¿Qué es el parto fisiológico?

La naturaleza mamífera de las mujeres embarazadas nos ha provisto de una capacidad innata para parir y acompañar el nacimiento de nuestros hijos.
¿Qué es el parto fisiológico?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 10 julio, 2020

La naturaleza mamífera de las mujeres nos ha provisto de una capacidad innata para parir y acompañar el nacimiento de nuestros hijos. Instinto interferido, en muchas ocasiones, por los protocolos de actuación predominantes en los actuales sistemas de salud. Estas acciones suponen, en muchos casos, perjuicios para la salud de la madre y de su bebé. A continuación veremos en qué consiste el parto fisiológico.

¿Qué es el parto fisiológico?

El parto normal o fisiológico es el proceso biológico a través del cual el bebé envía señales a su madre para que se inicie el parto. A partir de aquí, madre e hijo inician un proceso hormonal conjunto que finalizarán con el nacimiento del bebé.

Al igual que la concepción y el desarrollo del bebé durante el embarazo, el parto supone un momento para el que madre y bebé están fisiológicamente preparados.

¿En qué condiciones se da?

El parto fisiológico se da mediante la segregación de dos hormonas principalmente:

  1. Oxitocina: produce las contracciones y sensaciones de placer, y prepara a la madre y al bebé para el nacimiento.
  2. Adrenalina: paraliza el parto ante cualquier peligro y centra la atención en huir y protegerse.
    Mujer embarazada pensando en el parto fisiológico.

El proceso de parto se da de manera segura cuando es dirigido por el cerebro mamífero. En este caso, madre y bebé se unen en una experiencia sensorial en la que su instinto, regulado por oxitocina, dirige el proceso. Cualquier intervención del neocórtex (cerebro racional) segrega adrenalina. Esta hormona detendrá el proceso natural de parto induciendo a posibles complicaciones.

Para que la madre pueda segregar oxitocina y se dé un parto natural, debe sentirse segura, protegida y respetada en un ambiente íntimo. Desde El Parto es Nuestro indican que, salvo alguna complicación, el proceso de parto debe acontecer de manera natural y sin ningún tipo de intervención.

Las condiciones necesarias para que se de un parto natural vienen especificadas en la Estrategia de Atención al Parto Normal, publicadas por el Ministerio de Salud y Política Social en el año 2007.

¿Por qué es importante respetar el parto fisiológico?

Respetar el proceso natural de parto tiene consecuencias que van más allá del hecho mismo de parir. Un parto respetado, que ofrece a la madre un ambiente íntimo, se respeta su libertad de acción, se minimizan las intervenciones externas, etc., permite a la madre sumergirse en el proceso del parto en total conexión con su bebé.

La vivencia del bebé, desde el mismo momento de su concepción, condicionará su desarrollo en la vida adulta. El parto, por tanto, supone otro momento crucial cuyo desarrollo contribuye a la evolución posterior del bebé. El inicio de la lactancia y del vínculo vienen muy condicionados por el tipo de parto vivido por la diada madre-bebé.

Los partos en los sistemas de salud actuales

Durante los años 70, surgió en Irlanda un modelo de atención al parto denominado ‘Dirección activa del parto’. En él, el ginecólogo es quien guía el parto y la parturienta debe seguir sus indicaciones para prevenir posibles patologías surgidas durante el parto. Este sistema de atención al parto está todavía vigente en muchos países y, sobretodo, en España.

¿Qué ocurre cuando se realizan intervenciones innecesarias?

Partiendo de la definición de parto fisiológico, cualquier intervención que suponga un distractor para la madre, la saque de la conexión con su cuerpo y con su bebé y la conecte con su neocórtex puede considerarse intervención innecesaria.

Bebé recién nacido piel con piel con su madre.

Muchas intervenciones médicas injustificadas (enema, rasurado, monitorización fetal continuada, tactos vaginales innecesarios, rotura de la bolsa, episotomía, etc.), junto con otras condiciones hospitalarias (mucha luz, mucha gente, ruido, etc) paralizan la segregación de oxitocina.

Todo ello detiene el proceso natural del parto. La adrenalina pasa a controlar todo el proceso, resultado del miedo y estrés que siente la madre. A partir de aquí, se pueden iniciar complicaciones en el parto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye el término de Violencia obstétrica para referirse a todas las acciones inadecuadas, innecesarias y, por tanto, irrespetuosas con la vivencia del parto de la madre y de su bebé.

Conclusión

Sin obviar los grandes beneficios que han supuesto para la sociedad los avances producidos en la Medicina, en el caso de los partos cabe, quizás, replantearse ciertas prácticas médicas por el perjuicio que generan. Desde la OMS, el Ministerio de Salud y asociaciones como El Parto es Nuestro se promueven cambios en beneficio de la recuperación de acciones respetuosas ante el parto. Las consecuencias sobre la salud repercutirán positivamente en las generaciones futuras.


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