5 beneficios de la lactancia materna en la boca del bebé

¿Sabías que la lactancia materna beneficia el desarrollo y la salud de la boca del bebé? Sigue leyendo y entérate aquí.
5 beneficios de la lactancia materna en la boca del bebé
Vanesa Evangelina Buffa

Revisado y aprobado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 19 enero, 2022

La decisión de amamantar a un niño aporta múltiples beneficios tanto a la criatura como a su madre. Un aspecto poco conocido de esta práctica es la influencia de la lactancia materna en la boca del bebé.

La calidad nutritiva de la leche materna, el aumento de la protección inmunitaria del niño y los lazos emocionales que se generan entre madre e hijo son algunos de los beneficios más populares. Pero, por si no lo sabías, la lactancia materna también repercute de manera positiva en la cavidad oral. ¡Entérate más!

Beneficios de la lactancia materna en la boca del bebé

La lactancia materna contribuye de manera positiva al correcto desarrollo de la boca del bebé. Además, puede evitar problemas a futuro, como la adquisición de hábitos deformantes y maloclusiones.

1. Favorece el correcto desarrollo orofacial

El mayor beneficio de la lactancia materna en la boca del bebé es a nivel funcional. Los movimientos y la fuerza que el niño realiza durante la succión del pecho favorecen al desarrollo de los maxilares y de los músculos orofaciales.

Cuando el bebé nace, el maxilar superior es más grande y está más adelantado que el inferior. Cuando se prende al pecho, los movimientos alimenticios ayudan a que la mandíbula avance a su posición correcta y la relación entre ambas arcadas sea normaliza.

El encaje apropiado de ambos maxilares, a su vez, favorece al desarrollo de una adecuada masticación y a la correcta ubicación de los dientes al erupcionar.

Según la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), los niños amamantados tienen un menor riesgo de padecer problemas de mordida y de usar ortodoncia en el futuro. De todos modos, esto no significa que si el niño se alimenta del pecho no vaya a necesitar frenillos, pues existen otros factores que pueden causar problemas oclusales en el futuro.

Además, la lactancia materna promueve el correcto desarrollo de la musculatura orofacial. Con ello, permite la adecuada ejecución de las funciones de succión, deglución y respiración del bebé.

Cuando el niño toma el pecho es necesario que realice mucha fuerza muscular para tomar el pezón y sellar los labios contra la piel de la mama. Esto provoca el vacío que permite la salida de leche y también su deglución. Es decir, que los movimientos de la lengua para ordeñar el pecho y tragar el alimento también le demandan un esfuerzo que no existe con el biberón.

Por eso la forma y la tonicidad de las estructuras orales puede resultar alterada en los niños que se alimentan exclusivamente con la mamadera.

2. Evita hábitos nocivos

nina duerme dedo pulgar en boca

Otro de los aportes positivos de la lactancia materna en la boca del bebé es que disminuye la instalación de hábitos perjudiciales para la cavidad bucal.

Por ejemplo, el uso prolongado de chupetes o del biberón y la succión digital son menos probables en niños alimentados con el pecho. Esto ocurre porque la lactancia materna satisface las necesidades orales, alimenticias y afectivas del bebé a través de la succión del pecho de la madre. Entonces, el infante no necesita compensar sus necesidades de succión no nutritiva con otros elementos.

Además, la lactancia materna facilita la respiración nasal del bebé y la colocación de la lengua en su posición fisiológica. De esta manera, el paladar adquiere su forma adecuada, lo que reduce las probabilidades de respirar por la boca y de sufrir apneas de sueño.

3. Aporta nutrientes esenciales

La leche materna le brinda a los pequeños todos los nutrientes que necesitan para crecer de manera adecuada. Los ácidos grasos, las proteínas y las vitaminas ayudan al niño a tener una buena salud bucodental.

Los nutrientes que aporta la lactancia materna son fundamentales para que los dientes que están en formación en el interior del hueso puedan desarrollarse. Pues el calcio, el fósforo y las proteínas contenidas en la leche materna son vitales para el proceso de mineralización de las piezas dentarias.

