¿Qué es la educación intercultural?

La interculturalidad hace alusión a la posibilidad de una convivencia respetuosa entre personas con identidades culturales distintas. Con lo cual, una educación intercultural debe estar encaminada a formar personas capaces de convivir con otras siempre bajo la premisa del respeto a las diferencias.

Escrito y verificado por la pedagoga María Matilde.

Última actualización: 09 julio, 2020

Para comprender qué es la educación intercultural debemos recordar, en primer lugar, qué es la cultura. Tal y como la define la antropología cultural, y más concretamente Edward B. Tylor (1871), la cultura es “ aquel todo complejo que incluye el conocimiento , las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquirido por el hombre en cuanto miembro de la sociedad”.

La cultura se aprende a través del proceso de socialización, con lo cual cada persona aprenderá lo que una sociedad y su entorno familiar más próximo le enseñen en un tiempo histórico concreto. Y sus comportamientos, maneras de interpretar la realidad y sus valores dependerán de sus circunstancias personales y de su propio contexto social y cultural.

Una sociedad multicultural

Históricamente, y en la actualidad, los pueblos y las naciones se han ido formando a partir de la inmigración y la emigración de las personas. Esto ha permitido hoy en día que vivamos y formemos parte de una realidad multicultural, es decir, que estemos siempre en contacto con personas con diversas culturas y lenguas, y con quienes debemos convivir, integrarnos y respetarnos.

Existen distintas posturas frente a la situación de multiculturalidad, es decir, frente a las culturas y a las costumbres que no son las nuestras. Como, por ejemplo, adoptar una actitud etnocentrista que nos dispone a analizar otras culturas desde nuestros propios puntos de vista. Lo cual puede traer aparejado una cierta dificultad para ponernos en el lugar de los demás, e incluso sentirnos mejores y superiores que ellos.

Otra actitud puede ser la de adoptar un cierto relativismo cultural al mostrarnos más tolerantes con otras culturas, grupos y manifestaciones culturales. Pero esta actitud, si bien parte del respeto por la diferencia,  no se plantea como fundamento la posibilidad del contacto y el intercambio consciente entre diversos grupos culturales, tal y como lo concibe una postura intercultural.

Una actitud intercultural

La interculturalidad, a diferencia de otras actitudes, implica dar un paso más respecto del encuentro entre grupos culturales diferentes. No solo se trata de convivir pacíficamente en un mismo espacio social y temporal, sino también de propugnar la interacción y el intercambio como posibilidad de crecimiento y desarrollo, tanto social como individual.

Con lo cual, podemos definir a la interculturalidad como un proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas. La interculturalidad es un medio para promover la comunicación entre las personas y siempre en un plano de igualdad.

Una educación intercultural

Entonces, una educación intercultural se trata de un enfoque holístico con carácter inclusivo, orientada a desarrollar actitudes de respeto y de tolerancia por lo diferente. Pero, a su vez, también orientada a poner de manifiesto la necesidad de concebir la diversidad como una forma de enriquecimiento personal y colectivo.

Una educación intercultural es una educación para todos en la que no se permite que las ideas y las acciones de una persona o grupo cultural estén por encima del otro. En este sentido, se trata de una educación que intenta modificar las prácticas, fomentando y favoreciendo el diálogo, la concertación y la participación afectiva de cada uno respecto de realidades ajenas.

Principios básicos de una educación intercultural

Una educación intercultural deberá organizarse pensando y repensando determinados conceptos como racismo, discriminación, exclusión, y sobre la base de los siguientes principios que la definen:

• Promover el respeto por las culturas y costumbres distintas.
• Favorecer el contacto entre grupos sociales con identidades específicas diversas.
• Percibir la diversidad como un valor y no como una deficiencia.
• Incrementar la equidad educativa y la igualdad de oportunidades.
• Favorecer y promover la comunicación, el diálogo y la convivencia.
• Perseguir la integración como forma de mantener las identidades culturales específicas mientras se coexiste con otras distintas.

En definitiva…

Un educación intercultural implica toda una reorganización de las políticas, de las instituciones, de la formación del profesorado, del currículo escolar y de las prácticas educativas. Todo ello es necesario para lograr la meta que se propone una educación intercultural, que no se trata de conseguir que aprendamos la cultura del otro, sino que aprendamos a partir del contacto y el encuentro con él.