Ventajas de discutir en positivo con los hijos

Discutir con los hijos no tiene por qué significar entrar en conflictos, ni en enfrentarnos con ellos, ni tampoco regañarlos. Al contrario, discutir de forma positiva con los hijos puede ser muy bueno.
Ventajas de discutir en positivo con los hijos
María Matilde

Escrito y verificado por la pedagoga María Matilde.

Última actualización: 10 junio, 2020

Al contrario de su verdadero significado, para muchas personas, la palabra discusión tiene una concepción negativa. Y, en muchos hogares, los padres evitan discutir con sus hijos, creyendo que así evitan enfrentamientos y conflictos con ellos. Sin embargo, existen muchas ventajas de discutir en positivo con los hijos, siempre y cuando esta discusión suponga un diálogo e intercambio de ideas, y no una situación para agredirse o hacerse daño.

El significado positivo de discutir

Una discusión entre dos personas o más es cuando entre ellas tratan o examinan algún tema o asunto. Para lo cual, se proponen diversos argumentos y razonamientos que explican o justifican las posturas, las opiniones o las ideas de cada persona respecto del tema.

Además, si bien en ocasiones se discute por el simple hecho de intercambiar opiniones, en muchos casos, el objetivo de una discusión es poder solucionar un problema y llegar a acuerdos sobre él. Con lo cual, en cualquier contexto, y en un entorno familiar más, el hecho de solventar desacuerdos a través de la discusión es muy positivo y es una manera de construir lo cotidiano.

Discutir o tener algún conflicto con alguien, un compañero de trabajo, un amigo o un familiar, no tiene por qué ser algo negativo. Sino que, por el contrario, discutir debería ser algo natural, ya que es una forma de avanzar y de afianzar la relación con los otros, y supone una posibilidad de crecimiento y un aprendizaje respecto de uno mismo y de los demás.

Padre hablando con su hijo adolescente y aprendiendo a discutir en positivo.

Ahora bien, para que una discusión pueda tener efectos positivos, es importante aprender a discutir. Y es necesario que la discusión cumpla, o que se den, determinados requisitos, en relación a las formas, a los estilos y a las características que debe adoptar dicha discusión.

Características de una discusión positiva

  • Debe producirse cuando ambas partes tienen una buena predisposición a discutir y a llegar a un acuerdo sobre un tema. Esto significa asumir que las personas somos diferentes y que, por tanto, tenemos distintas opiniones y formas de pensar. Así, las personas implicadas en una discusión deben estar dispuestas a respetarse, a hablar con tranquilidad y a utilizar palabras apropiadas, sin agredirse, sin insultar o sin levantar el tono de voz.
  • En caso de que la discusión verse sobre varios temas o un tema derive o tenga varias aristas, lo mejor es tratar un tema o punto por vez. En estos casos, ayuda mucho acordar hacerlo de esta forma y no pasar a otro punto o tema hasta que no se llegue a un acuerdo o solución sobre el anterior.
  • Encontrar un lugar adecuado para una discusión. Y esto significa encontrar un lugar para hablar tranquilo y alejado de ruidos e interrupciones. Incluso, puede ser una buena opción acordar un sitio y hora para encontrarse con alguien a dialogar sobre un tema.
  • Ir al tema central de la discusión. Es importante que en una discusión ambas partes, intenten “ir al grano”, como se dice coloquialmente. Con lo cual, las personas que discuten deben intentar ser directas y evitar, así, por vergüenza o reparos, utilizar evasivas o rodeos. Además, las personas que discuten deberían intentar ser lo más honestas posibles, tanto en sus ideas como en sus sentimientos y emociones.

“El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo, sino el progreso”.

-Joseph Joubert-

Madre hablando con su hija adolescente mientras se toman un té.

Ventajas de discutir en positivo con los hijos

Hacer de la discusión positiva con los hijos una estrategia educativa es importante porque, a medida que los hijos crecen, es inevitable que discutamos con ellos y, si se hace en positivo, es una forma de diálogo. Con lo cual, entre las ventajas de discutir en positivo con los hijos, podemos mencionar:

  • Conocerlos mejor. Hablar y discutir con los hijos es una forma de saber qué sienten y qué piensan. Es estar al tanto de cuáles son sus necesidades en cada momento o etapa. De esta manera, podemos evitar discusiones o conflictos mayores sobre algún problema que se podría haber evitado si se hubiese discutido o hablado desde un principio.
  • Conseguir una mejor armonía y clima  familiar. Dialogar, hablar, negociar y discutir con los hijos sobre cualquier tema, importante o cotidiano, mejora el estado de ánimo de toda la familia. Evitar guardarnos opiniones sobre actitudes o comportamientos que no nos gustan de los otros no es bueno. A la larga, todo termina saliendo y, cuando las cosas se dicen en caliente, es cuando reprochamos y decimos cosas sin sentido y podemos herir a quienes queremos.
  • Demostrarles afecto. Provocar discusiones positivas con los hijos puede ser una forma de demostrarles nuestro cariño como padres. Una discusión es una estrategia para preguntar a los hijos e invitarlos a que se abran y que compartan sus miedos y sus preocupaciones, sus deseos y sus sueños. Para los padres, provocar una discusión tranquila y amena con los hijos es una forma de decirles: “Hijo aquí estamos, aquí nos tienes incondicionalmente para lo que necesites”.

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