4 alimentos con riesgo de atragantamiento

Te vamos a mostrar cuáles son los alimentos que pueden causar atragantamiento en los niños pequeños para que evites ofrecérselos.
4 alimentos con riesgo de atragantamiento
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 28 abril, 2022

Existen algunos alimentos que implican un alto riesgo de atragantamiento y por eso, hay que prestar especial atención con ellos hasta que el reflejo deglutorio del niño sea completamente eficiente. Pues un descuido al momento de la alimentación podría poner en peligro la vida del infante.

Para no cometer errores con relación a este asunto, conviene leer con atención las tablas de introducción de comestibles en el contexto de la alimentación complementaria.

Además, adecuar las presentaciones y las preparaciones de ciertos comestibles “peligrosos” para no tener que prescindir de ninguno de ellos de manera absoluta. Cabe destacar que una carencia nutricional o energética en este momento de la vida también podría afectar el organismo y la salud del pequeño.

Alimentos con riesgo de atragantamiento

La alimentación complementaria es un momento de aprendizajes. Es el primer contacto con el mundo culinario y la puerta de entrada hacia los hábitos saludables.

Dejar a los infantes experimentar con sus manos y descubrir solitos sus gustos y preferencias es un gran estímulo. No obstante, requiere de mucha atención, dedicación y presencia por parte de los padres o cuidadores. Tanto en la elaboración de las comidas como en el momento de ofrecérselas a los niños.

A continuación, vamos a enseñarte algunos alimentos con alto riesgo de atragantamiento. Muchos de ellos no se deben ofrecer a los niños hasta los 4 o 5 años para evitar accidentes. Pero otros, pueden incluirse en la pauta si se adecúa la elaboración y la manera de ofrecérsela a los pequeños. ¡Apunta!

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La introducción de alimentos es un proceso que debe llevarse adelante con dedicación por parte de los cuidadores. Ya sea en la selección, como en la elaboración y en la oferta de los alimentos.

1. Frutos secos enteros

Los frutos secos son alimentos de altísima calidad, pues contienen algunas proteínas y grasas esenciales para mantener un buen estado de salud. Algunas de estas últimas, como los aceites omega-3, han demostrado contribuir con el funcionamiento del sistema cardiovascular y reducir la inflamación.

Sin embargo, por sus características organolépticas, los frutos secos enteros pueden producir atragantamientos con gran facilidad. Al tratarse de comestibles duros, son difíciles de masticar y de manejar dentro de la boca. Sobre todo, si pensamos en la de un infante.

Para evitar este problema sin prescindir de sus nutrientes, se puede optar por elaborar preparaciones aptas, como las cremas de frutos secos, o molerlos e incluir sus harinas en un budín o tarta.

Un último dato acerca de los frutos secos es que son bastante alergénicos y por este motivo, deben introducirse en la pauta de los bebés con ciertas precauciones. Consulta con tu pediatra antes de incorporarlos para que te asesore de la mejor manera.

2. Gominolas

Por su tamaño, consistencia y textura, las gominolas y los chicles podrían generar atragantamientos en los más pequeños. Además, son productos que no aportan ningún beneficio en lo que a nutrientes se refiere. De hecho, contienen una cantidad excesiva de azúcares simples, lo cual incrementa el riesgo de patologías metabólicas cuando se consumen de manera frecuente.

Nuestra recomendación es que las evites todo lo que sea posible y en caso de ofrecérselas a tus niños, supervísalos en todo momento mientras las ingieren.

3. Zanahoria cruda

Aquellos alimentos que se ofrecen sin cocinar deben tener una consistencia blanda, para ser fácilmente masticados por los pequeños antes de tragar.

Algunos comestibles, como la zanahoria o la manzana cruda, así como los trozos de carne duros, requieren de mucha coordinación de las estructuras de la boca y de un enorme trabajo muscular para elaborar el bolo alimenticio. Esto hace que los niños se cansen e intenten deglutir antes de tiempo, lo que aumenta el riesgo de que estos trozos de comida vayan a parar a la vía aérea.

A fin de evitar complicaciones, ofrece estos vegetales cocidos (al vapor o hervidos) para ablandarlos y en el caso de las carnes, opta por cortes más tiernos y menos fibrosos.

4. Uvas

Las frutas están recomendadas en la dieta desde el primer momento. Sin embargo, algunas de ellas pueden favorecer a los atragantamientos, debido a su redondez, a su pequeño tamaño o a la presencia de pepitas en su interior. Por ejemplo, las uvas, las arvejas y los tomates cherry.

Para evitar este problema, se pueden ofrecer pelados, cortados al medio y sin pepitas. 

Además de evitar los comestibles potencialmente peligrosos, es fundamental que los padres estén familiarizados con los primeros auxilios.

¡Cuidado con los alimentos con riesgo de atragantamiento!

Como has visto, existe una serie de alimentos con riesgo de atragantamiento con los que hay que ser cautos, para no poner en riesgo la salud de tus niños. Según el comestible, lo mejor será evitarlos o adecuarlos hasta que sean capaces de manejarlos correctamente en la boca.

Para terminar, ten presente que cuando el objetivo es cuidar el buen funcionamiento del organismo hay que plantear una pauta dietética variada, completa y con predominancia de alimentos frescos. Estos cuentan con nutrientes de alta calidad que pueden beneficiar el desarrollo y el crecimiento de tus hijos, mucho más de lo que crees.


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