Sigue el método WAY y deja de querer ser la madre perfecta

No quieras ser la madre perfecta. Para ello, encuentra la felicidad en tu familia con el método WAY.
Sigue el método WAY y deja de querer ser la madre perfecta
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 27 septiembre, 2020

Es posible que alguna vez te hayas encontrado en una situación en la que tus hijos quieren hacer una cosa, como cantar una canción difícil, pero les hayas buscado otra canción más sencilla para que no se equivoquen. Puede que lo hagas pensando en ellos, pero en realidad estás siendo demasiado autoritaria. No te pierdas el método WAY para dejar de ser la madre perfecta.

Para tus hijos eres perfecta dentro de tu imperfección y es esa es la magia de la maternidad. Ordenar a los hijos las cosas de manera autoritaria para que obedezcan no siempre da resultado, o si te lo da, será a corto plazo.

En este sentido, es importante comprender que es mejor razonar con los hijos y darles opciones, aunque tu intención en un primer momento como madre sea protegerles de la frustración.

Mamá leyendo un libro de poesía infantil a su bebé.

No intentes ser la madre perfecta

No intentes ser la madre perfecta ni quieras hacer las cosas con tus hijos de la forma perfecta. Tampoco les exijas esto a ellos. Debes tener cuidado con los patrones reactivos.

Dichos patrones que a veces son obvios, pero la mayoría de las veces están ocultos, nos hacen comportarnos de una manera que no queremos: gritar a nuestros hijos, tratar de controlar a nuestra pareja o estresarnos demasiado en el trabajo.

Actuamos de una forma que hiere y decepciona a los demás, y lo peor de todo es que nos traicionamos a nosotros mismos. En lugar de la alegría y la satisfacción de hacer “todo”, nos centramos en tener más que hacer y la presión sobrepasa nuestras vidas, lo que nos causa estrés, ansiedad, preocupación y miedo.

Busca la felicidad que te mereces sin ser madre perfecta

¿Podemos tener la felicidad que queremos? Sí. El problema es no querer ser el mejor en todas las áreas de nuestras vidas. El problema es el “no quiero” que se interpone en el camino. No queremos estar equivocados. Tampoco queremos cometer un error. Y mucho menos queremos no ser perfectos.

Puedes sacar el patrón negativo y evitar todo lo que falla en tu vida, teniendo en cuenta lo anterior mientras sigues el método WAY (en inglés: What about You, que se traduce como “¿Qué pasa contigo?”). Se entrena al cerebro para que se comporte y funcione de manera más receptiva y eficiente, para romper viejos patrones reactivos y malos hábitos, como el síndrome de supermujer perfeccionista.

Sigue el método WAY

Como no puedes cambiar lo que no puedes ver, el primer paso más importante es ver qué está ocurriendo en tu vida y cuáles son los aspectos en los que debes centrarte para poder mejorar tu calidad de vida y también tu vida familiar. Tus hijos lo agradecerán y tú vivirás más tranquila y relajada. Aquí hay cinco formas de comenzar:

  1. Aprende cómo te engaña tu cerebro. Una vez al día intenta ver un “no quiero”. Busca los pequeños momentos, como, por ejemplo, “No quiero esperar en la cola del supermercado” o “No quiero discutir hoy con mis hijos”.
  2. Cuando encuentres un “no quiero”, mira todo lo que sientes, desde una ligera molestia hasta frustración, impaciencia e ira, tal vez incluso ansiedad. Encuentra tus sentimientos para identificarlos y poder entender qué te ocurre.
  3. Mira cómo tu cerebro te ofrece una reacción a tus “no quiero”, como querer gritarle a alguien y discutir con él en tu cabeza. Lo mejor es ofrecerle ayuda para que pueda avanzar y controlar la situación.
    Bebé con su madre perfecta en brazos ayudándole a que crezca curioso.
  4. Mira con qué frecuencia quieres controlar todo y a todos. Mira cómo eso te hace reaccionar en voz alta o en tu cabeza o al convencer a otros para que vean las cosas a tu manera. ¿Realmente es necesario y bueno para ti y para los demás?
  5. Reflexiona sobre cuántas veces tienes razón y observa cómo tu razón socava tu felicidad. Es importante aprender a elegir las batallas porque, en muchas ocasiones, es mejor tener tranquilidad que tener la razón. Sigue adelante y ten razón si crees que es importante, pero observa cómo tu necesidad de tener razón, muchas veces, tiene el coste de la frustración, la ira, la ansiedad y el descontrol de querer tener todo controlado.

La felicidad es obtener lo que quieres. Y lo que realmente quieres es mostrarte y responder en tu vida, no reaccionar en todo momento. Cuando sigas este método, podrás darte cuenta de que la vida es más sencilla de lo que te imaginas y tu familia te lo agradecerá.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.