La cesárea es un procedimiento muy común en la actualidad. Aun cuando no se presentan complicaciones, muchas madres deciden optar por esta intervención porque consideran que así van a sufrir menos y recuperarse mejor y más rápido. Ahora bien, sea cual sea la razón, es importante que una madre conozca cómo hacer que le suba la leche tras una cesárea.
La lactancia es una de las primeras preocupaciones de toda madre. Parece ser que cuando se practica el parto por cesárea tarda un poco más en subir la leche. Según los expertos, cuando esto sucede, no es por la cesárea en sí, sino por los protocolos hospitalarios.
La lactancia después de una cesárea
El primer motivo que puede influir en la subida de la leche es la separación de la madre y el bebé. Incluso hoy en día después de una cesárea, se separa al bebé de su madre. En ocasiones por períodos prolongados. Esto hace que ese primer contacto entre madre e hijo brille por su ausencia y dificulte la lactancia. ¿Por qué?
Por lo general, durante las dos primeras horas después de nacer, los bebés entran en letargo, y lo que normalmente se suele hacer es darles de mamar y luego dejarles dormir profundamente. De ese modo, el bebé aprende desde el primer momento a succionar.
Si el bebé entra en letargo y se duerme sin haber mamado, ese sueño puede prolongarse y cuando despierte estará algo confuso. Se ha saltado un paso de lo que el instinto le dice que necesitaba, pero él no lo sabe.
En ocasiones, según el caso, los hospitales optan por darles biberón al bebé que ha nacido a través de una cesárea. Esto puede hacer que a la hora de mamar el pequeño tenga pereza, pues succionar el pecho de la madre requiere mayor esfuerzo que hacerlo en una tetina de plástico.
Otra dificultad que podría surgir es la movilidad de la madre. La cesárea es una operación que deja una herida que tiene que cicatrizar. Por ello, no es fácil encontrar una postura adecuada que permita darle de mamar al bebé.
7 trucos para la lactancia después de una cesárea
La leche debe subir entre 30 y 72 horas después del parto, independientemente de que haya sido natural, inducido o por cesárea. Esto es un proceso fisiológico que comienza al expulsarse la placenta del cuerpo. La progesterona baja y empiezan a subir los niveles de prolactina, la hormona que produce la leche materna.
No es común que después del parto las mujeres no segreguen leche. De hecho, solo se conoce que les sucede al 1 % de ellas. Este trastorno es conocido como agalactia. Teniendo esto en cuenta, sea que hayas tenido cesárea o parto natural, no confundas el hecho de que el niño llore con que no puedes segregar leche.
Muchas mujeres creen que si su hijo llora es que se ha quedado con hambre porque no tiene suficiente leche. No tiene por qué ser así.
He aquí unos trucos que a algunas madres les ha funcionado y que favorecerán la lactancia:
- Es importante poner al bebé en el pecho desde el primer momento en que se pueda (esto se conoce como apego precoz). Hay cojines de lactancia que te podrán ayudar sin hacerte daño en la herida. También, existen algunas posturas en las que poner al bebé para facilitar la lactancia. Pide consejo a tu médico. La succión favorecerá la subida de la leche.
- Dejar que el bebé succione cuando y cuanto quiera hasta que la leche fluya con facilidad. Por lo general, las tomas serán cada 3 o 4 horas, por lo que deberás acostumbrarte a este nuevo horario.
- Si puedes, evita que tras la cesárea te separen de tu bebé. Intenta que se lo den al padre para que el contacto de la piel de este puede mantener caliente al bebé y hacer que el pequeño evite tener que gastar su energía en regular su temperatura. Esto hará que esté cerca de ti desde el primer momento.
- No tomes medicamentos sin consultar con tu médico. Él podrá recetarte algunos que sean compatibles con la lactancia. Según un artículo de revisión de la Asociación Española de Pediatría, los fármacos que podrían inhibir la lactancia son la ergotamina (para tratar migrañas), estrógenos, algunos antiespasmódicos y antihistamínicos.
- Trata de relajarte. La fatiga y el estrés pueden perjudicar la subida de leche. Algunas investigaciones revelan que el estrés después del acto de lactancia (medido según los niveles de cortisol en sangre) pueden afectar la eficacia del proceso a los 3 meses de vida del bebé.
- ¡Duerme mejor! Un estudio publicado en Scandinavian Journal of Caring Sciences demostró que mientras mejor era la calidad del sueño en el posparto, mayor sería la calidad de la lactancia materna. Es un tema del que poco se habla y que, según los autores, debería enfatizarse en los cuidados hospitalarios.
- Alternar ambos pechos. Según una publicación de KidsHealth, esta práctica favorece la producción de leche de forma equitativa y previene la molesta congestión mamaria.
El hecho de haber tenido una cesárea no implica que una mujer no pueda iniciar la lactancia materna. Solo debe tener en cuenta que deberá recurrir a ciertos trucos para ello, ya que el proceso no será tan fácil. Por supuesto, lo más importante es que siempre cuente con apoyo por parte de las personas de su entorno próximo y su médico tratante.
Bibliografía
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