Salud dental en niños con necesidades especiales
Los padres cumplen un rol fundamental a la hora de cuidar la salud dental de los niños con necesidades especiales. Pero, muchas veces, el cansancio, la falta de información o la aparición de otros problemas, lleva a que la atención de la boca pase a un segundo plano.
Sin embargo, desatender la salud oral de estos infantes puede traer consecuencias molestas e incluso, peligrosas. Por eso, en este artículo vamos a contarte todo lo que debes tener en cuenta al respecto.
¿Qué entendemos por necesidades especiales?
Cuando hablamos de los niños con necesidades especiales nos referimos a aquellos pequeños que requieren cuidados o atenciones individuales y específicas, debido a una discapacidad o condición limitante en su desempeño. Esta última puede ser de tipo física, mental, sensorial, conductual, cognitiva, emocional o del desarrollo.
Algunos ejemplos de estas condiciones son el labio leporino o el paladar hendido, los trastornos neurológicos, la epilepsia, el síndrome de Down, la parálisis cerebral o la infección por VIH. También, aquellos pequeños con deficiencias visuales o auditivas o con problemas del desarrollo cerebral o del aprendizaje.
A raíz de su condición de base, los niños con necesidades especiales son más propensos a sufrir problemas de salud dental. Según la Academia Americana de Odontopediatría (AAPD) y la Sociedad Española de Odontopediatría, estos infantes necesitan recibir las intervenciones sanitarias a través de programas y de servicios especializados.
Condiciones orales y la salud dental
Los niños con necesidades especiales tienen mayor riesgo de sufrir ciertos problemas de salud dental. Algunas patologías comunes, como las caries y la enfermedad de las encías, son muy frecuentes en estos pequeños y además, suelen ocurrir a edades tempranas o de manera más agresiva.
A continuación, te contaremos cuáles son las dolencias más frecuentes de este grupo de pequeños:
- Caries: esta patología está asociada a la inadecuada higiene oral, al consumo regular de dietas y de medicamentos ricos en azúcares y a la menor secreción salival. El reflujo gastroesofágico, el sistema inmunitario alterado, los defectos en el esmalte dentario, el uso prolongado de biberón y las maloclusiones también favorecen al desarrollo de la enfermedad.
- Enfermedad periodontal: la placa bacteriana se acumula por la inadecuada higiene bucal, por la presencia de azúcar en exceso y por la menor secreción salival. Si no se elimina, se transforma en sarro, se inflaman las encías y se destruyen los tejidos de sostén. Los problemas en el sistema inmunitario también favorecen al desarrollo de este tipo de infecciones.
- Excesivo crecimiento de las encías: el uso de algunos medicamentos (como los anticonvulsivos) o el hábito de respirar por la boca aumentan el crecimiento del tejido gingival. La hiperplasia gingival favorece a la retención de placa bacteriana y, de esta manera, a la aparición de los problemas periodontales.
- Maloclusiones: los problemas de mordida y los apiñamientos dentales son comunes en estos pacientes. El desarrollo anormal de los maxilares y de los músculos faciales, la forma de alimentarse, la presencia de hábitos dañinos y la salida tardía de las piezas dentarias predisponen al desarrollo de esta patología.
- Anomalías dentarias: como las alteraciones en la cantidad, en el tamaño o en la forma de los dientes. También, retrasos en la erupción de las piezas.
- Traumatismos: los golpes en la boca y las lesiones en las mucosas orales también son habituales en este grupo de pequeños. Las caídas o los accidentes asociados a las convulsiones o a la falta de reflejos y de coordinación predisponen a las fracturas dentales.
- Hábitos orales dañinos: algunos niños adquieren costumbres que atentan contra la salud oral, como respirar por la boca, apretar los dientes, acumular alimentos, sacar la lengua, tocarse las encías o morderse los labios.
Consejos para cuidar la salud dental de los niños con necesidades especiales
Cada infante, según la condición que padezca, requiere de cuidados bucales específicos. No obstante, existen algunas prácticas comunes que pueden ser útiles a la hora de cuidar su salud dental. ¡Apunta!
Adecuada higiene bucal
La limpieza de la boca debe comenzar desde edades tempranas. Si aún no hay dientes, la cavidad oral se debe higienizar con una gasa húmeda o con un dedil de silicona. Tan pronto como aparezca el primer elemento dentario, es necesario empezar con el cepillado.
Ten presente que todos los niños necesitan la ayuda de sus padres a la hora de limpiar su boca, para que el procedimiento se lleve a cabo de manera adecuada.
Los adultos deben encargarse de realizar el cepillado dental de los niños 2 o 3 veces al día, todos los días. Además, procurar la adecuada limpieza de las zonas entre los dientes con el hilo dental o con los cepillos interproximales y los irrigadores dentales. Por otra parte, cuando los pequeños muestren interés por realizar su propia higiene dental, es buena idea buscar un cepillo acorde a sus necesidades.
La pasta de dientes a utilizar debe contener flúor para disminuir el riesgo de caries. La cantidad a emplear dependerá de la edad del pequeño y de su capacidad de escupir. El odontólogo evaluará la situación y le brindará a la familia las recomendaciones necesarias para cada caso, además de aconsejar sobre el uso de algún otro producto especial.
Nutrición saludable
La dieta que mantengan los pequeños con necesidades especiales dependerá, en gran medida, de su condición de salud y de sus posibilidades. De todos modos, vale la pena aclarar que se deben evitar los alimentos con alto contenido de azúcar, como los dulces, las chucherías, los jugos, los refrescos y las bebidas carbonatadas. Lo ideal es que la pauta nutricional sea completa y variada.
La alimentación a través del biberón o en forma de puré puede resultar más cómoda para los padres. Pero si el pequeño es capaz de masticar y de tragar, el contacto con alimentos más consistentes ayudará al desarrollo de los maxilares y de los músculos orofaciales. De todos modos, siempre se deberán seguir las indicaciones del médico a cargo.
Dentista adecuado
Todos los niños con necesidades especiales deberían tener su primera consulta con el odontólogo antes del primer año de vida. Mientras antes se comience con el cuidado de la boca, menores riesgos de sufrir complicaciones habrá. En este sentido, a la hora de buscar un dentista, es importante averiguar los antecedentes y la formación del profesional, así como el perfil, las recomendaciones y las opiniones de otros pacientes.
Muchos odontopediatras y dentistas se especializan en la atención de niños con necesidades especiales. Incluso, cuentan con equipamiento específico y con grupos de trabajo que permiten dar soluciones integrales a sus pacientes. Lo ideal es que el pequeño sea tratado siempre por el mismo profesional, para que pueda establecerse un vínculo de confianza. De ese modo, el niño se habituará a las visitas y a las intervenciones odontológicas.
La clave es la paciencia y la constancia
Ocuparse del cuidado de la salud dental en los niños con necesidades especiales es fundamental para prevenir los problemas bucales que te contamos. Aunque a veces resulte agotador, las prácticas de higiene y de alimentación en el hogar evitan problemas más graves y difíciles de solucionar.
El conocimiento, la paciencia, la constancia y el amor serán necesarios para sostener las rutinas que mantienen la boca sana. Confiar y recibir ayuda de un odontopediatra comprometido traerá beneficios y tranquilidad.
Recuerda que la salud dental de los niños con necesidades especiales depende del compromiso y del cariño de las manos dispuestas a ayudarlos.
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