No dejo de soñar e imaginar cómo serás

Desde que recibe la noticia de que va a ser madre una mujer no puede dejar de soñar e imaginar cómo será ese pequeño ser que crece en su interior.

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 mayo, 2020

Llegó el día tan ansiado y buscado, ¡el test arrojó un esperanzador positivo! Y este resultado no hace más que alimentar una gran ilusión. Pues hoy comienza un gran y emocionante camino de nueve meses que no me cansaré de recorrer. Desde ahora no podré dejar de soñar e imaginar cómo serás.

Ha llegado la primera consulta al especialista y prometo cumplir al pie de la letra cada una de las indicaciones. Te cuidaré desde este momento y para siempre. Prometo proteger a este diamante en bruto, y pulirlo con el más profundo amor que nace de mi corazón que hoy estalla de alegría.

Mi tesorito bebé, no puedo dejar de mirar mi vientre, pensando que pronto comenzaré a ver el modo en que crece. Así mi cuerpo será tu hogar, te meceré día y noche entonando las más dulces canciones de cuna. Estableceré interminables conversaciones con mi mejor, más fiel y leal compañero de la vida.

Espero con ansias comenzar a vivir intensamente este embarazo, disfrutaré cada segundo de esta maravillosa espera. Deseo con todo mi ser comenzar a sentirte en mi interior. Experimentar la vida, sentir que un cuerpo se desarrolla y crece dentro del mío.

Creerme refugio, abrigo y alimento natural perfectamente diseñado por la naturaleza para la persona más importante de mi vida. Soñar e imaginar cada día y cada noche cómo serás. Imaginarme madre, pensarte pleno y feliz a mi lado.

Me intriga tanto saber cómo serás

Sí, comparto lo que me repiten mis seres queridos todo el tiempo. En estos momentos solo importa tu salud y bienestar. Así, el sexo y ponerte una carita pasan a ser intereses secundarios. Pues te garantizo amor eterno y aceptación incondicional seas como seas. Niño o niña, moreno, rubio o colorado, da igual.

Sin embargo, no puedo dejar de pensar en ti. De imaginar tu llegada, nuestro primer encuentro. Pienso en tu aroma, en tu rostro y en la suavidad de tu piel. Intento verte, para conocerte antes de tu llegada, para matar la intriga que busca simplemente saber cómo serás.

Ya imagino tus diminutos dedos, esa pancita regordeta, tu boquita desdentada. Muero de felicidad con solo traer a mi mente tu mirada, con solo pensar en tenerte en mis brazos. Sí, no puedo dejar de acariciar mi vientre en este momento en que te pienso e imagino.

Muero de ilusión al solo imaginarte durmiendo tus siestas sobre mi pecho. Me derrito al pensar en esa primera sonrisa, ese ancho de espadas que podrá conquistarme y ganar la partida. Y es que ya me veo inmediatamente llenando de besos esos pequeños pies que prontamente te encontrarán dando tus primeros pasos.

Eres mi sueño más perfecto

Desde que me enteré de tu llegada a mi vida supe que muchas cosas cambiarían. Y nada me hace más feliz que ello. Asumo con amor y apuesto a que esta experiencia que me formará como persona. Pues una mujer se renueva para dejar salir su corazón de su propio cuerpo y convertirse en mamá.

Hoy lograste convertirte en mi sueño más perfecto. En una ilusión que despierta sentimientos y sensaciones impensadas, inexploradas anteriormente. Eres la esperanza vuelta vida, una sustancia perfectamente diseñada para convertir en realidad cada uno de mis sueños.

El maestro que un Dios me bajó para conocer y vivir de cerca la más inmensa felicidad. Sí, a pesar de cualquier temor o duda que pueda invadirme. A pesar de ello sé que me dotarás de un poder de valentía que me brindará una fortaleza capaz de sortear cualquier obstáculo que se presente en mi maternidad.

Quiero ver tu sonrisa alimentándose de la mía, quiero ser tu cómplice y confidente. Porque me siento maravillada ante el milagro de tu vida. Porque deseo dar todo de mí para que seas el niño más feliz, asumiendo tus virtudes y defectos, conviviendo con tus perfectas imperfecciones.

Hijo mío, hoy eres el anhelo más intenso que oculta mi ser. Mi razón de vivir, el motor que me impulsa a seguir, mi fuerza motriz más potente y efectiva. Hijo gracias por maravillarme como lo haces desde el minuto cero, tómate tu tiempo que yo te esperaré porque sé que valdrás cada mes de espera.