El valor de la amabilidad: imprescindible en la crianza

El valor de la amabilidad es fundamental para convivir exitosamente en sociedad. No te pierdas cómo enseñarlo a los hijos.
El valor de la amabilidad: imprescindible en la crianza
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 27 marzo, 2021

La amabilidad es fundamental para las personas; es lo que nos hace humanos y también lo que propicia una buena convivencia con otros. Por eso, el valor de la amabilidad es imprescindible en la crianza.

Cuando una persona es amable, tendrá una actitud cariñosa con otras personas, será afectuoso, agradable, servicial e incluso risueño. Es necesario inculcar este valor a los niños desde la más temprana infancia. Esto se aprende desde casa, siendo el mejor ejemplo los padres. Por supuesto, también será fundamental el respeto mutuo.

Debes saber que la amabilidad no es un valor que sea innato, esto quiere decir que no viene con la genética, sino que debe aprender y se hace en el día a día. Es necesario tratar a los hijos desde la igualdad y la cortesía. Hay que ayudarles siempre que lo requieran para que se sientan aceptados y valorados en todo momento.

Enseñar a los niños el valor de la amabilidad

La educación siempre comienza en casa y el valor de la amabilidad es fundamental en la crianza. Este valor les ayudará a tener las herramientas adecuadas para convivir en sociedad con armonía y a poder defenderse ante cualquier situación conflictiva.

Niño ayudando a otro en la pista de atletismo gracias a la competitividad sana.

Es a partir de los 6 años cuando los niños ya están lo suficientemente preparados emocionalmente como para empezar a desarrollar este valor en su persona. Poco a poco lo irán interiorizando y los frutos, con el paso del tiempo, serán increíbles.

Se tendrá que repetir la conducta habitualmente para que con el tiempo se convierta en un hábito que les salga de manera automática. Es necesario recordar que los niños son egoístas por naturaleza, pero que esto no es algo malo; tampoco su rebeldía. Por eso resulta tan importante trabajar la amabilidad con los chicos desde bien pequeños.

De esta manera, podrán desenvolverse en sociedad sin olvidar la importancia del valor de la amabilidad. Es necesario ser constantes en esta enseñanza desde el hogar para que los pequeños vean la importancia que tiene.

¿Cómo enseñar el valor de la amabilidad correctamente?

A continuación, vamos darte algunos puntos clave que debes considerar en tu crianza diaria con tus hijos. De esta manera, y siendo siempre el mejor ejemplo, tus hijos aprenderán la relevancia que tiene este valor y lo pondrán en práctica cuando menos te lo esperes. ¡Toma nota!

Pensar en uno mismo, pero también en los demás

Pensar en uno mismo está bien, pero es también importante pensar en los demás. Compartir con el que no tiene, invitar a ese niño que no tiene amigos a la fiesta de cumpleaños, jugar con un hermano que está solo en su dormitorio, conversar en familia… Son ejemplos simples, pero que marcarán la diferencia.

Presentare debidamente

Para ser amable, es fundamental presentarse debidamente a aquellas personas que no nos conocen. Puede ser un nuevo alumno de la escuela, a alguien que se hace una visita, etc. Del mismo modo que nos presentamos ante los demás, debemos prestar atención a las demás personas. Preguntarles por su nombre, recordarlo, preguntar cosas de interés por la otra persona, etc.

Practicar la amabilidad

Es necesario explicarles a los hijos qué es la amabilidad y por qué es tan importante en sociedad; es fundamental que lo practiquen cada día. En los pequeños detalles está la diferencia. Por ejemplo, en clase pueden ayudar a ese alumno que le cuesta más las matemáticas y necesita un apoyo extra. O también pueden invitar a jugar a ese niño que no tiene amigos en el recreo para que se sienta integrado y parte de un grupo.

Madre con su hijo dando un paseo por el campo.

La responsabilidad

La responsabilidad puede ser un gran aliado para la amabilidad. Por ejemplo, si vamos al médico o a un restaurante, permite que tu hijo le diga al médico qué le ocurre o que le diga al camarero qué es lo que desea tomar. Aunque al principio puede resultarle complicado por la vergüenza que puede sentir, poco a poco le resultará cada vez más sencillo.

Por favor y gracias para enseñar el valor de la amabilidad

Pedir las cosas por favor y dar las gracias es fundamental para trabajar la amabilidad desde pequeños. Estas palabras son la base de la cortesía y es un hábito que se debe inculcar desde muy pequeños. Del mismo modo, si quiere entrar en una estancia ocupada, tendrá que llamar siempre a la puerta; respetar la privacidad de los demás es igual de importante que cuando queremos que respeten la nuestra.

En definitiva, esperamos que estos consejos para fomentar el valor de la amabilidad te hayan sido de ayuda y lo pongas pronto en práctica con tus hijos.


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  • Archer, M., Forshaw, M. (2020) Descubre la amabilidad. Editorial: Sol solete.

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