Anemia en bebés: causas, manifestaciones y posibles tratamientos

La anemia en bebés puede registrar múltiples causas. Conocerlas nos permitirá implementar un mejor tratamiento.
Anemia en bebés: causas, manifestaciones y posibles tratamientos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 16 abril, 2024

La anemia es la disminución de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre o bien cuando la hemoglobina, que es una proteína de color rojo que transporta oxígeno, se encuentra por debajo de los valores normales para la edad. Cuando la anemia se presenta en bebés, adquiere especiales consideraciones.

Causas de la anemia en bebés

Según información proveniente de la Sociedad Argentina de Pediatría, “hay varios tipos de anemias, pero la más frecuente en todo el mundo, y especialmente en los niños, es la llamada anemia ferropénica o anemia por falta de hierro, generalmente causada por dietas que contienen pocas proteínas animales y vegetales: carnes rojas y blancas, verduras de hoja verde y leguminosas”.

Hay periodos así en la vida que –según la misma fuente– vuelven a las personas más vulnerables para tener anemia: el primer año de vida, la adolescencia y el embarazo. En líneas generales la anemia puede ser causada por una rápida degradación de glóbulos rojos, una gran pérdida de sangre o porque la médula ósea no produce suficientes eritrocitos o glóbulos rojos.

La anemia después del parto puede llevar a consecuencias secundarias más graves.

Paralelamente, en recién nacidos muy prematuros, el descenso en el número de glóbulos rojos puede ser mayor. La anemia de la prematuridad afecta con más frecuencia a los niños cuya edad gestacional –tiempo de permanencia en el útero después de la fecundación del óvulo– es inferior a 32 semanas, y a los que han pasado muchos días hospitalizados.

A no perder de vista

Es de importancia destacar que la anemia en bebés, así como la deficiencia de hierro que aún no ha sido diagnosticada,  son problemas graves que pueden perjudicar el desarrollo y la vida del niño. Puede afectar la actividad cerebral y la capacidad cognitiva, incluyendo el desarrollo del lenguaje, el desarrollo motor y la coordinación.

Sin que esto implique estar excesivamente preocupados por el tema, es de importancia hablar con los profesionales a cargo del cuidado de la salud de un niño para evitar la aparición de anemia.

Tratamientos para la anemia en bebés

Una vez se haya concretado que la causa de la anemia es la deficiencia de hierro, el tratamiento consiste en su administración: en gotas, jarabe o comprimidos, según la edad del paciente. El pediatra determinará la dosis adecuada y la duración del tratamiento de cada paciente que, generalmente, no es menor a 3 meses.

Autoadministrar medicamentos nunca es adecuado y, en este caso, con suplementos de hierro sin asesoramiento del pediatra, no es recomendable. Por consiguiente, estos medicamentos no deben ser ingeridos sin prescripción y seguimiento médicos.

Bebé con anemia recibiendo vitaminas.

¿Cuál es la mejor forma de prevenir la anemia en bebés?

Es esencial la consulta profesional para la prevención de la anemia. Paralelamente, hay que prestar atención a:

  • Una correcta alimentación, que comienza con fomentar la lactancia materna, el suplemento de hierro en forma de gotas todos los días, acompañando el suplemento de vitaminas como A, D y C, recomendado por los pediatras.
  • Es aconsejable el consumo de alimentos ricos en hierro, fundamentalmente las carnes rojas –bien cocidas– o vegetales, como la espinaca, el brócoli y las lentejas que, según la edad del niño, deben ser procesadas para evitar el peligro de ahogamiento.
  • Recordar la ingesta de cítricos y alimentos ricos en vitamina C que favorecen la absorción del hierro, y la utilización de leches fortificadas con hierro que, si bien no son suficientes, pueden contribuir en el aporte de este elemento.

En resumen

“Consumir alimentos saludables es la manera más importante de prevenir y tratar la deficiencia de hierro”, según expone el estudio de Medlineplus.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.