Mindful eating para niños: por qué y cómo llevarlo a cabo

¿Tus hijos suelen comer distraídos con juguetes o pantallas? Te contamos por qué esto puede resultar perjudicial y cómo aplicar un hábito de alimentación consciente, el "mindful eating".
Mindful eating para niños: por qué y cómo llevarlo a cabo
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 24 octubre, 2020

Los bebés nacen muy conectados a sus necesidades y sensaciones internas. Saben perfectamente cuándo tienen hambre y cuándo están saciados. Sin embargo, a medida que crecen vamos colocando distracciones que les hacen desconectarse de ese radar interior. Por ello el mindful eating surge como una propuesta para ayudar a los niños a recuperar esa capacidad innata de escucharse y alimentarse de forma consciente.

Prácticamente todos los padres han llevado a cabo juegos, bailes o canciones para lograr que su bebé se comiese las verduras. Y muchos de ellos han sucumbido a la tentación de colocar a sus hijos frente a una pantalla a la hora de comer. Sin embargo, estas actividades que atrapan la atención del niño hacen que comer se convierta en un hábito automático y que, por ende, no se haga de la forma más saludable.

El mindful eating nos propone enfocar toda nuestra atención en el acto de comer mientras lo llevamos a cabo, es decir, alimentarnos con los cinco sentidos. Los beneficios son múltiples, pero realizar un cambio de hábitos puede ser complicado. Por ello, es importante que los niños aprendan a hacerlo desde sus primeros años.

Bebé comiendo solo gracias al mindful eating.

¿Por qué implementar el mindful eating para niños?

Tal vez te estés preguntando por qué valdría la pena el esfuerzo que supone implementar el mindful eating en la vida de tus hijos. Al fin y al cabo, las rutinas, las tareas del hogar y las obligaciones laborales apenas dejan tiempo y, en muchas ocasiones, la opción más cómoda y conocida parece la más tentadora. ¿Por qué comenzar a aplicar la alimentación consciente?

La primera razón, y la más importante, es que el mindful eating ayuda a los niños a familiarizarse con sus sensaciones internas. Aprender a reconocer cuándo tienen hambre y cuándo no y a identificar cuándo están saciados no es tan sencillo como parece. Incluso muchas personas adultas tienen dificultades con ello.

Pero con frecuencia esta es la causa de trastornos alimenticios que pueden tener graves consecuencias para la salud. Con el mindful eating tus hijos comenzarán a a saber cuándo y cuánto comer, haciendo caso a las sensaciones que sus cuerpos les envían y previniendo, así, la aparición de estos trastornos.

Además, la alimentación consciente les ayuda a comprender de dónde provienen los alimentos y lo valiosos que resultan. Incrementa su conciencia ambiental y fomenta en ellos la gratitud. También resulta muy positiva para favorecer la concentración y la relajación, lo que evita estados de estrés y alteración excesiva. Los niños aprenden a apreciar los sabores y a comer con calma.

¿Cómo poner en práctica el mindful eating en familia?

Implementar el mindful eating como un hábito en la vida diaria de la familia no es complicado. Basta con modificar ciertas costumbres y ser perseverantes. Así pues, las principales directrices son las siguientes:

  • Cuando tu bebé comience a ingerir alimentos sólidos, opta por prácticas naturales y respetuosas, como el baby-led weaning. Esto le ayudará a establecer una relación saludable con la comida al poder autogestionarse. Además, comenzará a conocer y probar los alimentos a su ritmo.
  • Evita las distracciones a la hora de comer. Nada de juegos, móviles o televisión. El momento de la comida es sagrado y la atención ha de estar puesta en lo que se ingiere.
  • Siempre se come en familia y en el mismo lugar. Podéis aprovechar la hora de la comida para charlar y compartir las vivencias del día. Sin embargo, si surge una discusión o se generan emociones negativas, aplazad dicha conversación para después. Comer con tensión ambiental es realmente perjudicial.
  • Implica todos los sentidos. Para ello, trata de elaborar platos llamativos a la vista. Prueba combinaciones de sabores y opta por la variedad. Del mismo modo, puede resultar muy positivo implicar a los niños en la preparación de los alimentos.
    Madre e hijo cocinando juntos para fortalecer su vínculo.

Alimentación consciente, vida consciente

Cuando comiences a aplicar el mindful eating en vuestra vida familiar, los resultados no se harán esperar. Además, comprobarás que los beneficios de esta práctica van más allá del mero hecho de alimentarse, ya que, realmente, acostumbra a los niños a estar en contacto con sus estados internos. Por lo mismo, se harán también más conscientes de sus emociones y les será más fácil identificarlas y regularlas.

Se trata, en definitiva, de un pequeño esfuerzo que puede mejorar la calidad de vida de tus hijos y prevenir futuros problemas de salud. Pruébalo y no te arrepentirás.


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  • Pierson, S., Goto, K., Giampaoli, J., Wylie, A., Seipel, B., & Buffardi, K. (2016). Development of a Mindful-Eating Intervention Program among Third Through Fifth Grade Elementary School Children and Their Parents. Californian Journal of Health Promotion14(3), 70-76. https://journals.calstate.edu/cjhp/article/view/2070/1891

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