Cómo conseguir que tu ansiedad no afecte a tus hijos

Cuando los padres tienen ansiedad, puede hacer que los niños también sientan estas emociones intensas sin saber qué les ocurre exactamente.
Cómo conseguir que tu ansiedad no afecte a tus hijos
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 20 abril, 2020

Los niños imitan lo que ven en sus padres, como los gestos, repiten las palabras y hacen lo que tú haces. Si gritas, gritan, si lees, leen, y si tienes ansiedad, ellos sentirán esa ansiedad también y se comportarán acorde a esa sensación, aunque no entiendan muy bien qué es lo que les está pasando. En este artículo te ayudamos a conseguir que tu ansiedad no afecte a tus hijos.

Los niños se dan cuenta de la ansiedad de los padres

Es normal que los niños capten las ansiedades de sus padres y las imiten. Los niños están muy en sintonía con los niveles de estrés de sus padres y son más vulnerables al estrés pasivo de lo que pensamos. Sus cerebros aún se están desarrollando, por lo que son muy sensibles a los estresores ambientales, como el comportamiento de sus padres.

De hecho, los estudios han demostrado que, incluso cuando los niños no se encuentran en una situación estresante, se alimentan de la energía de sus padres, y cuanto más ansiedad sienta un padre, mayores serán los niveles de ansiedad y estrés de sus hijos. En otras palabras, es muy fácil transmitir tus propias ansiedades a tus hijos sin darse apenas cuenta.

Los cerebros de tus hijos son esponjas y te admiran, modelan su comportamiento y obtienen pistas sobre su propia seguridad en función de tu propio comportamiento y de lo que dices.

Cuando sienten que estás preocupado o ansioso, ellos también temen al mundo. Dicho esto, cuando los padres modelan formas saludables de manejar emociones intensas, pueden enseñar a sus hijos que la ansiedad no es algo que temer, sino algo para aceptar y resolver.

Mujer preocupada por que su ansiedad no afecte a sus hijos.

Que tu ansiedad no afecte a tus hijos: aprende a enfrentar tus miedos

Entonces, ¿qué puedes hacer la próxima vez que comiences a sentirte ansioso? Primero, reconoce y acepta lo que sientes. No trates de luchar o ignorarlo. Hacerlo tiende a exacerbar los síntomas y empeorar tu ansiedad. Recuerda que la ansiedad es solo un sentimiento, como cualquier otro sentimiento.

En lugar de escapar de tus ansiedades, aprende a enfrentar tus miedos y superarlos. La mejor manera de enfrentar la ansiedad es hacerlo de frente. La ansiedad es un comportamiento aprendido que se puede desaprender poniéndose en contacto con el miedo una y otra vez hasta que desaparezca: que tu ansiedad no afecte a tus hijos.

Cuestiona tu ansiedad

Sé realista con tus ansiedades. Pregúntate: “¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Es realista pensar que esto pueda suceder?”. Esto te ayudará a desafiar tus pensamientos y darte cuenta de lo poco realistas e improbables que son tus preocupaciones. Al mismo tiempo, es importante encontrar una técnica que te ayude a hacer frente a lo que sucede, para ello:

  • Respira: los ejercicios de respiración profunda son una buena táctica para reducir los niveles de ansiedad.  Activa la respuesta de relajación del cuerpo. Intenta inhalar hasta contar hasta cuatro, luego exhala lentamente hasta contar hasta cuatro; después, repite esto varias veces.
  • Encuentra un lugar seguro para ti: a muchas personas también les resulta útil detener lo que están haciendo e ir a un lugar tranquilo durante unos minutos para silenciar sus pensamientos y reiniciar.
  • Busca una distracción: cuando estamos ansiosos, nuestros cerebros se aceleran y nuestros pensamientos comienzan a acelerarse. Es importante salir de tu cabeza y ralentizar tus pensamientos. Puedes realizar una actividad que pueda distraer tu mente y comprometer el lado lógico de tu cerebro, como escuchar un podcast, contar números o contar una historia.
    Niña dando un abrazo a su madre mientras sufre un ataque de ansiedad.
  • Busca actividades orientadas a objetivos: si tienes el tiempo suficiente y eres capaz, centra tu atención en una actividad significativa y orientada a objetivos. Podría ser algo tan pequeño como lavar la ropa, ir al cine o sacar a pasear al perro.

Habla con tus hijos sobre lo que sucede y la ansiedad

Si pierdes los estribos o comienzas a estresarte frente a tus hijos, habla con ellos sobre lo que sientes. Muéstrales que sentirte ansioso es una experiencia común y algo que se puede resolver. Si tus hijos te ven enfrentando tus ansiedades y practicando estrategias de afrontamiento, es más probable que modelen esos comportamientos positivos.

Esto les enseña que está bien sentirse con ansiedad y que es completamente manejable. Como resultado, estarán más cómodos y seguros para explorar y jugar en el mundo que los rodea. La crianza de los hijos se trata mucho de enseñar a tu hijo a manejar cosas que no estarán cerca para ver. Demuestra que enfrentar los miedos irracionales y superarlos es mejor que evitarlos o escapar.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.