Cualquier aprendizaje es un proceso continuo en el que vamos asimilando datos y una información determinada; posteriormente, la ‘archivamos’ en nuestro sistema mental. Conoce todo lo que debes saber sobre las bases cerebrales del aprendizaje en el siguiente artículo.
Todo este proceso de aprendizaje comenzará con la información entrando a través de cualquiera de los sentidos. Después, será almacenada en nuestro cerebro, para su posible uso posterior. ¿Qué nos pueden comentar los expertos sobre este proceso?
Aproximación a la neurociencia
Entendemos la neurociencia como un conjunto de disciplinas que analizan el sistema nervioso. Se trata de evaluar los mecanismos que hacen posibles los diferentes comportamientos cerebrales, así como la gestión de las reacciones del individuo.
Relación entre aprendizaje y neurociencia
El aprendizaje es la esencia de la existencia humana. El ser humano comenzó sus pasos en la Tierra aprendiendo a cultivar y labrar la tierra, a criar animales y todo lo demás para su propia supervivencia. Además, lo que es más importante: fue capaz de transmitir esos conocimientos a sus semejantes.
A pesar de los muchos avances que se consiguieron, el cerebro humano sigue siendo uno de los grandes misterios. ¿Cómo vamos adquiriendo los diferentes conocimientos?, ¿De qué manera funciona nuestra memoria? Son muchas las preguntas, y las respuestas se van obteniendo gota a gota.
En la neurociencia educativa, uno de los principales postulados es que, tanto en la vida real como en las aulas, la base para aprender está en la experimentación. Es decir, el conocimiento no se logra memorizando ni repitiendo, sino con experiencias y emociones.
En este sentido, se entiende a la inteligencia como un concepto multidimensional. En un entorno de aprendizaje similar, cada alumno puede recibir los códigos informativos y procesarlos en su mente de forma diferente.
Las emociones y otros procesos cognitivos
Unido a este proceso de aprendizaje y almacenamiento de información van otros procesos, como la atención, la memoria, las habilidades comunicativas y la motivación para aprender. Sobre todo este conjunto influirán las emociones que van sintiendo las personas que estén aprendiendo.
Analizaremos a continuación cada uno de estos procesos con influencia en las bases cerebrales del aprendizaje:
Comunicación
El primer elemento para poner en marcha la recepción de información es el de la comunicación. Para comunicarnos, utilizamos zonas diferentes de nuestro cerebro, así como mecanismos complicados de funcionamiento.
En la comunicación no solo consideramos el lenguaje oral en cualquiera de sus formas, sino también la expresión a través de gestos; esto es lo que podemos llamar el lenguaje no verbal.
Atención
La atención consigue que los niños se orienten hacia un aspecto concreto y se desentiendan (aunque sea un momento) del rico mundo de estímulos que los invade. Únicamente de esa forma conseguirán captar el mensaje que les transmite un nuevo aprendizaje.
Son varios los núcleos cerebrales que influyen en la atención. Se trata no solo de recibir los datos, sino de retenerlos para analizarlos en una primera visión rápida. Una vez considerada su importancia, otros núcleos del cerebro filtrarán lo que no se considere necesario y eso se rechazará.
“Uno de los principales postulados de la neurociencia es que, tanto en la vida real como en las aulas, la base para aprender está en la experimentación”
Motivación
Mediante la motivación, impulsamos a los pequeños a la acción en su proceso de aprendizaje. Con ella, los invitamos a actuar, aunque sea de una forma mental. Motivando conseguimos que los niños superen dificultades como el cansancio y puedan concentrarse.
Memoria
Con la memoria, los niños consiguen almacenar la información que han recibido en su aprendizaje para poder utilizarla en el futuro, sea inmediato o no. La memoria tiene diferentes grados y es una parte fundamental de las bases cerebrales del aprendizaje.
Las neurociencias están de moda
El análisis del funcionamiento del cerebro siempre está muy en boga. Se trata de dar explicaciones convincentes a las emociones, la vida en sociedad, la cultura y todo lo relacionado con la vida humana. Lógicamente, todo es analizado desde una visión neuronal.
Uno de los objetivos principales de la pedagogía y la neurociencia en la actualidad es la colaboración para optimizar el aprendizaje de los niños en edad escolar.
Entre las tendencias actuales, está lo que se denomina ‘pedagogía de la diversión’; es decir, el uso de la neurodidáctica para despertar la curiosidad en los aprendices. Con este recurso, de la curiosidad se pasará a la motivación, y de ahí al aprendizaje.
Así, a través de un entorno lúdico y con juegos didácticos, se potencia la creatividad en los niños, a la vez que se evita la sensación de agotamiento y también el temor ante el fracaso escolar.
Bibliografía
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