Oxitocina en el parto inducido

La oxitocina en el parto inducido se utiliza cuando la madre no produce la cantidad suficiente de esta hormona de forma natural. Repasamos sus contraindicaciones y qué efectos produce.
Oxitocina en el parto inducido
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 abril, 2020

¿Por qué se usa la oxitocina en el parto inducido? Una de las dudas más grandes de una mujer embarazada es cómo nacerá su hijo. La mayoría desea tener un parto completamente natural; es decir, sin que haya necesidad de introducir ninguna sustancia que pueda causar algún efecto sobre el bebé.

Muchas mujeres tienen la fortuna de poder cumplir ese deseo y logran tener un parto completamente natural. Sin embargo, existen muchas que no pueden completarlo, de forma que el equipo médico decide la utilización de oxitocina en el parto inducido para que el proceso no se siga alargando y puede causar algún daño sobre el recién nacido.

Para poder entender la razón por la que se utiliza oxitocina en el parto inducido, hay algunas cosas que se deben conocer.

¿Qué es la oxitocina?

La oxitocina es una hormona que se produce en el cuerpo de manera natural, a nivel del hipotálamo. Es necesaria para que se lleve a cabo el proceso de parto.

Su mayor producción inicia cuando, llegado el final de la gestación, ocurre un ensanchamiento o dilatación del cuello del útero. Esto se ve ayudado por el contacto de la cabeza del bebé con la entrada del canal de parto.

En este momento, se envía una señal que indica la liberación de esta hormona. Así, se activan las contracciones necesarias en el útero para que el canal de parto se ensanche y el bebé pueda pasar a través de la vagina.

La oxitocina en el parto inducido debe ser indicada por el médico responsable del parto.

¿Cuándo se utiliza oxitocina sintética durante el parto?

Muchas mujeres no alcanzan a producir la cantidad de oxitocina necesaria de forma natural. Por eso, el equipo de médicos decide introducir oxitocina de manera sintética para que se pueda llevar a cabo el nacimiento del bebé.

Existen diversas marcas comerciales de oxitocina sintética; estas cumplen la misma función que la endógena, pero con diversos efectos dependiendo del organismo de la mujer.

La oxitocina sintética es utilizada, además de para inducir el parto, para acelerar el proceso si las contracciones no son lo suficientemente fuertes para que el bebé salga. La utilización de oxitocina en el parto inducido es una práctica muy común que utilizan los médicos para que el útero se contraiga de forma más rápida después del alumbramiento; se evitan así posibles complicaciones por hemorragias internas.

Asimismo, también se puede usar para que el organismo expulse la placenta. Esta suele retirarse de las paredes uterinas de forma natural cuando se lleva a cabo un parto vaginal. Para esto, ocurren unas contracciones un poco más fuertes luego del parto, por lo que el nivel de oxitocina debe ser más elevado.

En el caso de las mujeres a las que se les realiza cesárea, el médico debe colocar una cantidad adecuada de oxitocina tras el nacimiento del bebé; el fin es que se elimine la placenta por completo del aparato reproductor.

¿Cómo se debe utilizar la oxitocina en el parto inducido?

Aunque su uso es muy común en la medicina actual, esta hormona debe ser introducida de forma controlada. Se administra por vía intravenosa por medio de un gotero. En el proceso, el médico debe monitorear el nivel de las contracciones hasta que estas sean adecuadas para que el bebé nazca.

Mientras que se va disminuyendo el nivel de oxitocina, el especialista debe controlar la presión sanguínea de la paciente, al igual que la frecuencia de los latidos del corazón del futuro bebé. De este modo, puede ir ajustando la cantidad de oxitocina que requiere la paciente.

“La oxitocina es una hormona que se produce en el cuerpo de manera natural; es necesaria para que se lleve a cabo el proceso de parto”

¿Cuándo no se debe usar oxitocina?

En los casos en los que exista algún sufrimiento del feto o este no se encuentre en la posición adecuada para el nacimiento, el parto no se debe inducir con oxitocina. Tampoco en casos de placenta previa o desproporción entre la cabeza del feto y el canal pélvico.

Además, su uso debe ser más estudiado en el caso de embarazos de gemelos o en los que la madre haya tenido una cesárea anterior. De igual forma debe hacerse cuando la madre sufra de alguna cardiopatía, hipertensión o insuficiencia renal.

La oxitocina es una hormona necesaria para producir las contracciones que inician el parto.

¿El parto inducido es más doloroso?

Las contracciones producidas por la hormona sintética son muy similares a las que se producen de forma natural. No obstante, el dolor puede sentirse más fuerte, ya que se presenta de forma repentina y sin preparación mental unos segundos después de introducir la hormona sintética.

En fin, la oxitocina en el parto inducido debe ser un método analizado y decidido exclusivamente por el médico responsable del parto. La futura mamá no debe preocuparse en estos casos: su uso es frecuente y los resultados son positivos.


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