10 Consejos para madres que se quedan sin tiempo

Quedarse sin tiempo cuando se es madre es lo normal. A veces nos preguntamos en qué se nos va el día; pero en otros casos reconocemos que es difícil  conciliar todas nuestras actividades diarias. Por ejemplo, la vida laboral complica la mayoría de nuestras acciones, pero ante la maternidad el problema se eleva.


Tanto el trabajo como la maternidad se vuelven incompatibles desde los primeros días. Es decir, aun en el comienzo del embarazo, podríamos tener inconvenientes para trabajar. Pero llega el momento en que nos quedamos sin tiempo a causa de las tareas que como madre son obligatorias.

Debido a que es casi imposible organizarnos de un día para otro, lo más conveniente es tomarlo con calma. Algunos consejos pueden ayudarnos a mejorar nuestra rutina y organizar la semana.

Estos consejos pueden ayudarnos a recuperar nuestro tiempo

 

Ya sabemos más o menos en qué gastamos nuestro tiempo, ahora el deber consiste en organizar las tareas. Para organizarnos es muy importante estar conscientes de nuestras capacidades, pero también, de las limitaciones obligatorias.

No se trata de que cambiemos las leyes o circunstancias específicas de cada familia. Como es de suponerse cada quien tiene sus propios retos a los que enfrentarse. Por tal motivo, algunas pautas no son aplicables a todos los casos.

Los siguientes consejos van dirigidos a madres que necesitan gestionar mejor su tiempo; veamos de qué se trata.

Establece tus prioridades

Uno de los principales errores que cometemos al organizar nuestro tiempo, es la falta criterio al establecer prioridades. Por lo general no le damos prioridad a las cosas correctas. Dado que nuestro mundo está bastante enrollado, es muy conveniente que los planteamientos sean sinceros.

Procura sacar de tu cabeza aquellas cosas que son innecesarias, sin excusas. Dale paso a las tareas de hoy, no te agobies con lo que tienes que hacer mañana. Para organizarnos, enlistemos sinceramente cuales son las cosas más y menos urgentes. Procuremos sacar las más urgentes primero.

Un dato: aprovecha la tecnología para organizarte. Descarga una App donde puedas anotar las tareas y coloca recordatorios específicos.

 

 

Realiza un menú semanal

Las comidas diarias pueden quitarnos gran parte de la vida si no nos organizamos. Por lo tanto, resulta bastante conveniente tener un menú que nos evite complicarnos a la hora de la cocina. Esto nos permite además que podamos comprar con anticipación lo que necesitamos, por lo cual también nos ayudará con la lista de compras.

Delega tareas

 

Este puede ser el punto más difícil de cumplir, porque no depende de nosotras. Sabemos que la principal razón por la cual nos ocupamos tanto, es por no tener ayuda. Sin embargo, todos en la familia tenemos cierta responsabilidad.

Dependiendo de la edad de tus hijos, cada uno puede colaborar con algunos quehaceres. Tanto tu pareja como otros miembros de la familia pueden colaborar y tienen el deber de hacerlo. Intenta acostumbrarlos a ayudarte.

Apaga el móvil

 

En épocas recientes el móvil se ha convertido en casi un vicio. Sabemos que es importante y que tenemos derecho, pero debemos ser conscientes de que el uso del móvil nos distrae. Es común que nos quedemos mirando el móvil por más tiempo del que disponemos. Cuando es preciso rendir el tiempo, al llegar a casa es mejor desconectarse.

Realiza compras por internet

El tiempo que dedicamos a las compras a veces es reconfortante, pero sucede con frecuencia que comienzan a faltarnos cosas porque no hemos podido comprar. En la actualidad la mayoría de las tiendas nos ofrecen una plataforma virtual donde podemos realizar nuestra compra. Podemos ahorrarnos mucho tiempo si compramos por internet y esperamos a que nos llegue el producto a casa.

 

Acostúmbrate a decir no cuando sea necesario

 

Querer abarcar demasiado, es uno de los principales problemas a la hora de sacar tiempo. Cuando no tengamos horas extras para usar en cosas que no son nuestras, es preciso decir no.  Algunos favores a amigas, compañeros de trabajo e incluso al propio jefe, pueden restarnos tiempo preciado. Siempre con diplomacia es posible deshacernos de retrasos que no necesitamos.

Pide y acepta ayuda

Cuando nos hemos agobiado en tareas que sabemos que no terminaremos, siempre es una opción pedir ayuda. Sabemos que algunas cosas nos tocan a nosotras por excelencia; pero en muchas tareas podemos pedir apoyo.

Crea una rutina para toda la familia

 

Las rutinas pueden ayudarnos mucho a organizar nuestro tiempo, porque ofrecen herramientas para evitar el ocio. Una vez que nos acostumbramos a ciertos hábitos, ahorraremos el planeamiento diario. De igual manera, las tareas comenzarán a terminarse casi por sí solas.

Recupera energías

 

El agotamiento puede hacer que rindamos menos en el trabajo y tareas del hogar. Por eso, es muy importante que destinemos un tiempo a recuperarnos de tanto ajetreo. Para ello, podemos reservar un día para el ocio; quizá un paseo, una cena, una salida al cine. Salir a despejarnos de vez en cuando, puede ayudarnos a rendir en nuestras actividades diarias.

Ten presente que no eres supermamá

 

Una vez que entendamos que no todo debe hacerse a la perfección, comenzaremos a aliviarnos mucho estrés. Ciertas cosas son obligatorias, es cierto, pero otras pueden esperar y admiten altibajos. Es importante que no descuidemos la calidad de nuestro trabajo y que sigamos siendo mejores madres, sin embargo, no somos heroínas. ¡Tómatelo con calma, disfruta de la vida!

 

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Alcañiz Moscardó, M. (2015). “Género con clase: la conciliación desigual de la vida laboral y familiar”, RES. Revista Española de Sociología, 23: 29-55.
  • Pateman, C.; and Agra Romero, M. J. (1995). El contrato sexual. Madrid: Anthropos.
  • Scott, J.; Crompton, R., and Lyonette, C., eds. (2010). “Gender Inequalities in the 21st Century: New Barriers and Continuing Constraints”, Asia Pacific Journal of Human Resources, 48 (3): 378-381.
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