujeres durante la menopausia?

Los primeros signos de envejecimiento de la piel comienzan alrededor de los 30 años de edad, cuando los niveles de estrógeno inician su descenso. Algunos de los cambios más frecuentes son: adelgazamiento de la piel, aparición de arrugas, hiperpigmentación y retraso de la cicatrización de heridas.

Pero eso no es todo, te detallamos todos los cambios que suceden en la piel de la mujer menopáusica a continuación.

1. Sequedad cutánea

Uno de los cambios más usuales durante la menopausia es la sequedad de la piel. La disminución de los niveles de estrógenos puede reducir la producción de mucopolisacáridos, ácido hialurónico y aceites naturales en la piel, lo que lleva a la pérdida de hidratación.

En un estudio publicado por la revista Mechanisms of Ageing and Development, se comenta que «la piel se ve muy afectada por todos estos cambios hormonales, lo que lleva a una disminución en el contenido de colágeno, contenido de agua, elasticidad y grosor, impactando en la calidad de todas las capas de la piel».

También se produce una disminución de la temperatura de la piel en algunas áreas del cuerpo. En consecuencia, para combatir la sequedad, es importante utilizar cremas hidratantes ricas en ingredientes como el ácido hialurónico y los lípidos.

Un estudio con mujeres en la posmenopausia publicado en la revista Menopauzalny, sugiere que el aceite de argán en aplicación tópica mejora la hidratación de la piel y ayuda a restaurar la función de la barrera cutánea, así como también a mantener la capacidad de retención de agua.

2. Arrugas y líneas finas

Con el envejecimiento y la disminución de la producción de colágeno, es común que aparezcan arrugas y líneas finas durante la menopausia. En un artículo publicado por la revista Dermato-Endocrinology, se describe la aparición de arrugas alrededor de la boca y los ojos, y en las líneas del entrecejo se observa un color de piel desigual.

En estos casos, el uso de cremas o sueros que contengan retinoides y antioxidantes pueden ayudar a reducir la apariencia de estas arrugas y promover la producción de colágeno.

3. Flacidez de la piel

La menopausia también puede provocar flacidez en la piel. Una investigación publicada en la revista American Journal of Physical Anthropology, detalla que el envejecimiento facial en las mujeres durante la menopausia se asocia a una cara más plana, tejidos blandos flácidos y caídos, pliegues alrededor de la nariz y labios más profundos.

Esto se debe a la pérdida de definición y abundancia de las fibras de elastina que brindan las propiedades necesarias para la elasticidad de la piel. Para contrarrestar este problema, se recomienda incorporar ejercicios de tonificación muscular y utilizar cremas reafirmantes que contengan ingredientes activos, como vitamina C, ácido ferúlico, colágeno y ácido hialurónico.

Es importante incorporar alimentos ricos en antioxidantes en la dieta, como frutas y verduras, para combatir la flacidez de la piel.

Un estudio publicado en la revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, sugiere que el resveratrol ofrece propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antienvejecimiento, además de protección contra la radiación UV. Por eso, puede ser un componente ideal para incluir en tu rutina de cuidado.

4. Sensibilidad cutánea

La sensibilidad en la piel es uno de los síntomas reportados en mujeres menopáusicas, lo que puede llevar a la aparición de enrojecimiento, picazón y sequedad.

Lo más recomendable es llevar a cabo una rutina de cuidado personal que incluya productos para la piel sin fragancias ni alcohol, así como evitar el uso de agua caliente al lavar el rostro.

5. Manchas oscuras

Las manchas oscuras, también conocidas como melasma o hiperpigmentación, son otro cambio común en la piel durante la menopausia. De hecho, estas hiperpigmentaciones pueden variar de acuerdo al fototipo de la piel y la exposición a la radiación ultravioleta.

El uso de protector solar diario con un alto factor de protección, así como la aplicación de cremas despigmentantes que contengan ingredientes como el ácido kójico y la vitamina C, puede ayudar a reducir la apariencia de estas manchas.

6. Acné adulto

Aunque la menopausia se asocia con la disminución de estos brotes de acné, algunas mujeres pueden experimentar acné adulto durante esta etapa debido a los cambios hormonales. Es importante utilizar productos suaves de limpieza facial y buscar la ayuda de un dermatólogo para un tratamiento adecuado.


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7.  Venas varicosas

Durante la menopausia, algunas mujeres pueden evidenciar la aparición de venas varicosas en las piernas. Además, aumentan las telangiectasias, que son pequeñas dilataciones de los vasos sanguíneos, en especial de los capilares, que se encuentran cerca de la superficie de la piel.

Un ensayo publicado en la revista European Journal of Vascular and Endovascular Surgery, explica que la menopausia podría ser un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades de las venas. Para reducir la incomodidad asociada a estas, se recomienda usar medias de compresión y elevar las piernas cuando sea posible.

8. Cuero cabelludo seco

El cuero cabelludo también puede verse afectado durante la menopausia, volviéndose más seco y propenso a la picazón. A su vez, los niveles reducidos de estrógeno pueden disminuir la densidad del pelo, incluido el vello corporal y púbico.

Utilizar champús suaves y acondicionadores hidratantes puede ayudar a mantener el cuero cabelludo saludable y reducir la sequedad. Además, es aconsejable evitar los tratamientos capilares agresivos como decoloraciones o permanentes.

9. Uñas frágiles

Durante la menopausia, algunas mujeres pueden notar cambios en la apariencia y calidad de las uñas, como la fragilidad y el adelgazamiento. Además, pueden aparecer distrofias ungueales, que son cambios anormales que afectan a las uñas en su textura, color, forma, entre otros.

Mantener las uñas cortas y utilizar productos fortalecedores puede ser útil para prevenir la rotura y mejorar su apariencia.

La piel en la menopausia y la importancia de la consulta médica

La menopausia puede desencadenar una serie de alteraciones en la piel debido a las fluctuaciones hormonales. Sin embargo, existen diversas medidas que se pueden tomar para tratar estos cambios y mantener la piel sana.

Es importante practicar una rutina de cuidado de la piel adecuada, protegerla del sol, seguir una dieta equilibrada y, en caso necesario, buscar el consejo de un dermatólogo. Con el cuidado adecuado, es posible conservar una piel radiante y saludable durante la menopausia.


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