¿Por qué mi hijo ronca?

¿Escuchas que tu hijo produce ruidos raros por las noches? Debes tomar ciertas precauciones; si los ronquidos están acompañados por otros síntomas, pueden indicar un trastorno que merece ser atendido prontamente.
¿Por qué mi hijo ronca?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 12 enero, 2021

Así como es habitual toparse con personas adultas que roncan, también los niños pueden producir estos sonidos al dormir. Se trata de un problema que no debe pasarse por alto; aunque no es grave a corto plazo, sí puede generar problemas para la salud. Sin embargo, es normal que nos preguntemos: ¿Qué riesgos existen si mi hijo ronca?

Específicamente, el ronquido es un sonido que se genera cuando el aire atraviesa una zona estrecha de la vía aérea superior. La vibración del paladar con el paso del aire produce un sonido que puede ser agudo en ocasiones. Suele darse a menudo en los niños; de hecho, se estima que 1 de cada 10 pequeños roncan.

Aunque muchas se lo toman como algo natural e irremediable, también están las mamás que se preocupan por la situación y buscan interiorizarse sobre el tema. ¿Se trata de algo normal? ¿Se puede tratar y prevenir? A continuación, profundizamos sobre estas preguntas frecuentes.

Mi hijo ronca: ¿cuáles pueden ser las causas de esto?

El motivo de este sonido puede ser transitorio o permanente. Por ejemplo, si el pequeño se encuentra con catarro, es normal que durante las noches presente dificultades respiratorias que generen ruidos como estos. Entre los desencadenantes más comunes de ronquidos en los niños, encontramos:

  • Afecciones respiratorias.
  • Aumento del tamaño de los cornetes nasales.
  • Rinitis causadas por alergias; los ambientes con humo de tabaco pueden propiciar este problema.
  • Vegetaciones de oídos —también llamadas adenoides— o hipertrofia de las amígdalas.
  • Exceso de peso; en estos casos, el tejido del cuello presiona las vías respiratorias y genera estos sonidos.
Saber cuánto debe dormir un niño según su edad te ayudará a tener parámetros para controlar su descanso.

¿Qué problema puede haber si mi hijo ronca?

La consecuencia más común que puedo se esperar como madre si un hijo ronca es que padezca de apneas del sueño. Este trastorno se denomina síndrome de apnea hipopnea del sueño (SAHS) y genera una leve interrupción de la respiración durante el reposo.

Estas pausas, a su vez, ocasionan múltiples despertares que perjudican el descanso del niño. A la mañana siguiente, aunque quizás no recuerde haber estado despierto, se sentirá somnoliento y de mal humor; a la larga, su salud también se verá disminuida.

La falta de un buen descanso también se evidenciará en el rendimiento escolar del niño. Los déficits de atención, concentración y memoria, así como los problemas de aprendizaje, están ligados a problemas en el descanso. Del mismo modo, las dificultades para alimentarse son otro resultado posible de los ronquidos.

Además, los niños que roncan tienen mayor predisposición a sufrir hipertensión arterial. El motivo de ello es la desregulación cardíaca que genera la suspensión de la respiración, aunque sea por algunos segundos.

“El ronquido es un sonido que se genera cuando el aire atraviesa una zona estrecha de la vía aérea superior. La vibración del paladar con el paso del aire produce un sonido que puede ser agudo en ocasiones”

Otras posibles consecuencias

La apnea no es la unica resultante de los ronquidos en los niños. Su sueño en general será de mucha menor calidad si presentan este problema. Por ejemplo, pueden padecer de sonambulismo, pesadillas, terrores nocturnos y otras alteraciones. Tanto la apnea como las dificultades de descanso en general pueden presentar otros problemas para la salud de los pequeños. Uno de ellos es la hiperactividad, que se asocia muchas veces a estas afecciones nocturnas.

Incluso el bajo peso y los déficits de crecimiento están ligados a la apnea. Cuando se interrumpe su ciclo de descanso, el niño también experimenta una pausa en la producción de la hormona del crecimiento; por otra parte, el consumo de calorías es mayor por las noches.

Los beneficios de la siesta en los niños determinan que esos períodos de sueño diurno deban estimularse.

Importancia del diagnóstico

Por todo esto, es sumamente importante que la madre esté atenta al volumen de los ronquidos, su frecuencia y otros posibles síntomas que pueda presentar el niño en su vida cotidiana. En caso de notar que estos persisten en el tiempo, será necesaria una consulta con el médico.

Cuanto antes se diagnostique el problema que ocasiona los ronquidos, más eficiente puede ser su tratamiento. Asimismo, esto ofrecerá la oportunidad de disminuir las consecuencias nocivas de este padecimiento. El tratamiento estará directamente relacionado con las causas de los ronquidos. Por supuesto, no se propondrá la misma solución para un chico con sobrepeso que para uno que sufre de rinitis alérgica. También influirá el hecho de que sean ronquidos crónicos o temporarios.

Cuando un hijo ronca es necesario llevar un seguimiento cercano de su descanso y conducta. Recuerda que, si se trata de un caso de apnea, las consecuencias no solo son graves para él, sino que hasta podrían tornarse muy difíciles de revertir.


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