¿Cómo aplacar el orgullo de los niños?

Los niños muy orgullosos o soberbios comienzan a experimentar cambios importantes en su comportamiento. ¿Qué hacer para ayudarlos?
¿Cómo aplacar el orgullo de los niños?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 11 marzo, 2022

En muchas ocasiones el orgullo se hace presente en la vida de las personas. El caso de los más pequeños de la casa no es la excepción. Lo preocupante es cuando este sentimiento aparece de forma continua y comienza a cambiar de forma radical el comportamiento del niño.

El orgullo en los niños, un problema que nace en casa

Todos los seres humanos en algún punto de sus vidas muestran orgullo. Pero, ¿qué es el orgullo? Se define como el exceso de estimación hacia sí mismo, tanto físicamente como por los propios logros, méritos o capacidades.

Los niños también muestran orgullo, puesto que es una conducta natural del ser humano. Sin embargo, cuando comienza a presentarse de forma frecuente este sentimiento puede convertirse en una actitud de soberbia, arrogancia o vanidad.

Los niños muy orgullosos o soberbios comienzan a experimentar cambios importantes en su comportamiento. Estos suelen tener problemas con otros niños de su entorno e inclusive con adultos, debido a que muchas veces presentan un sentimiento de superioridad.

“Los niños orgullosos vuelven toscos e irritables, por lo que comienzan a tener problemas para relacionarse y ser aceptados por los demás”

El problema de este tipo de conducta es que suele desarrollarse como consecuencia del núcleo familiar. Es decir, en la mayoría de los casos los niños suelen copiar el comportamiento y actitudes de los padres, abuelos o demás familiares que se encuentren presentes de forma constante en la vida del niño.

El orgullo provoca que muchas veces nos enfademos sin motivo.

¿Qué hacer para evitar el orgullo en los niños?

La principal medida que se debe tomar para evitar el desarrollo del orgullo en los niños es una revisión exhaustiva del comportamiento de los miembros de la familia.

Tal y como indican expertos en la materia, los niños suelen imitar este tipo de comportamientos. Si no ocurre un cambio en la actitud de los padres y demás miembros, las posibilidades de que el niño controle su orgullo serán muy escasas.

Resaltar la importancia de todas las emociones

Es fundamental que los padres guíen a sus hijos, y en ese proceso es importante que les expliquen la importancia de las emociones. Sentir rabia y tristeza es tan necesario como sentir alegría. Pues bien, lo mismo ocurre con el orgullo.

No está mal sentirse bien por los logros y méritos obtenidos a través del esfuerzo. Sin embargo, cuando se vuelve algo repetitivo y se convierte en soberbia es un problema. En el equilibro radica la clave del éxito y del bienestar.

Autoridad

Si los padres no quieren fomentar el desarrollo de actitudes como la soberbia, es importante que no cedan ante posibles rabietas del niño. Si un padre complace siempre a su hijo y cede ante los berrinches, no le estará enseñando verdadero respeto y límites al niño.

Mostrar que todo acto tiene consecuencias

Otra enseñanza que es importante resaltar es la de las consecuencias. Es importante que el niño tenga muy claro que todo acto tiene una consecuencia, especialmente si se trata de una actitud negativa.

Por ejemplo, si como consecuencia del orgullo el niño ofende o hace daño a otra persona, debe ser reprendido.

Los padres deben tratar de eliminar el orgullo en los niños.

Buscar ayuda

Si finalmente y pese a hacer todo lo posible para que el niño no desarrolle de forma exagerada su orgullo esto ocurre, lo más recomendable es pedir ayuda.

Los psicólogos son los profesionales más indicados para indagar el por qué de esa actitud del niño. Así como también son quienes puede orientar a los padres en todo este proceso.

La educación en casa es la clave

El comportamiento y las actitudes de los padres serán claves para el buen desarrollo del niño. El ejemplo comienza desde la casa, y es por ello que se debe cuidar muy bien lo que se dice y cómo se dice delante de los hijos.

Reforzar las actitudes positivas y hacer notar las que son negativas son algunos de los aspectos fundamentales en la crianza de los niños.

Aplacar el orgullo de los niños no debe resultar una tarea muy complicada, siempre y cuando los padres se comprometan de lleno a un cambio en sus propias vidas. Con paciencia y mucho afecto se puede lograr un cambio en el comportamiento de los niños.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.