Actividades para niños hiperactivos

Actividades para niños hiperactivos
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 15 abril, 2020

Los niños hiperactivos pueden tener serios problemas de conducta. En casa están inquietos en todo momento y en el colegio vuelcan la tranquilidad de la clase. Parece como si no hubiera actividad o nadie en el mundo que los mantuviera relajados y entretenidos durante algunos minutos.

Los pequeños que tienen hiperactividad suelen alterar el equilibrio de un grupo de niños y tornarse hasta molestos para aquellos que quieren leer, dibujar, o jugar en paz y a su tiempo.

Para los maestros significan un verdadero dolor de cabeza, en la vecindad pueden ser motivo de quejas y las visitas a cualquier lugar más que tiempo de ocio, son tiempos de dura faena controlando su conducta.

Con el objetivo de ayudarte a mantener “controlado” a tu hijo hiperactivo, nos dimos a la tarea de redactar este artículo ofreciéndote algunos ejercicios que puedes ofrecerle en casa.

Armar rompecabezas

El rompecabezas “rompe” la hiperactividad de un niño. Siempre y cuando la imagen a armar le interese en algún sentido él querrá dedicarle unos minutos.

Ahora bien, una de las características de un niño hiperactivo es que el centro de su atención puede cambiar con cierta ligereza y de pronto, luego de las primeras tres fichas colocadas la figura a conformar puede dejar de serle curiosa.

El lanzarlas hacia la calle o zambullirlas en la tina llena de agua, es posible que le resulte más divertido.

Es por eso, estimada mamá, que si tienes un hijo hiperactivo y decides ofrecerle un rompecabezas para armar no debes confiar completamente en la magia de la actividad y dejarlo solo.

Tómate un tiempo junto a él para comentarle acerca de lo atractivo de la imagen que están conformando, sus colores, cómo van a enmarcarla después y colgarla en su habitación, o si van a obsequiársela a papá como regalo de cumpleaños.

Resumiendo: Aun cuando le ofrezcas un ejercicio que para otros puede ser sumamente relajante, recuerda que tu niño necesita de muchos incentivos para mantenerse atento e interesado.

Además de los paisajes, figuras de animales o cualquier otra imagen, los rompecabezas de figuras geométricas suelen ser muy buenos para estos pequeños.

Dibujar patrones

Dibujar patrones, grecas, series, como también se les conoce, puede poner un poco de calma en tu hijo.

Invítalo, por ejemplo, a cambiar la decoración de su habitación dándole un toque más personal a la misma.

Dibuja grecas u otros patrones alrededor de su cuarto, digamos, en la parte inferior de las paredes, casi pegando al piso. Para eso hazte de una plantilla y márcala por todo el sitio.

Cuando tu hijo llegue del cole pídele que te ayude. Que tome pincel y tempera de color negro, por ejemplo, y dibuje junto a ti.

Esto le ocupará parte de la tarde y puede que también algunos días.

Realizar ejercicios físicos entretenidos

Los ejercicios físicos pueden ayudarle a quemar esas energías extras que tiene. Aprovecha también para entrenarte y convídalo a jugar béisbol, baloncesto o futbol en tu patio trasero.

Colaborar en casa

Las tareas domésticas ocupan un tiempo precioso en la vida de los niños hiperactivos.

Aquellos que dedican algunas horas a ayudar a poner y retirar la mesa, o a colaborar con el arreglo de la cerca, se sienten satisfechos y útiles.

Estimula la satisfacción personal de tu niño, muéstrale lo que vale, edúcalo, hazlo sentir orgulloso de sí mismo dándole tareas, responsabilidades que deberá cumplir dentro de casa para su bienestar y el de quienes le rodean.

Consejos para las madres de niños hiperactivos

Mamá, a un menor hiperactivo hay que tenerle paciencia. Tu hijo necesita de más ejercitación que cualquier otro niño para gastar las energías que tiene.

No lo llames ni le expliques las cosas a gritos. Háblale en voz baja y con ecuanimidad.

Por nada del mundo seas violenta: ni verbal ni físicamente con él.

No lo critiques o lo compares con sus compañeros.

Bríndale todo tu amor, sobre todo en los momentos de más hiperactividad.

Explícale por qué está mal que actúe de esta u otra manera y las consecuencias que tiene su conducta.

No le eches siempre la culpa a su hiperactividad. Los niños son curiosos, aventureros, exploradores por excelencia. Cuando pienses que es su hiperactividad quien está “haciendo de las suyas” tómate un momento para valorar si no se trata del comportamiento que, a esa edad, puede tener cualquier otro niño.

Dedícale tu tiempo. No dejes su crianza a merced de otros. Él es tu hijo, tú eres quien mejor va a educarlo.


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