Cómo vivir la vuelta al cole sin estrés
El verano queda atrás y las clases comienzan de nuevo. Cambiamos la tranquilidad y la despreocupación de las vacaciones por una rutina diaria que, en ocasiones, se vuelve estresante. Preparar los uniformes, el material escolar, volver a madrugar y desayunar a toda prisa, todas estas actividades pueden sumergir a la familia en una vorágine de caos y ansiedad. No obstante, es posible vivir la vuelta al cole sin estrés y hoy te contamos cómo.
Lo más conveniente es que tanto los niños como los adultos empiecen a prepararse unos días antes del inicio de clases, de forma que la transición sea más suave y paulatina. Por ejemplo, unos días antes se puede comenzar a acomodar los horarios de sueño, a recuperar una rutina y revisar las asignaturas y los profesores que cada niño tendrá este año. Estos pequeños pasos ayudan a aclimatarse para la nueva etapa. Ahora bien, una vez ya ha empezado el curso escolar, también hay algunos pasos que podemos dar para reducir el estrés.
Claves para vivir la vuelta al cole sin estrés
Estos son algunos pasos que, como familia, podéis implementar para que la vuelta al cole resulte menos agobiante y más placentera para todos.
Fomentar una actitud optimista y positiva
Para muchos niños, la vuelta al cole se vive como un evento negativo y desagradable que provoca angustia o tristeza. Sin embargo, esto depende en gran medida de la actitud con que se tome. Sin darse cuenta, muchos adultos transmiten ese malestar a sus hijos, pues los chicos perciben y toman como propias las emociones de los padres y, de algún modo, se contagian de ellas.
Por ello, lo principal es regular tus propias sensaciones y transmitirles a tus niños tranquilidad y positivismo hacia esta nueva etapa. Además, podéis realizar algunas actividades que les ayuden a ver la transición con ilusión y alegría. Por ejemplo, puedes pedirle al pequeño que escriba una lista de 3 o 4 cosas que le ilusionen de la vuelta al cole.
Implicar a los niños en los preparativos
Los preparativos no solo ayudan a que los niños acepten la idea de volver a clase, sino que también fomentan esa ilusión por hacerlo. Si se les implica y se les permite tener un papel activo, se sentirán más en control de lo que ocurre y su actitud al respecto será más positiva. Así, tareas como ayudarte a forrar los libros, ir a comprar una agenda para el curso o seleccionar la actividad extraescolar que realizará este año pueden ser muy motivadoras.
Planificar bien los tiempos
Las mañanas son uno de los momentos más estresantes en la rutina diaria de una familia. Hay mucho por hacer y, generalmente, el tiempo es escaso, pues nos levantamos prácticamente a última hora. Además, los niños muchas veces parecen no querer colaborar y van a cámara lenta, se paran o se distraen mientras se arreglan para ir a clase. Estas son algunas ideas para una mejor organización por la mañana:
- Acostarse y levantarse un poco más temprano. Esto permitirá desayunar con tranquilidad y tener tiempo para alistarse sin prisas y sin gritos ni conflictos.
- Crear un calendario visual con todas las tareas que los menores han de completar por la mañana. Tenerlas a la vista les ayudará a seguir la secuencia sin distraerse y les permitirá ser más autónomos.
- Establecer un programa de refuerzo, como la economía de fichas, para que esto sea como un juego y estén más motivados a cumplir con las tareas a tiempo.
Potenciar la autonomía de los niños
Una buena forma de reducir el estrés asociado con la vuelta al cole es fomentar la autonomía y la confianza de los niños. Para ello, podemos asignarles tareas y responsabilidades en el hogar para implicarlos en la rutina diaria en lugar de hacerlo todo por ellos. Hay varias tareas de las que los pequeños pueden encargarse en función de su edad y que los hará sentir útiles, autónomos y parte del equipo que es una familia. Estas son algunas de ellas:
- Preparar su mochila la noche anterior.
- Dejar lista la ropa que van a ponerse.
- Colocar el desayuno para la familia por las mañanas.
Priorizar el ocio en familia
La vuelta a clases puede sentirse como el fin de la diversión y la inmersión en un día a día estresante. Para que este cambio no sea tan brusco, procura añadir actividades de ocio en familia en el día a día. Dedicar un rato por las tardes a jugar juntos en casa, ir al parque o a hacer manualidades puede marcar la diferencia. Igualmente, organizar salidas al campo, al cine o a un museo los fines de semana ayudará a que la vuelta al cole no se perciba como una rutina monótona y con falta de estímulos y ocio.
Enseñar estrategias de afrontamiento
Por último, es importante preparar a los niños para las emociones y situaciones que pueden tener que enfrentar al regresar a clases. En general, pueden sentir ansiedad por separarse de sus padres, tener problemas para conectar con los compañeros o para coger el ritmo de las clases, entre otras dificultades diarias. De todos modos, no se trata de alarmarlos o de predisponerlos a creer que esto ocurrirá, sino de recordarles que son capaces de afrontarlo y de ofrecerles herramientas útiles, tales como las siguientes:
Por ejemplo, practicar ejercicios de respiración puede ayudarles a calmarse cuando se enfrenten a un problema; practicar la comunicación asertiva les recordará cómo comunicarse y resolver conflictos; Y los rituales de separación les permitirán a los más pequeños afrontar el día a día sin sus padres. Esto puede consistir simplemente en ponerles una pegatina en la mano e invitarles a mirarla o a tocarla cuando sientan nostalgia para recordar que mamá y papá los aman y que se volverán a ver pronto.
Vivir la vuelta al cole sin estrés es cuestión de actitud y organización
En definitiva, para que este regreso a clases sea más ameno, procurad mantener una actitud positiva en la que prime la ilusión por lo venidero y no la tristeza por el verano que finaliza. Intentad organizar los tiempos para poder ir con calma, que todos colaboren en el fluir de la rutina diaria y recordad guardar momentos de ocio y conexión en familia. Volver al cole es un cambio, pero una vez pasado este período de transición todos os sentiréis de nuevo cómodos en la rutina. Solo hay que ser pacientes.
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