Síndrome de dificultad respiratoria neonatal

Muchos bebés prematuros padecen el síndrome de dificultad respiratoria neonatal. Descubre en qué consiste a continuación.
Síndrome de dificultad respiratoria neonatal
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 11 diciembre, 2020

El síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDRN), también conocido como síndrome de distrés respiratorio o enfermedad de las membranas hialinas, afecta casi exclusivamente a recién nacidos prematuros y hace que estos tengan graves problemas para respirar.

Los síntomas relacionados con dicha afección se observan en los bebés al poco de nacer y, normalmente, las dificultades respiratorias propias del síndrome alcanzan su mayor intensidad durante las 24-48 primeras horas de vida.

¿Quieres saber más sobre este síndrome, cuáles son sus síntomas, cuál es el posible tratamiento y cómo prevenirlo? Presta atención a lo que te explicamos a continuación.

Bebé prematuro en la incubadora con síndrome de dificultad respiratoria neonatal.

Síndrome de dificultad respiratoria neonatal

El síndrome de dificultad respiratoria neonatal es un trastorno que, como su propio nombre indica, se caracteriza por la presencia de insuficiencia respiratoria en bebés recién nacidos.

En la mayoría de los casos, afecta a bebés prematuros (nacidos antes de las 39 semanas) cuyos pulmones no están completamente desarrollados y, por tanto, no producen el suficiente surfactante, una sustancia que previene el colapso pulmonar. Sin embargo, existen otros factores de riesgo que pueden hacer que los pequeños padezcan dicho síndrome, tales como:

  • Madres diabéticas con mal control metabólico.
  • Embarazo múltiple.
  • Problemas en el parto o durante el periodo posnatal inmediato.
  • Cesárea o parto inducido antes de que el bebé esté a término.
  • Trabajo de parto rápido.

Síntomas en los recién nacidos

Los síntomas más comunes del síndrome de dificultad respiratoria neonatal son los siguientes:

  • Taquipnea (respiración rápida y poco profunda).
  • Retracción de las costillas y de los músculos del tórax con la respiración.
  • Quejido expiratorio (sonidos inusuales al respirar).

Además, otras manifestaciones clínicas que se pueden observar en los recién nacidos con dicho síndrome son las siguientes:

  • Aleteo de las fosas nasales.
  • Apnea (disminución o detención breve de la respiración).
  • Cianosis (coloración azulada de la piel).
  • Disminución de la producción de orina.

Posible tratamiento

Los bebés prematuros necesitan ser atendidos por un equipo médico especializado para garantizar su salud y supervivencia tras el nacimiento, por lo que pueden permanecer en el hospital varias semanas o, incluso, meses. Pero si además presentan síndrome de dificultad respiratoria neonatal, dicha intervención estará centrada en lograr un buen funcionamiento pulmonar y evitar posibles complicaciones adicionales.

Por lo general, estos son los tratamientos más utilizados para paliar las afectaciones provocadas por el síndrome de dificultad respiratoria neonatal:

  • Administración de oxígeno húmedo y caliente.
  • Administración de un agente surfactante directamente en las vías respiratorias.
  • Utilización de ventilación asistida con un respirador.

Todos estos tratamiento pueden tener efectos secundarios en los bebés, por lo que requieren una vigilancia constante por parte de los profesionales sanitarios. Además, los bebés que presentan dicha patología necesitan recibir unos cuidados especiales:

  • Un ambiente térmico neutro para mantener la temperatura corporal en un rango normal.
  • Disminución de los estímulos ambientales.
  • Ofrecer contacto piel con piel tan pronto como sea posible.
  • Control de la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y la perfusión periférica, mediante monitorización.
  • Manipulación delicada.
  • Administración prudente de líquidos y nutrición.
  • Tratamiento inmediato de infecciones.
    Bebé prematuro en la incubadora.

¿Cómo prevenir el síndrome de dificultad respiratoria neonatal?

Para prevenir el síndrome de dificultad respiratoria neonatal, lo ideal es evitar el parto pretérmino a través del correcto cuidado durante el periodo de gestación y de la realización de revisiones médicas regulares. Pero obviamente esto no siempre es posible, pues en muchas ocasiones la prematuridad es inevitable.

Cuando las mujeres tienen un alto riesgo de parir de forma prematura, se suelen administrar corticoides prenatales para ayudar a acelerar la madurez pulmonar de los bebés y, así, prevenir la aparición de problemas respiratorios tras el nacimiento.

Además, en algunos casos es posible reducir la probabilidad de presentar síndrome de dificultad respiratoria neonatal por medio de la sincronización apropiada del parto, llevando a cabo un parto inducido o por cesárea. Otra opción, puede ser la administración de determinados medicamentos para retrasar el parto.

En definitiva, los cuidados y la atención médica son fundamentales para prevenir y tratar esta patología en los recién nacidos, por lo que es muy importante dejarse aconsejar y confiar en los profesionales de la salud durante y tras el embarazo.


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