Actividades extraescolares, ¿beneficiosas?

Realizar actividades extraescolares puede ser muy beneficioso para el desarrollo físico, emocional y social de los niños. Siempre y cuando se tengan en cuenta algunos factores.

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 marzo, 2020

Cada vez es más común que los niños acudan a actividades extraescolares a diario. Es una práctica que ofrece muchos beneficios, pero que últimamente también ha generado cierta preocupación en los especialistas, debido a que los niños pueden pasar muchas horas ocupados y sin el descanso recomendado.

Por lo general las investigaciones sobre el verdadero beneficio de estas actividades se basan en las experiencias familiares. Ya son los padres quienes están en capacidad de reconocer si su hijo está realmente aprovechando su nueva tarea.

Además, se debe tomar en cuenta que los beneficios varían de niño en niño. No todos reaccionan de la misma manera, por lo que algo que es adecuado para uno quizá no lo sea para el otro.

Los beneficios de estas actividades dependen de ciertos factores. Por ejemplo de la moderación con que se hacen y la elección adecuada de las misma. Por ello se recomienda a los padres seleccionar con atención la actividad en la cual van a inscribir a sus hijos, así como la cantidad de tiempo que dedicará a esta.

Para elegir correctamente, hay que observar los intereses y las habilidades del menor. Algunos niños son deportistas, otros artistas, otros académicos… En este sentido, también es importante que los propios niños elijan lo que quieren hacer, sin presión de los padres.

¿Son beneficiosas las actividades extraescolares?

Una actividad apropiada puede traer muchos beneficios a los niños y contribuir positivamente en su crecimiento. De igual manera estas prácticas pueden motivar la vocación profesional desde la infancia. Pues lleva a los niños a desarrollarse en lo que será su futura experiencia.

Principales beneficios de las actividades extracurriculares:

• Favorece el buen desenvolvimiento social del niño más allá de la familia y la escuela.
• Fomenta el descubrimiento y aplicación de valores como la tolerancia, cooperación y respeto.
• El niño comienza a desenvolverse en torno a reglas de comportamiento y disciplina distintas a las del hogar. Algo útil para que comprenda que en todo lugar es preciso tener una conducta adecuada.
• Permite el desarrollo de una actitud competitiva, lo que lo motiva a mejorar sus habilidades cada día.
• Provee un ambiente para el disfrute y la diversión de los pequeños, porque van a estar ocupados y fuera de casa.
• Las actividades deportivas y culturales contribuyen a una formación integral. Es decir, permiten al niño comenzar a desarrollarse en diversos aspectos.
• Siempre que se vigile el descanso correcto y el momento para compartir en familia, estar en estas actividades le permite al niño drenar energía y liberar el estrés.
• Ayuda con la organización de los horarios del niño, algo que le permite tener conciencia de las tareas diarias y el tiempo que dispone para ellas.
• La práctica deportiva mejora la relación de igualdad entre los niños, lo que equivale a menos peleas y enfrentamientos en la escuela y con los hermanos.

• Contribuye a evitar que los niños realicen acciones riesgosas en su tiempo de ocio. Practicar actividades extraescolares previene que pasen largos periodos de tiempo sin saber que hacer, algo que podría llevarles a meterse en problemas.
• En el caso de la práctica deportiva, también contribuye al mejoramiento de su coordinación, la condición física, flexibilidad y psicomotricidad. Por su parte, las actividades artísticas favorecen el crecimiento de la imaginación, la comunicación y las destrezas visuales y manuales.
• Favorece la autoestima alta y ayuda a vencer la timidez y la inseguridad, pues genera la confianza en sí mismos y en sus capacidades.

Una decisión personal

Como vemos, las actividades extraescolares proporcionan numerosas beneficios para el desarrollo físico, psíquico y social del niño. No obstante, cuando se realiza una elección inadecuada de las mismas estas ventajas pueden convertirse en prejuicios.

Por tanto es imprescindible tener en cuenta la opinión y los deseos del menor. Tanto a la hora de elegir iniciar una actividad como cuando su exprese su deseo de abandonarla o sustituirla por otra. Los pequeños tienen derecho a probar y explorar, dado que aún no tienen sus gustos completamente establecidos.

En cualquier caso ha de tratarse de actividades que resulten agradables y satisfactorias para el menor. Y siempre debemos recordar que también es necesario dejar tiempo para el juego libre. Por lo que no es recomendable saturar a los niños de actividades.