La participación del alumnado en la escuela

La participación del alumnado permite crear una escuela más enriquecedora en la que los niños pueden opinar y valorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La participación del alumnado en la escuela
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 10 julio, 2020

La participación del alumnado en la escuela sirve para fomentar la autonomía y la autorregulación de los niños. Por ello, es importante que los centros educativos brinden oportunidades de enriquecimiento y empoderamiento estudiantil, de modo que los alumnos actúen como sujetos activos en la vida escolar y se sientan motivados hacia los aprendizajes académicos que se imparten.

La participación del alumnado en la escuela

La participación del alumnado en la escuela implica potenciar su autonomía y derecho a decidir en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este sentido, se puede decir que la participación es la capacidad de influir sobre lo real para producir cambios materiales o simbólicos. Pero, desgraciadamente, esto sigue siendo una tarea pendiente en la mayoría de los centros escolares.

Existen diversos modos de implicar al alumnado en la participación dentro del colegio. A continuación se exponen algunos de ellos, definidos por Michael Fielding, en un rango de más a menos participativo:

  • Aprendizaje intergeneracional: se basa en la democracia participativa, de forma que se potencia el compromiso y responsabilidad compartida entre los niños y los adultos, por el bien común, aprendiendo unos de otros durante el proceso de trabajo compartido y en los espacios de diálogo, con una finalidad deliberativa.
    Alumnos con un alto grado de participación en la escuela con las manos levantadas.
  • Estudiantes como investigadores: el alumnado toma el papel principal en su propio aprendizaje, teniendo más autonomía y menos dependencia del docente.
  • Estudiantes como co-investigadores: los proyectos son iniciados por los maestros, de manera que es el profesorado el que asume el papel principal de apoyo activo y visible de la voz del alumnado.
  • Los estudiantes son escuchados: se realizan consultas a los niños, siendo agentes de respuesta activa invitados al diálogo y la discusión para profundizar en el aprendizaje.
  • Estudiantes como fuente de información: se encuesta al alumnado para obtener datos y conocer sus opiniones.

¿Cómo poner en práctica las metodologías participativas?

Para comenzar a involucrar al alumnado en el contexto educativo, primero hay que hacerlo con una intensidad o alcance de participación más básico. Es decir, proponiendo iniciativas en las que los niños participen como informantes.

Y, después, ir avanzando hasta niveles más altos de participación en los que se garantice que la opinión de los estudiantes se tiene en cuenta y es valiosa, siendo su papel en la gestión del cambio de mayor relevancia.

Por tanto, el introducir en las escuelas metodologías participativas consiste en un proceso que debe tener lugar de forma gradual y progresiva.

Objeto de la participación del alumnado

El objeto de participación se puede centrar en la organización y gestión del centro escolar, proponiendo estructuras y espacios para que la participación del alumnado pueda involucrarse en la toma de decisiones que afectan a cualquier ámbito de la gestión de la vida del colegio.

Alumnado levantando las manos con muy buena participación en la escuela.

En este tipo de participación institucionalizada se encuentran:

  • El Consejo Escolar.
  • Los delegados de grupo.
  • La Junta de Delegados.
  • Las asociaciones de estudiantes.

Por otro lado, se puede hablar del papel del alumnado en la negociación del currículo y justicia escolar. Empleando procesos deliberativos en la vida ordinaria del aula (reflexión, crítica, argumentación, debate público, etc.). Esto permite reconstruir el currículo por parte del centro teniendo en cuenta las opiniones de los estudiantes sobre su propio aprendizaje.

También existen iniciativas de participación que se basan en la mejora docente. Se escucha a los estudiantes y se permite que dialoguen acerca de las:

  • Características que posee un buen maestro.
  • Características de una buena lección. 
  • Posibles nuevas metodologías de enseñanza.

Por último, otro objeto de la participación puede centrarse en cómo los alumnos participan en la mejora de los espacios físicos, sociales y relacionados con la comunidad. En definitiva, son diversos los modos de incluir e involucrar al alumnado en el contexto escolar, consiguiendo, así, una escuela diversa y enriquecedora.


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  • Fielding, M. (2011). La voz del alumnado y la inclusión educativa: una aproximación democrática radical para el aprendizaje intergeneracional. Revista Interuniversitaria de Formación de Profesorado, 25(1), 31–61.
  • Oliva Delgado, A., Antolín Suárez, L., Pertegal Vega, M. Á., Ríos Bermúdez, M., Parra Jiménez, Á., Hernando Gómez, Á., y Reina Flores, M. D. C. (2011). Instrumentos para la evaluación de la salud mental y el desarrollo positivo adolescente y los activos que lo promueven. Junta de Andalucía: Consejería de Salud.
  • Susinos, T. y Ceballos, N. (2012). Voz del alumnado y presencia participativa en la vida escolar. Apuntes para una cartografía de la voz del alumnado en la mejora educativa. Revista de Educación, (359), 24-44.

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