¿Qué es el daño cerebral adquirido?

El daño cerebral adquirido es la principal causa de discapacidad sobrevenida en la infancia. Aquí brindaremos una breve guía para explicar qué es y qué consecuencias tiene en los niños y adolescentes.
¿Qué es el daño cerebral adquirido?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 marzo, 2019

El daño cerebral adquirido se produce tras una lesión cerebral que sobreviene después del nacimiento. La misma produce un déficit permanente o temporal, de tipo físico, psíquico, cognitivo, conductual, sensorial, emocional o social, y reduce la capacidad funcional y la calidad de vida del niño.

Se produce tras una lesión en las estructuras cerebrales que interrumpe el desarrollo normal del cerebro infantil. El daño cerebral adquirido puede originarse por un traumatismo craneoencefálico tras sufrir algún accidente o caída, por falta de oxígeno en el cerebro, tumores cerebrales, por accidentes cerebrovasculares, por encefalopatías, epilepsia refractaria, radioterapia del sistema nervioso y otras enfermedades de carácter infeccioso.

Cuando un niño ha tenido una lesión cerebral, las consecuencias pueden demorarse hasta el momento en que la capacidad afectada termine de desarrollarse. Aunque al principio parece que el niño no tiene secuelas, después de un tiempo se ponen de manifiesto ciertas dificultades que no se relacionan con el daño cerebral y generan desconcierto e incomprensión en el ámbito familiar y en la escuela.

Es recomendable que el niño con daño cerebral adquirido sea atendido por un equipo multidisciplinar para su adecuada rehabilitación. Para realizar una atención integral, es conveniente que intervengan los siguientes profesionales: el neuropediatra, el médico rehabilitador, el neuropsicólogo, el psicólogo clínico, el fisioterapeuta, el psicomotricista, el logopeda, el terapeuta ocupacional y el psiquiatra infantil.

¿Cuáles son las consecuencias del daño cerebral adquirido infantil?

Hay que tener en cuenta que las consecuencias de un daño cerebral dependen de la zona del cerebro lesionada, de la gravedad de dicha lesión y de la edad a la que acontece. Algunas de las principales consecuencias del daño cerebral adquirido son:

Consecuencias de carácter físico y sensorial

Afectan la movilidad, la actividad y la seguridad del niño. Las mismas pueden compensarse con adaptaciones y productos de apoyo.

Daño cerebral adquirido.

Consecuencias de tipo cognitivo

A los niños con daño cerebral adquirido se les presentan problemas motrices, cognitivos y de comportamiento juntos, lo que conforma una realidad diferente y específica que debe ser tratada como tal.

Consecuencias en la comunicación

Si la lesión se produce en el hemisferio lateral dominante, generalmente suele ser el lado izquierdo. Es común que se vea afectada la comunicación y la capacidad de entendimiento y de expresión a través del lenguaje oral, provocando afasia y dislexia. También se puede manifestar dificultad para nombrar objetos cotidianos, provocando anomia. Otras veces se ve afectada la voz, causando disfonía.

Consecuencias en el juicio y la toma de decisiones

Las funciones ejecutivas son comúnmente afectadas, ya que influyen de manera directa en la capacidad para tomar decisiones. El niño puede tener dificultades para iniciar cualquier actividad, dudas y respuestas poco adecuadas o ineficaces ante determinadas situaciones.

Consecuencias emocionales y conductuales

El comportamiento de los niños con daño cerebral adquirido puede llegar a ser inadecuado en el colegio y fuera de él. Las alteraciones conductuales pueden ponerse de manifiesto después de meses o años después de producirse la lesión, y tienen que ver con la naturaleza de esta y su evolución.

Las manifestaciones más frecuentes son:

  • Baja tolerancia a la frustración.
  • Enfados desproporcionados.
  • Agresividad.
  • Cambios repentinos de humor.
  • Desinhibición.
  • Comentarios inadecuados.
  • Aislamiento.
  • Etc.

¿Qué hacer para disminuir las secuelas del daño cerebral adquirido infantil?

Fatiga

En caso de que el niño padezca fatiga, lo mejor es programar las actividades de manera gradual y fijar intervalos de descanso frecuentes.

Limitaciones en la memoria

Cuando el niño tenga limitaciones en la memoria, es aconsejable hacer un cuaderno de recuerdos con agenda diaria, recordatorios, alarmas, etc. Así como facilitar y entrenar en el uso de herramientas de apoyo, como pizarras, calculadoras, tablets, teléfonos móviles, ordenador, etc.

Utilizar pistas y reclamos para promover la autonomía al realizar tareas, como notas adhesivas, códigos de colores por materias, esquemas… También es bueno que se utilicen pruebas o test (siempre que sea posible) para que el niño pueda reconocer la información correcta. Por último, es muy importante que aprenda a relacionar la información nueva con lo aprendido inmediatamente antes.

Limitaciones de atención

Si el niño tiene déficit de atención, es importante proponer una sola tarea por vez para evitar propuestas en simultáneo. Se le deben suprimir elementos distractores e innecesarios en el espacio básico de trabajo para que tenga la plena disposición de escuchar y de realizar la tarea que tiene que hacer.

También, es importante dosificar la información, no introducir cambios repentinos en la actividad. Además de expresar, de manera clara, el reconocimiento del progreso en el momento que se produzca.

Limitaciones en la comunicación

Si las limitaciones del niño tienen que ver con la comunicación, es imprescindible utilizar mensajes cortos y claros. Animarlo para que participe en la conversación, dar tiempo para que responda y prestarle atención.

Hablar despacio, acompañar las instrucciones verbales con las escritas. Así como facilitar el uso de herramientas que apoyen la comunicación, como grabadoras, comunicadores, tablets…Reducir el ruido de fondo y evitar utilizar doble lenguaje o bromas también es muy beneficioso.

Daño cerebral adquirido.

Limitaciones en la toma de decisiones

En cuanto a las limitaciones en la toma de decisiones, es pertinente establecer un plan o rutina que estipule las tareas diarias para brindarle seguridad al niño. También ayudarlo a identificar situaciones problemáticas en el aula y en la familia y buscar soluciones alternativas.

Además, se debe preparar al niño con anterioridad ante cualquier cambio de rutina que pueda surgir en el aula o en la familia. Es conveniente proporcionar esquemas que ayuden al pequeño a organizarse y, ante cualquier duda, recordarle algún código preestablecido que lo invite a parar y pensar.

Limitaciones de conducta

Para disminuir este tipo de limitaciones es conveniente fijar con claridad los límites, evitar el enfrentamiento ante un comportamiento inadecuado y desviar la atención del niño hacia otra cosa que pueda interesarle.

También se deben dar alternativas a los comportamientos inapropiados. Realizar las modificaciones pertinentes en el ambiente para evitar los comportamientos indebidos y premiar la conducta adecuada para generar hábito. Si el niño se muestra desinhibido, lo mejor es no evidenciar una preocupación excesiva.

Estas son algunas pautas para la interpretación y el manejo de algunos comportamientos y actitudes que derivan de las secuelas del daño cerebral adquirido infantil.


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