¿Qué es la educación especial?

Los niños con alguna discapacidad física, intelectual o emocional presentan necesidades que la educación especial apunta a subsanar. Repasamos sus características y objetivos principales.

La integración es clave en la educación especial.

La educación especial tiene como objetivo potenciar las habilidades y favorecer el desarrollo integral de las personas con discapacidades. No solo apunta a lo estrictamente educativo, sino que también se dedica a posibilitar la adquisición y asimilación de conductas y conocimientos culturales.

En las últimas décadas, se ha propuesto también el término necesidades educativas especiales, que hace hincapié en la adaptación del sistema educativo a las necesidades que cada alumno plantea. Justamente, ese es uno de los objetivos primordiales de todo sistema de educación: permitir el acceso de todas las personas a una capacitación integral básica que atienda a las particularidades de cada sujeto, sea individualmente o en conjunto.

Según el artículo 73 de la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa de España (legislación vigente en la actualidad), el alumno con necesidades especiales es aquel que requiera determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta por un periodo de su escolarización o a lo largo de ella.

Además, en la Ley Orgánica de Educación, se habla de garantizar la equidad, de modo que esta actúe como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que se deriven de cualquier tipo de discapacidad.

Características de la educación especial

Una vez desarrollado el concepto y el marco normativo, podemos adentrarnos en cuestiones específicas de la educación especial. Lo primero que se debe remarcar es que la educación especial no se centra en las limitaciones de un niño. Por el contrario, lo que se busca es brindarle las herramientas para que su desarrollo integral se equipare (o supere, incluso) al de los demás.

La educación especial también apunta a la recreación.
En décadas anteriores el trastorno se veía como un obstáculo infranqueable. Hoy, la concepción es otra. Los avances tecnológicos, tanto en los tratamientos de las diferentes discapacidades como en la fabricación de elementos que permitan una adaptación a cada alumno, han posibilitado un cambio de paradigma en este ámbito.

Qué niños son susceptibles de recibir educación especial está estipulado en las leyes de cada país. Existen evaluaciones y escalas para determinar el tipo de educación requerida.

Asimismo, el seguimiento cotidiano que los padres hagan del desarrollo y la maduración del niño son igual de importantes para detectar eventuales desventajas que pueda padecer frente a otros compañeros de clase de la misma edad.

“La educación especial busca brindar al alumnado con discapacidad las herramientas adecuadas para que su desarrollo integral se equipare (o supere, incluso) al de los demás”

Como mencionamos anteriormente, la educación especial, así como la educación del resto de alumnos, no se basa solamente en lograr que los niños aprendan y estudien, sino que también tiene como fin el pleno desarrollo emocional y de la parte lúdica de los niños.

Educación especial para niños superdotados

La mayoría de los casos de niños con requerimientos especiales en el plano educativo se refieren a discapacidades visuales o auditivas, niños con Síndrome de Down, autismo o alguna otra deficiencia física, mental, intelectual o sensorial. Sin embargo, la educación especial también tiene como objeto a los niños superdotados.

Estos últimos son niños que cuentan con habilidades cognitivas por encima de la media, no solo para su edad, sino en comparación con la población en general. Destacan por su capacidad de observación, memoria, concentración, razonamiento y creatividad.

La educación especial también debe atender a los niños superdotados.

Afrontar la educación de un niño superdotado no es sencillo, al contrario de lo que muchos pueden pensar. Los recursos (escuelas, maestros capacitados) suelen escasear. Además, es necesario comprender que el coeficiente intelectual alto les brinda potencialidad, no rendimiento garantizado.

Esto último depende de muchos factores, como la educación de cualquier otro niño: contención, aceptación, relaciones con los demás o motivación, entre muchos otros.

Consejos para favorecer la inclusión de niños con discapacidad

La infancia es una etapa en la que se absorbe mucho del ambiente que nos rodea. Por eso, es importante que los niños, ya sea dentro del ámbito de la educación especial o fuera de ella, comprendan las particularidades de sus compañeros y aprendan a aceptarlas.

Aquí te contamos algunos consejos para favorecer esta empatía:

  • Explícale que una discapacidad no es un límite. Puedes hacerlo a través de historias o vídeos de niños con discapacidades logrando metas increíbles.
  • Haz actividades con sus sentidos. Por ejemplo, tápale los ojos o los oídos y muéstrale como se ve el mundo desde esta perspectiva. Así, se podrá poner en el lugar del otro y entender mejor su situación.
  • Fomenta el acercamiento. Rompe la timidez o la lejanía que se pueda presentar entre ellos. Invítalos a compartir actividades o comidas para que vean que pueden llevar una relación totalmente normal.

Lo importante es que poco a poco la educación contribuya a todo ello de forma gradual, y nunca se estanque o retroceda en esta importante tarea.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

Scroll al inicio