5 cosas que solo entenderás si creciste con un hermano mayor
Tener un hermano mayor no tiene nada que ver con tener una hermana mayor, aunque el amor incondicional es el mismo, sin duda las diferencias pueden ser notables. Si creciste con una hermana mayor, entonces no entenderás las ventajas y las desventajas de haber crecido con un hermano de más edad. En ocasiones puedes tener momentos de amor-odio hacia su persona, pero sabes que sin él, la vida no sería la misma.
Tu hermano está ahí desde que tienes uso de razón, estuvo a tu lado para ayudarte y también sabe cómo guardar un secreto. Un hermano mayor (igual que cualquier hermano/a de cualquier edad) siempre será tu familia, para los tiempos buenos y para los más complicados. Si creciste con un hermano mayor, entonces no te pierdas esta lista que te hará recordar buenos momentos.
1. En la escuela eras el rey/reina
Nunca has tenido problemas en la escuela porque tu hermano mayor siempre estaba cerca. Era una forma de sentirte protegido/a, sabías que era tu cuidador aunque no te dijera nada y sabías que nadie te haría daño. Seguramente tu hermano mayor tendría amigos en la escuela y sus amigos también te protegían.
Esto te aportó seguridad y popularidad en la escuela. Sabías que podías contar con él siempre que te hiciera falta y que si algún día estabas triste o alguien te hacía daño, podías acudir a sus brazos para que te consolase y así, poder buscar una solución entre los dos.
2. Habían discusiones sobre las tareas del hogar
No importa si el reparto de tareas siempre era equitativo, a ti te parecía terriblemente injusto porque tu hermano mayor acababa antes y tenía más tiempo para poder estar con los amigos y la televisión, pero en cambio tú no acababas tan rápido y parecía que tu tarea era peor que la suya.
Nada tenía que ver con el tipo de tarea, con el tiempo te diste cuenta que al ser más mayor tenía más experiencia en las tareas domésticas y por ese motivo él solía acabar las tareas más rápido que tú. Alguna vez te ayudaba para que las acabases antes.
3. Te encubría para que tus padre no te riñeran
No es que tuviera que hacerlo, pero era capaz de entender que te habías equivocado sin querer y que si en casa te castigaban no iba a ser algo justo. En ocasiones, los hermanos mayores ayudan a ocultar la verdad a los padres para evitar represalias, puede que el mismo sentimiento de arrepentimiento sea suficiente para aprender la lección, y eso tu hermano mayor siempre lo supo.
Un ejemplo puede ser algo que se rompió sin querer, una mala nota en un examen, una discusión con tu hermano mayor, etc. Cuando el problema no era demasiado grave, un hermano mayor te ayudaba a entender cuál era el camino correcto, pero sin que tuvieras que sufrir demasiadas consecuencias.
4. Tenías que hacerle siempre caso -o casi siempre-
No era ni tu padre ni tu madre, pero era mayor que tú y solo por eso ya tenía más posibilidades de llevar la voz cantante en algunos asuntos. Si estabáis viendo un programa de televisión tenías que aguantarte y ver lo que a él le gustaba… no tenías elección, a no ser que estuviera durmiendo.
Pero en ocasiones, tu hermano podría comprender que no siempre tenía que ser lo que él quería -sobre todo cuando los padres se metían por medio-, y entonces se llegaba a un acuerdo para poder estar todos contentos y que la relación fuese un ganar-ganar.
5. Es tu mejor amigo
Quizá no lo admitáis ninguno de los dos pero se ha convertido en tu mejor amigo. Cuando tienes un problema acudes a su sabiduría, si quieres comentar algo que te ha ocurrido se lo cuentas a él… has intentado tener mejores amigos, pero sabes que el amor que tenéis como hermanos y la fidelidad entre vosotros no se encuentra en otro tipos de amistades.
Disfruta de la bonita amistad que tienes con tu hermano, porque no se encuentran con facilidad en el mundo real. Las amistades verdaderas son aquellas que se basan en las experiencias, el respeto y el amor entre dos o más personas.