Organizar un recreo escolar puede ser algo más que tener a los niños controlados mientras juegan, corren o saltan. Existen opciones más que interesantes para lograr una dinamización del patio.
Y es que, al dinamizar un patio de recreo, se pueden obtener beneficios muy interesantes para los niños. Por ejemplo, una mejor convivencia entre escolares, una mayor capacidad de resolución de conflictos o una participación mayor de niños y niñas en actividades deportivas y físicas.
Ahora bien, esto no significa que se tenga que abolir el juego libre, igualmente importante entre los niños. Pero sí que incide en una mejor organización del tiempo de recreo para que la vida en la escuela sea más productiva, interesante y divertida de cara a los chicos, y también de cara a los profesores.
¿Qué se puede hacer para organizar un recreo escolar diferente?
Existen diversas propuestas pedagógicas que incitan a emplear el recreo como espacio educativo. Así, aprovechando la imaginación de los niños y el juego libre, se puede activar también la realización de tareas y actividades que potencien los valores en los pequeños. Veamos algunas ideas.
“La librería de un hombre es también su retrato, y tan fino que no pueden igualarle ni los pinceles más exactos ni la pluma más penetrante y fiel del mejor biógrafo. Los libros que cada cual escoge para su recreo, para su instrucción, incluso para su vanidad, son verdaderas huellas dactilares del espíritu, que permiten su exacta identificación”.
-Gregorio Marañón-
Talleres de juegos
A los niños les encanta jugar. De hecho, jugar forma parte básica del aprendizaje infantil. ¿Por qué no aprovechar la hora del recreo para ello creando talleres diversos que resulten beneficiosos y divertidos?
Una idea interesante, por ejemplo, podría ser recuperar algunos juegos tradicionales que se están perdiendo. Por ejemplo, la rayuela, la comba, las canicas, el marro, las chapas…
Con estos juegos, los niños interiorizan el valor de la labor de equipo, por ejemplo. Además, se les transmiten valores culturales antiguos, lo que los saca por un rato del entorno tecnológico en el que se desarrollan durante muchas horas al día.
Además, los tiempos de recreo se pueden aprovechar para acercar a los niños a otras culturas a través de juegos de otros países. Los profesores pueden añadir este elemento integrador aprovechando la ayuda de alumnos extranjeros que pueda haber en la escuela o investigando sobre juegos populares de otras naciones. Todo ello les aportará a los chicos un importante enriquecimiento cultural y una visión diferente y cosmopolita del mundo que les rodea.
Aprendizaje a través de la decoración
Podemos ofrecer a los niños elementos decorativos que, además, puedan utilizar. Todo ello con motivo de que participen de un aprendizaje. ¿Cómo se hace? Incorporando formas geométricas, brújulas, relojes, letras de juguete…
De este modo, el alumno no solo se divierte y juega, sino que también afianza los conocimientos obtenidos en clase, experimenta más allá de los libros y potencia su imaginación y su capacidad de adaptar lo aprendido a la vida real.
Microtalleres
Se pueden hacer microtalleres muy diversos y bastante divertidos. Algunos de los más interesantes se relacionan con los medios de comunicación. Los niños pueden diseñar sus propios periódicos, emisoras de radio, etc.
Esta opción permite explorar muchas posibilidades. Se pueden hacer talleres de teatro, de cine, de jardinería, incluso de magia. Todo sea porque los pequeños exploren sus gustos y aficiones y conozcan campos que les puedan resultar interesantes.
Redecorar zonas comunes
Otra buena opción para disfrutar de un recreo diferente es redecorando zonas comunes. Se puede redecorar la zona del patio con pinturas, grafitis e incluso murales. Así, se renueva el aire del colegio y los chicos se organizan, fomentan su creatividad y trabajan en equipo.
Deporte y actividades físicas a la hora del recreo escolar
Los niños occidentales muestran una tendencia creciente a la obesidad. Por eso, es importante aprovechar cualquier momento para lograr que hagan ejercicio. Por este motivo, se pueden organizar sesiones para jugar al fútbol o al baloncesto, para hacer deporte, para practicar atletismo o juegos que impliquen ejercicio físico, etc.
En definitiva, deseamos que estas 5 claves para organizar un recreo escolar te resulten útiles para lograr que los pequeños lo pasen genial a la vez que aprenden. Ahora bien, no olvides que el juego libre también es importante; la base radica siempre en una sabia combinación de elementos.
Bibliografía
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- Arnal, J., Del Rincón, D., Latorre, A., (1992). Investigación educativa. Fundamentos y metodologías. Barcelona: LABOR.