5 recomendaciones para la primera visita al dentista

La visita al dentista por primera vez debe ser una experiencia agradable y emocionante para no marcar este evento con recuerdos desagradables que influyan negativamente en las futuras consultas dentales.
5 recomendaciones para la primera visita al dentista
María Belén Del Río

Revisado y aprobado por la médica María Belén Del Río.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 15 mayo, 2019

La primera visita al dentista de nuestros hijos puede llegar a tornarse traumática por muchos factores. Algunas veces, por no saber que ocurrirá en ese consultorio, los pequeños sienten miedo e inseguridad; también puede que los padres les transmitan sus temores y los pequeños se dejen influenciar por ellos.

Desde el momento mismo en el que empiezan a brotar los primeros dientes, los niños manifiestan una serie de incomodidades; por lo general, hay fiebre y dolor en las encías. Lo más recomendable entonces es consultar con el médico para que nos indique cómo debemos proceder.

Una vez que observemos que la dentadura del infante ha emergido plenamente, debemos programar la primera visita al dentista. Esta experiencia, buena o mala, marcará al niño para toda su vida, por lo que debemos procurar que sea positiva. Así, el pequeño tendrá una buena actitud y disposición en las citas venideras.

¿Cómo es la primera visita al dentista?

Generalmente, la primera visita al dentista consiste en un breve examen bucal y una charla con los padres sobre la higiene que requiere el pequeño en esta zona. Es comprensible que, en este encuentro, el niño se sienta temeroso y consentido.

Una buena estrategia para que se relaje y se sienta seguro es que, mientras se conversa con el médico, lo sentemos en las piernas. Luego, al acomodarlo en la silla donde será examinado, sostenerle con firmeza la mano.

En este primer encuentro, los adultos deben mantener la calma y estar en total contacto físico y visual con el niño para transmitir tranquilidad. Cuando el odontólogo concluya su labor exploratoria, debemos aclarar con él todas las dudas referentes a la dentición del infante y solicitar las sugerencias ideales para su mantenimiento.

Recomendaciones para la primera visita al dentista

Esta cita puede convertirse en una salida divertida si utilizamos la creatividad para transformarla en una experiencia gratificante y digna de repetir. Con ello, dejaremos de lado el temor que supone esta clase de encuentros en los pequeños. Para lograrlo, te dejamos algunas recomendaciones:

Juego motivador

Podemos asociar un juego que el pequeño disfrute con la salida al dentista; por ejemplo, el escondite. Mientras se camina al consultorio, se juega a esconder un objeto que se tenga a la mano y se le da la oportunidad al niño de que lo encuentre varias veces. De este modo, llegará relajado y con la mente despejada a la cita.

Las consultas con el odontólogo son fundamentales para prevenir problemas desde su inicio.

También se puede plantear un juego de comparaciones. Se toman como referencia los objetos que estén dentro del consultorio y se los compara con otros que se encentren en un parque o en el mercado. La idea principal es que el niño vea la consulta del dentista y el espacio en donde se lleva a cabo como una oportunidad de divertirse.

Llevar un tótem

Antes de salir a la consulta, se le indica al niño que pude llevar un tótem; es decir, un objeto que él considere muy valioso o importante. Se le ha de explicar que, con dicho articulo, se vuelve un chico muy poderoso y que afrontará con gallardía la prueba ante el doctor. El pequeño se llenará de valor y tendrá buena disposición.

Charla informativa y alentadora

Horas antes de partir al consultorio, es bueno realizar una pequeña charla en la que se explique hacia donde se dirigen y el objetivo de esa salida. Se le puede decir que van al dentista para comprobar que todo esté bien con sus dientes y que lo feliciten por su excelente trabajo.

“En este primer encuentro, los adultos deben mantener la calma y estar en total contacto físico y visual con el niño para transmitir tranquilidad”

Demostrar la buena higiene bucal de todos en la familia

Lo mejor siempre es dar el ejemplo. Es por ello que es necesario que el pequeño observe las normas de higiene bucal que practican todos en la casa.

Con esto, se dará cuenta de la importancia que tiene el cuidar los dientes y no temerá asistir al dentista. Al contrario, estará orgulloso de mostrar al especialista lo bien que él y su familia cuidan de sus dentaduras.

Buena clínica dental

Es necesario escoger un buen un consultorio dental, preferiblemente uno en el que el especialista se sienta cómodo al tratar con niños y se reduzcan las probabilidades de que se genere algún tipo de trauma que pueda afectar al pequeño en el futuro.

Si la cita es en la mañana, mucho mejor; por la tarde se sienten más cansados y menos dispuestos a experimentar cosas nuevas.

La primera visita al dentista debe encararse con paciencia y tacto para que resulte positiva para el niño.

Al finalizar la primera visita al odontólogo, sería ideal hacerle al niño un reconocimiento por su valentía. En principio, debe ser de manera verbal, para enfatizar su buen comportamiento y lo orgullosos que se sienten todos de ello.

Luego, podríamos hacerle un pequeño obsequio; preferiblemente algún artículo que motive a la higiene dental con alegorías de sus personajes favoritos.

Reforzando su buen comportamiento y haciendo de esta experiencia algo novedoso, con certeza nuestros hijos tomarán con naturalidad y alegría las próximas citas al odontólogo. Y no solo eso, sino que también puede contribuir a que las visitas a cualquier otro médico sean mucho más llevaderas y armónicas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.