Por qué mi hijo saca malas notas y cómo puedo ayudarlo

Una de las preocupaciones de los padres son las malas notas que sacan sus hijos. No entienden cuáles pueden ser las razones que están llevando a su hijo a esta situación.
Por qué mi hijo saca malas notas y cómo puedo ayudarlo
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 13 octubre, 2020

¿Por qué mi hijo saca malas notas? Esta es una de las preguntas que nos hacemos los padres ante el fracaso escolar de nuestros hijos que, en muchas ocasiones, no sabemos cómo afrontarlo.

Ante todo, debemos saber la razón real de esas malas notas. Muchas veces no son debidas a la pereza de los niños; ellos quieren hacerlo bien, pero no pueden.

En ocaciones, los pequeños se sienten infravalorados por sus notas. Piensan que sus padres los van a querer dependiendo de su éxito o no en los estudios.Por esta razón, es importante hacerles saber que nuestro amor hacia ellos es incondicional, independientemente de sus notas. Esto tenemos que repetírselo frecuentemente para que lo asimilen bien.

¿Por qué mi hijo saca malas notas?

Lo primero que tenemos que hacer es descartar que las malas notas de nuestros hijos sean debidas a problemas de dislexia o disortografía, porque esto sí requiere una atención más especializada.

Mi hijo saca malas notas.

Otra de las razones es que el niño sea inteligente, pero perezoso. Sí, a veces la pereza puede ser un factor que tenemos que tener en cuenta, pero con frecuencia esta no es la causa de las malas notas. Algunos de los “enemigos” más comunes del éxito escolar pueden ser

  • Niños que son intelectualmente precoces.
  • Pequeños que sufran angustia por separación.
  • No sepan gestionar bien sus emociones, sobre todo si piensan que están obligados al éxito siempre.

Niños intelectualmente precoces: educar en el esfuerzo

Los niños que tienen una alta inteligencia o son precoces a la hora de adquirir conocimientos tienen una gran facilidad para comprender lo que leen, sin el menor esfuerzo, pero hay un problema: aprender no es comprender.

Aprender requiere un esfuerzo; comprender es más fácil. Estos niños precoces no suelen esforzarse: siguen la ley del mínimo esfuerzo. Aquí lo importante es corregir esa falta de esfuerzo poco a poco, no solo en los deberes escolares, sino en los deportes o tareas que realice.

¿Cómo lo ayudo?

Un niño que no esté educado en el esfuerzo puede estar muy dotado intelectualmente, pero va a obtener unos resultados que no son acordes con su inteligencia y al final acabará por deprimirse y cerrarse a los estudios.

Lo que tenemos que hacer es pedir al principio un esfuerzo limitado y motivar al niño, ofreciéndole alguna recompensa al cabo de algunos esfuerzos y resultados. Estas recompensas no tienen por qué ser materiales, pueden ser una salida al cine, una tarde en el campo, etc.

Mi hijo saca malas notas por la angustia por separación

Esta se suele produce en edades tempranas como consecuencia de separaciones de la madre que los niños viven como algo traumático: nacimiento de un hermano, destete brusco, ausencia de la madre entre los 18 meses y 2 años…

Los pequeños con problemas de angustia por separación, cuando están en el colegio sin la presencia de su madre, están permanentemente angustiados. Esta angustia paraliza el funcionamiento cognitivo del niño y es incapaz de seguir la clase y entender lo que por su capacidad intelectual sí está preparado para entender.

¿Qué puedo hacer?

Si nuestro niño se encuentra en esta situación, lo que tienes que hacer es pedir ayuda a un terapeuta especializado en este tipo de problemas. De esta manera, podrá salir de este bloqueo intelectual y recuperar la normalidad.

Niño quejándose porque no quiere hacer los deberes.

No todo consiste en el éxito, sino en hacerlo lo mejor posible

Todos tenemos la necesidad de sentirnos exitosos en lo que hacemos, pero a veces, para los niños y para algunos padres, este deseo se convierte en algo totalitario.

Es entonces cuando el éxito pasa a ser una obligación y el pequeño sufre una angustia y tensión excesiva por poder alcanzar el éxito en sus notas cuando esto no sucede y el niño no ha sacado la calificación que esperaba. Por esta razón, pierde la confianza en sí mismo y se siente insatisfecho, por lo que acaba por deprimirse.

¿Pero qué pasa si acaba deprimiéndose? Pues todo lo contrario a lo que queremos: sus notas van a ir peor en lugar de ir a mejor.

¿Cómo lo soluciono?

Pedir a nuestros hijos que hagan los exámenes y sus ejercicios lo mejor que puedan siempre y no centrarnos en los resultados, sino en su esfuerzo por hacerlo todo lo bien que pueda.

Esperamos que esta información os sirva para dar respuesta a la pregunta que muchos padres nos hacemos y que aquí encontréis algunas soluciones para poder ayudar a los más pequeños de la casa y que estas mejoren.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.