5 claves para entender cómo se sienten los niños

¿Es posible entender cómo se sienten los niños? ¿Cómo podemos acceder a su mundo interior ya desde bien pequeños? Os dejamos 5 ideas clave para ello, que son, a su vez, técnicas y recursos para lograrlo.
5 claves para entender cómo se sienten los niños
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 10 diciembre, 2020

Entender cómo se sienten los niños no siempre es una tarea fácil. Cuando intentamos hacerlo, debemos tener en cuenta que entran en juego factores como su edad, su temperamento, su manera de ser, sus miedos, la relación que tenemos con ellos, el vínculo establecido, las herramientas que utilizamos, etc.

Por ello, deberemos adaptarnos a la edad y al momento evolutivo de nuestro hijo. En las siguientes líneas hemos diferenciado dos importantes etapas evolutivas (de los 3 a los 6 años y de los 6 a los 11), para conocer qué aspectos hemos de tener en cuenta a la hora de conectar con los niños y, por extensión, comprenderlos.

Finalmente, reflexionaremos sobre 5 ideas clave para entender cómo se sienten. A través de ellas, podremos ir poco a poco trabajando el vínculo y fomentar que se abran a nosotros para, después, escucharlos activamente, observarlos y analizar qué les puede estar pasando, tanto para bien como para mal.

Madre hablando con su hija para entender cómo se sienten los niños.

Los niños de 3 a 6 años

Entre los 3 y los 6 años, son edades ideales para usar el juego para acceder a los niños. Más allá del juego, el cuento y los mundos inventados son recursos útiles para trabajar con ellos y empatizar, ya que son herramientas que simbolizan sus realidades, a través de las cuales ellos pueden comprender.

Es decir, a través de estas herramientas los niños razonan, entienden y expresan su mundo interior. De hecho, se encuentran inmersos en la etapa egocéntrica, según Piaget, donde el pensamiento simbólico empieza a adquirirse. Para entrar en este mundo, podemos participar con ellos activamente cuando juegan, cuando dibujan, leerles cuentos, preguntarles…

Además, es una buena oportunidad para pasar con ellos momentos de diversión, a través de los cuales también podemos trabajar valores y, en definitiva, entender cómo se sienten.

En esta etapa también adquiere importancia el refuerzo positivo: los niños están creciendo y se están definiendo, aunque sean pequeños. Por ello, reforzar sus avances, sus aprendizajes y sus buenas conductas les ayudará en su desarrollo. Además, esta técnica nos permitirá fortalecer el vínculo con ellos. Es un buen momento también para darles autonomía y responsabilidades y, a través de ellas, acceder a cómo se sienten.

“Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz”.

-Agatha Christie-

Los niños de 6 a 11 años

Cuando son un poco más mayores, los niños cambian de tipo de juegos; continúan descubriendo cosas cada día. En esta etapa es muy importante la socialización, ya que le dan mucha importancia a lo que los demás piensen de ellos. Es un buen momento para cuidar su autoestima, para responder a sus preguntas (suelen tener muchas) y para seguir fomentando su autonomía.

En esta etapa ya podemos empezar a indagar en sus sentimientos de forma más directa (que no intrusiva), preguntándoles cómo están, cómo se sienten, qué necesitan, etc. La disciplina positiva es una buena herramienta para educarlos y para acceder a ellos; así, las normas y las reglas les aportan seguridad y les enseñan a conocer los límites, sin dejar de respetar su propia autonomía.

Por otro lado, en esta etapa, según Piaget, deberemos ayudarles a potenciar su pensamiento reversible, es decir, a potenciar su capacidad lógica y de razonamiento. Y es que, trabajando estos aspectos, también se puede llegar a entender cómo se siente nuestro hijo; razonar las emociones puede ayudar, muchas veces, a identificarlas y a comprenderlas.

“Siempre hay un momento en la infancia cuando la puerta se abre y deja entrar al futuro”.

-Graham Greene-

5 claves para entender cómo se sienten los niños

Hemos diferenciado dos etapas evolutivas importantes para entender cómo se sienten los niños. Así pues, en cada etapa será importante priorizar unos aspectos u otros. Sin embargo, hay algunos recursos comunes que podemos utilizar de forma genérica a la hora de entender a los niños. Os proponemos los siguientes:

Padre e hijo hablando sobre aceptar las luces y las sombras de cada uno.
  • Escucha activa: es la herramienta clave para conectar con las personas. Escuchar, implicarnos y hacerlo con todos los sentidos puestos nos permitirá entender qué le pasa al pequeño y, a su vez, le permitirá a él expresarse cuando tenga una necesidad.
  • Observación: observar resulta esencial para entender, ya no solo a los niños, sino a las personas en general. Fíjate en su comportamiento, en sus gestos, en sus palabras, en su estado de ánimo… Ahí hay muchísima información relevante.
  • Creación del vínculo: para poder entender a un niño, resulta esencial trabajar previamente en el vínculo que tenemos con él. Esto permitirá mejorar su confianza hacia nosotros y que el día de mañana, si está preocupado por algo, sea capaz de acudir a nosotros.
  • Diálogo/preguntas: preguntar, dialogar, conversar…, son herramientas esenciales para saber cómo se sienten los niños. Cuando son más pequeños, hay que priorizar las preguntas cerradas e ir abriéndolas a medida que crecen.
  • Fomentar la paciencia: muchas veces, los niños, cuando son pequeños, tienen miedos o inseguridades que les impiden expresar cómo se sienten. Por ello, debemos de armarnos de paciencia; ya llegará el momento en el que sean capaces de contarnos lo que les ocurre. Si no, seguiremos trabajando en el vínculo para conseguirlo.

Ayudar a un niño (o a nuestro hijo) a comprender cómo se siente, es, a su vez, una manera de ayudarlo en su desarrollo. Por ello la educación emocional es tan importante, ya desde la pequeña infancia. Así pues, como decía la escritora Astrid Lindgren, creadora del personaje Pippi Calzaslargas, Si he sido capaz de iluminar una sola infancia triste, estoy satisfecha“.


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  • Bradley, B.S. (1992). Concepciones de la infancia. Introducción crítica a la psicología del niño. Madrid: Alianza Editorial.
  • Feldman, R.S. (2007). Desarrollo psicológico a lo largo de la vida. Méjico: Pearson.
  • Piaget, J. (1986). Psicología evolutiva. Madrid: Editorial Paidós.

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