Muchos niños tienen desde corta edad caspa en su pelo. La caspa es una afección muy frecuente tanto en niños como en adultos, independientemente de su edad. No se trata de ninguna enfermedad y suele tener fácil remedio, pero resulta incómoda y antiestética para muchos niños y adultos.
La caspa se suele reconocer en el niño cuando aparecen escamas de piel blanca o amarillenta sobre el cuero cabelludo. Los bebés pueden presentar también una serie de escamas que se denominan costra láctea. Esto también se puede evidenciar porque aparece acompañada de enrojecimiento de las zonas afectadas e, incluso, aparición de costras y picazón (que a veces puede ser muy intensa e incómoda).
Aunque muchos piensen lo contrario, es necesario aclarar que la caspa no es contagiosa ni indica una falta de higiene. De hecho, en algunos casos proviene de un uso excesivo y constante de champús, suavizantes y otros productos para el cabello.
Normalmente se puede mejorar con el uso diario de un champú suave. Solo en casos especiales hay que recurrir a un champú o crema especial que nos aconseje el pediatra o el especialista.
Causas más habituales
La causa más común de la caspa es una producción excesiva de la grasa propia de la piel por parte de las glándulas sebáceas y los folículos pilosos. También existe un tipo de levadura u hongo que se llama Malassezia y que puede crecer en el sebo junto con las bacterias.
Una de las causas más frecuentes de la caspa en niños es la dermatitis seborreica. De hecho, la Asociación Española de Pediatría establece que representa el 13 % del los motivos de consulta en los niños menores de 1 año. Esta enfermedad suele acompañarse de enrojecimiento del cuero cabelludo y picazón.
Las escamas asociadas a la caspa a veces pueden estar provocadas por afecciones distintas de la seborrea como: la piel seca (debido a la exposición al frío extremo) o enfermedades de la piel (como el acné o la psoriasis). También suele aparecer cuando lavamos el pelo con demasiada frecuencia o con productos agresivos para el pelo o si lavamos muy poco el pelo.
Normalmente este problema no requiere acudir al pediatra, sino que mejora rápidamente con un champú suave de uso diario o un champú anticaspa. Si esto no sucede tendrás que acudir al pediatra o al especialista.
6 consejos para eliminar la caspa
- Intenta cepillar el cabello del niño todos los días y sobre todo antes de lavar el cabello con champú para eliminar las escamas visibles. Con solo seguir este consejo mejorará seguro el problema.
- Utiliza un champú suave de uso diario que podrás encontrar en tu tienda o supermercado de preferencia.
- Si la caspa no desaparece consulta con el pediatra para ver si le puedes dar champú específico para la caspa de los que existen en el mercado y se venden en farmacia.
- Si la caspa no desaparece consulta con el pediatra para ver si le puedes dar champú específico para la caspa de los que existen en el mercado y se venden en farmacia.
- En la actualidad hay una gran variedad de champús anticaspa como los de sulfuro de selenio, piritionato de zinc, ácido salicílico, brea o de ketoconazol. Consulta al pediatra o especialista antes de elegir alguno de estos productos. También es aconsejable lavar el pelo del niño dos veces a la semana intercalando el champú suave con el anticaspa.
- Intenta no usar acondicionadores, mascarillas o productos grasos que puedan ayudar a la creación de más caspa. Estos productos pueden resultar agresivos para el cabello y también para el cuero cabelludo de tu hijo.
- Una buena idea es hacer masajes capilares con el propio champú o incluso con aloe vera. Lo ideal es hacer estos masajes con el aloe vera y luego aclarar con agua para luego echar el champú y volver a aclarar con agua. Las propiedades del aloe vera están en el gel que se extrae de su hoja. El aloe vera resulta muy efectivo si lo aplicamos en el cuero cabelludo, ya que actúa expulsando las bacterias y los depósitos de grasa que obstruyen los folículos pilosos.
- También se puede colocar (antes del champú) un poco de aceite de lavanda, ya que este suele frenar la producción de caspa y resulta normalmente muy efectivo. El aceite de lavanda es muy útil para mejorar cualquier afección de la piel como el acné, los eccemas y también para controlar la caspa.
Otro truco utilizado por las abuelas es hacer una mascarilla mezclando bicarbonato sódico con agua y dejarlo durante un cuarto de hora.
Múltiples estudios han demostrado las propiedades hidratantes y limpiadoras del aloe vera en el cuidado capilar. De esta manera, resulta uno de los métodos naturales más eficaces para eliminar la caspa infantil.
La caspa también puede aumentar si el niño se encuentra nervioso o estresado. Te recomendamos que para disminuir la ansiedad hagas con el niño ejercicios para que se relaje, practicar el mindfulness o incluso hacer yoga para niños. Estos ejercicios tendrán muchos otros beneficios para los niños si los practicáis semanalmente.