Por lo general, las palabrotas no son bien vistas, incluso si las dice un adulto. Sin embargo, parece que estas suenan todavía peor cuando salen de la boca de niños pequeños. Y aunque la mayoría de padres está de acuerdo en que no es adecuado que sus hijos se expresen vulgarmente, esta costumbre se ha vuelto cada vez más común entre niños y adolescentes. Hay maneras de combatirlas, aprende cómo.
Uno de los motivos que explica por qué los niños cada vez más dicen palabrotas es que forman parte de un público que está cada más expuesto a cientos de vídeos publicados en redes sociales, cuyos contenidos no son regulados por casi nadie.
La cantidad y la velocidad con la que ahora viaja la información hace cada vez más difícil el rol orientador de los padres respecto al lenguaje y los modelos a los que están expuestos sus hijos cuando usan sus computadoras.
Y aunque ciertamente ningún padre del mundo puede estar vigilante, las 24 horas del día, de lo que ve y hace su hijo, existen algunas estrategias que puedes tomar para cuando tu hijo diga palabrotas, muchas de ellas te ayudarán a limpiar, sin violencia, su vocabulario.
Consejos para cuando tu hijo diga palabrotas
Trata de averiguar de dónde provienen
Antes de censurarlo, pregúntale con calma e interés ¿por qué dijo esa palabra? o, ¿dónde la escuchó? A veces los niños y los adolescentes buscan llamar la atención diciendo palabrotas, lo cual es una actitud que puedes corregir de manera serena. Trata de conservar la calma, pues si le respondes escandalizándote o enojándote, puedes lograr el efecto contrario y hacer que se aferre a este tipo de conducta.
Intenta regular el tiempo que tu hijo se expone a ambientes tóxicos
Si tu hijo ya dice malas palabras bien sea porque las escucha en la televisión, en las películas, o porque en los videojuegos hay un personaje que las dice, entonces considera reducir el tiempo que le dedica a este tipo actividades; y reemplázalas por actividades menos contaminantes.
Da el ejemplo desde casa
Esta es una de las premisas más importantes de la educación respetuosa. Debes prestar especial atención a las malas palabras que tú o tu familia dicen en presencia de tu hijo, pues será difícil explicarle que no puede decir malas palabras si tú u otros familiares las dicen. Hay que trabajar las enseñanzas desde el ejemplo.
Háblale sobre las malas palabras
Si tu niño ya dice malas palabras, entonces elige un momento en el que te encuentres tranquilo y dedícalo a explicarle que esas palabras pueden ofender mucho a las personas que le escuchan.
Si dice malas palabras porque se siente frustrado o enojado, demuéstrale que entiendes lo que él siente y háblale sobre otras maneras en las que puede manejar sus emociones y frustraciones, tales como el uso de la inteligencia emocional.
Fortalece la comunicación dentro del hogar
Lo más importante frente a cualquier situación o problema que debas resolver dentro de tu casa es que les enseñes a tus hijos a escuchar, y que tú también los escuches y pongas real atención a lo que dicen.
Los niños que están acostumbrados al dialogo abierto, se crían en una familia en la que se suele conversar sobre cualquier tipo de temas sin que se griten ni insulten unos a otros, aprenden a comunicarse de manera más efectiva. Un niño criado en este ambiente, difícilmente hará algo que esté censurado en el seno familiar y que nadie hace.
Pon reglas y explícale las consecuencias de decir palabrotas
La primera vez que tu hijo diga palabrotas, comunícale claramente que no está bien hacerlo y explícale qué consecuencias tendrá en el futuro por expresarse así.
En el caso de los niños pequeños, una de esas consecuencias puede ser la pérdida de un privilegio, tal como disminuir el tiempo que dedica para mirar la televisión o para usar la computadora. Advertirles sobre ello debe ser motivo suficiente para hacerlo reflexionar.
Sé firme con el niño si no cumple las reglas
Si el niño sigue repitiendo las palabrotas, pese a fue advertido de que tendría un castigo, asegúrate de aplicarle los correctivos de los que le hablaste. No hables solo por amedrentar o asustar ya que el niño sabrá que es débil para aplicar los correctivos y se aprovechará de eso.
No sobrerreacciones ni te airees
Mantener la serenidad y la calma será clave al momento de sentarte con tu hijo a hablar sobre su vocabulario. Hay que tratar de recordar que, aunque cometieron una falta grave, son pequeños y algunas veces solo pretenden jugar o llamar tu atención. Ten en cuenta que si tu reacción es enérgica el niño repetirá el comportamiento para lograr siempre esa reacción en ti.
Explica qué palabras son inaceptables
Lo ideal es lograr que tus hijos entiendan cuáles son esas palabras inadecuadas y por qué deben evitar usarlas. Lo ideal es que hagas esto justo en el momento en que las dicen, y de no ser así, trata de que la explicación no sea muy distanciada del hecho concreto, así cortarás las evasivas de parte del niño.
Bibliografía
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- Healthy Children staff. (n.d.). Decir palabrotas o groserías. American Academy of Pediatrics. https://www.healthychildren.org/Spanish/family-life/family-dynamics/communication-discipline/Paginas/Swearing.aspx