5 consejos para cambiar el llanto descontrolado

5 consejos para cambiar el llanto descontrolado
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 05 agosto, 2020

La primera manera que tienen los bebés de comunicarse cuando llegan al mundo es llorando. Los bebés lloran por muchas y variadas razones e incluso pueden llegar a hacerlo de 1 a 3 horas diarias. En este artículo te damos algunos consejos para cambiar ese llanto descontrolado del bebé que tanto agobia a los padres.

Entender el llanto de un bebé

Comprender el llanto de un bebé es uno de los primeros problemas de los padres. Un recién nacido puede llorar porque tiene hambre, por los cólicos, porque quiere que se le cambie el pañal, porque tiene frío…

Muchas veces no sabemos qué le pasa los primeros días, pero pronto los padres vamos conociendo nuestros hijos y la causa de su llanto. No te olvides que también a veces ese llanto puede ser el síntoma de que al bebé le pasa algo más como un dolor, una enfermedad, una infección o le están saliendo los primeros dientes.

A veces el llanto de un bebé y no saber la causa del mismo nos puede agobiar mucho y nos puede desesperar. Llegamos incluso a pensar que nuestro hijo tiene algo más grave cuando se trata de hambre, sueño o de un problema emocional. En este artículo te vamos a dar cinco consejos útiles para cambiar ese llanto descontrolado del bebé que tanto agobia a los padres.

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Abrazar a nuestro bebé

Muchas veces si los bebés han estado llorando mucho tiempo entran en una espiral de rabia y lloran sin consuelo. Lo mejor es abrazar al bebé y que descargue toda su rabia contra nuestro cuerpo.

Cuando se relaje un poco podremos ya ver qué problema tiene si era hambre, sueño o incluso si le duele algo. Para ver si es hambre le podemos acercar en ese momento la comida, antes casi seguro que la rechazará, y ver si era ese el motivo, si era sueño se quedará relajado poco a poco y se dormirá.

Muchas veces cuando los niños tienen mucho sueño se ponen hiperactivos y no paran de moverse. Lo importante es que se vayan poco a poco tranquilizando para que se queden dormidos. Si lo miramos, le hablamos con tranquilidad e incluso le cantamos una bonita canción lograremos que poco a poco la situación remita.

Dedicarles tiempo

Si nuestro hijo llega de la guardería o de casa de los abuelos llorando de forma desconsolada puede ser que se trate de algo emocional. Tenemos primero que descubrir si le ha pasado algo o si quiere llamar nuestra atención porque se han sentido solos y nos han echado de menos.

Lo mejor es intentar pasar la mayor parte del tiempo del día que podamos con él y que intentemos que sienta todo nuestro cariño y atención.

Establecer rutinas

Los niños necesitan en su vida rutinas que les hagan sentirse seguros. Si saben que después del baño, viene la cena y luego la lectura del cuento y cambiamos el orden algún día seguro que el niño lo notará. Por eso si a veces llora de forma descontrolada puede ser que esté desorientado y necesite un orden y  una serie de rutinas diarias.

Estimularle

Muchas veces nuestro bebé está simplemente aburrido. Llega un momento en que quieren gatear por toda la casa, abrir armarios y sacarlo todo, trepar por sillones… Nosotros vamos acotando esas actividades por su seguridad e incluso les metemos en el parque para que no sufran ningún peligro. Pero los niños sienten esa necesidad de explorar y se sienten frustrados.

Piensa que si no se pueden mover suelen entrar en una espiral de llanto descontrolado. Por eso lo mejor es dedicar un tiempo al día dejarles explorar con nuestra supervisión. Déjale por ejemplo abrir un armario en el que por ejemplo hayas metido vasos y platos de colores de plástico. Intenta que el sienta esa libertad para explorar. Busca estímulos en juegos para su edad o en ideas que se te vayan ocurriendo.

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Cambio de actitud

Si vemos que nada de lo que hacemos cambia el llanto del bebé y que no tiene tampoco ningún signo de dolor y que está entrando en una espiral podemos intentar realizar un cambio de actitud. Podemos intentarlo con el buen humor haciéndole carantoñas, comenzando un juego para que nos siga e incluso trasladarnos de habitación o salir con el carro a la calle.


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