Secuelas del abuso sexual infantil

Las consecuencias del abuso sexual infantil se manifiestan de forma diferente en cada etapa evolutiva. Te contamos las principales secuelas y cómo hacerles frente.
Secuelas del abuso sexual infantil
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 14 junio, 2020

La infancia es el patio en el que jugamos toda la vida. Las sensaciones que experimentamos durante nuestros primeros años forjan las creencias que nos acompañarán hasta la edad adulta. ¿Imaginas el daño que puede causar, a nivel psicológico, experimentar abuso sexual en esta etapa?

Para un niño, es vital sentirse amado y protegido por los adultos de su entorno. Estos primeros vínculos aportan la seguridad necesaria para crecer con confianza en sí mismo y en los demás. Pero cuando tiene lugar una vulneración tan flagrante de su intimidad y su persona, las consecuencias son de gran magnitud. Especialmente si es un familiar quien comete dicho acto.

Abuso sexual infantil

Se considera abuso sexual infantil a cualquier actividad de índole sexual llevada a cabo con un niño sin consentimiento o cuando este no puede ser dado. Es decir, no es necesario que exista penetración para poder hablar de abuso sexual, pues cualquier tipo de tocamiento de estas características se ve recogido en la misma categoría.

Igualmente, hablamos de abuso sexual tanto si existen amenazas o uso de la fuerza como si no. E independientemente de si existe engaño o si el niño comprende la naturaleza sexual de la actividad.

Niña víctima de abuso sexual infantil.

Cualquier contacto sexual entre un adulto y un niño se considera abuso. Incluso pueden serlo aquellos acercamientos entre dos menores si existe entre ellos una diferencia importante de edad o nivel de desarrollo. En definitiva, la clave se halla en que un niño, dada su corta edad, no se encuentra en posición de dar un consentimiento válido.

¿Cuáles son las secuelas del abuso sexual infantil?

No todos los niños que sufren o han sufrido abuso sexual presentan las mismas consecuencias. Sin embargo, en función de la etapa evolutiva, las secuelas de este suceso suelen ser similares.

Etapa preescolar

  • Problemas psicosomáticos, como dolores de cabeza, problemas estomacales, enuresis o encopresis.
  • Retrasos en el desarrollo.
  • Trastornos internalizantes en los que el malestar se proyecta hacia dentro, como ansiedad o retraimiento.
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Conducta sexualizada. Este es el síntoma más típicamente encontrado en niños víctimas de abusos. Se caracteriza por comportamientos sexuales inapropiados llevados a cabo por el niño, tales como masturbarse en exceso o hacerlo en público.

Etapa escolar

En esta edad se mantienen los trastornos somáticos, la conducta sexualizada y los problemas internalizantes propios de la etapa anterior. Pero, además, suelen aparecer a mayores:

  • Problemas externalizantes en los que el malestar se proyecta hacia afuera, como agresividad y problemas de conducta.
  • Trastornos disociativos.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Dificultades en las relaciones con sus iguales.
  • Desregulaciones en los niveles de cortisol.

Adolescencia

Durante la adolescencia pueden mantenerse todos los síntomas propios de etapas anteriores. Pero, además, aumenta el riesgo de que los jóvenes lleven a cabo una serie de conductas como:

  • Consumo de drogas.
  • Cometer actividades delictivas
  • Padecer problemas de alimentación.
  • Conductas suicidas y autolesivas.
  • Conductas sexuales tempranas y de riesgo.
Chica adolescente con ansiedad social sin querer salir de casa.

Edad adulta

Las secuelas del abuso sexual infantil permanecen en el tiempo y causan conflictos emocionales a largo plazo incluso en la edad adulta. En la mayoría de los casos, los síntomas van disminuyendo con el paso del tiempo, pero es posible que suceda justo lo contrario y estos se agraven, especialmente si no se trata a tiempo.

Así, los adultos que fueron víctimas de abuso sexual infantil tienen mayor riesgo de presentar depresión, trastornos de ansiedad, problemas sexuales y baja autoestima.

Consecuencias del abuso sexual infantil: ¿de qué dependen?

Se ha encontrado que no todas las víctimas de abuso sexual infantil presentan las mismas secuelas. Incluso hay casos en los que no se da un daño posterior significativo. Entonces, ¿de qué depende el impacto de este suceso?

Hay muchos factores que influyen pero que no pueden ser controlados. Sin embargo, si queremos ayudar a un niño a superar esta vivencia, hemos de centrarnos especialmente en ayudarle a desarrollar un estilo de apego seguro, a no autoinculparse por lo sucedido y a utilizar estrategias de afrontamiento adecuadas.

A este respecto, resulta mucho más beneficioso que emplee estrategias de aproximación que de evitación. Es preferible que el abuso sufrido se revele cuanto antes, que se le crea y reciba el apoyo familiar y profesional necesario. Ignorar el asunto, taparlo o evitar hablar de él puede tener consecuencias muy negativas.


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  • Cantón-Cortés, D., & Cortés, M. R. (2015). Consecuencias del abuso sexual infantil: una revisión de las variables intervinientes. Anales de Psicología/Annals of Psychology31(2), 552-561.
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