Además, el contenido de ácidos grasos de la leche de la madre reduce la inflamación y favorece a la salud de las encías y las proteínas fortalecen los músculos de la masticación.

Si bien el aporte nutricio puede suplantarse con leches artificiales, el fluido materno tiene la particularidad de adaptarse a las necesidades del niño. En ese sentido, la leche de la madre contiene todo aquello que su hijo requiere en ese momento para crecer y desarrollarse de manera adecuada.

4. Disminuye el crecimiento bacteriano

La leche materna promueve el desarrollo del sistema de defensas del niño. Algunos de sus componentes inhiben el crecimiento de varios microorganismos, lo que también se traduce en una menor proliferación de gérmenes en la boca.

La inmunoglobulina A, por ejemplo, se adhiere a las mucosas digestivas y las protege contra los virus y las bacterias. Además, el mismo hecho de lactar favorece a la secreción salival, un mecanismo de protección natural contra las bacterias.

5. Reduce el riesgo de caries dental

Tanto los niños alimentados con leche materna como artificial son susceptibles de sufrir caries en sus dientes. De todos modos, los pequeños que utilizan biberón tienen un riesgo aún mayor de padecer esta enfermedad.

La caries del biberón ocurre por las largas exposiciones de las superficies dentarias a bebidas con azúcar. Tanto la leche materna como la artificial contienen azúcares que, si no se eliminan con una higiene bucal adecuada, pueden originar la enfermedad.

El agregado de azúcar, endulzantes y otras bebidas dulces a los biberones es lo que hace a los pequeños alimentados de manera artificial más propensos a sufrir caries de la primera infancia. La permanencia de la tetina en la boca del bebé por largos períodos de tiempo también es un factor condicionante.

Pero como decíamos, dar la teta no evita el riesgo de que los dientes del bebé se enfermen. Comenzar con una adecuada higiene dental desde las primeras semanas de vida y cepillar los dientes tan pronto como erupcionen es decisivo. Los dientes del bebé deben quedar limpios y libres de azúcar, sobre todo antes de que el niño se duerma.

Como mencionábamos, el azúcar de la leche materna puede facilitar la pérdida de minerales del diente y favorecer las caries. Pero en su composición también existen elementos protectores que intervienen en la remineralización del esmalte y aumentan el pH salival.

Estas propiedades le otorgarían características anticaries que contrarrestarían la desmineralización. Si esta particularidad de la composición de la leche materna se combina con una correcta higiene dental, se reduce el riesgo de que las piezas dentarias se enfermen.

Acto de la lactancia materna

Una práctica beneficiosa para la boca

Existe sobrada evidencia sobre los beneficios que la lactancia materna aporta tanto a la madre como al bebé. El resultado de esta práctica se relaciona con mamás e hijos más saludables.

La composición de la leche en sí misma aporta un sinnúmero de efectos positivos en el niño que las fórmulas no pueden igualar. Pero además, la mecánica de la lactancia materna juega un rol fundamental para el desarrollo saludable de la boca del bebé.

El consejo sobre priorizar la alimentación con leche materna de manera exclusiva los primeros 6 meses del bebé y luego hasta los 2 años del niño es clara. Es importante que las tomas sean directamente del pecho tanto como sea posible y reducir el uso de biberón, aunque contenga leche materna extraída.

“OMS y UNICEF recomiendan que los niños inicien la lactancia materna en la primera hora del nacimiento y sean amamantados exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida, lo cual significa que no se les proporcionan otros alimentos ni líquidos, ni siquiera agua. Los bebés deben ser amamantados bajo demanda, es decir, tan a menudo como el niño quiera, día y noche. No se deben usar biberones, tetinas ni chupetes.”

-Organización Mundial de la Salud (OMS) y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)-

La manera en que el bebé utiliza sus labios, lengua, maxilares y músculos faciales para amamantar son claves para el desarrollo orofacial. Y estos movimientos no se logran con las mamaderas. Por ende, como habrás notado, los beneficios de la lactancia materna en la boca del bebé son otro de los tantos motivos para optar por ella.


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