Las últimas tendencias educativas tienen como propósito favorecer la autonomía del alumnado a través de una participación activa del alumno. La metáfora de la caña y los peces aplicada al mundo de la educación nos enseña la importancia de ofrecer experiencias de aprendizaje significativas que fomenten el empoderamiento del alumnado.
La metáfora de la caña y los peces: un enfoque centrado en el alumno
“Dale a un hombre un pez y lo alimentarás un día. Enséñale a pescar y lo alimentarás toda la vida”.
Este proverbio chino ha sido largamente reflexionado en cuestiones de economía, desarrollo y pobreza, y puesto en práctica con mayor o menor éxito. No obstante, aunque no siempre garantiza el éxito, en ocasiones ha dado resultados positivos en el área de la educación.
Aplicar la metáfora de la caña y los peces en educación significa favorecer la autonomía del alumno en su proceso de enseñanza, ofreciendo en clase experiencias de aprendizaje significativas.
Es decir, dotar de un sentido a lo aprendido en clase y que el alumnado sea capaz de extrapolarlo a la realidad. Esto se consigue con lo que actualmente se entiende por metodologías activas de aprendizaje.
Utilizando opciones metodológicas como el aprendizaje basado en proyectos o el aprendizaje-servicio conseguimos que el alumno sea protagonista de su propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Es decir, se convierte en un agente activo de su educación.
De este modo, si no avanzamos y superamos las clásicas explicaciones con PowerPoint en las que únicamente se transmite información, los peces, es decir, los alumnos, participarán de un modo pasivo en su aprendizaje.
Sin embargo, si estas explicaciones las acompañamos de debates en los que se fomente el pensamiento crítico de los alumnos y de ejercicios y trabajos prácticos en los que el alumno pueda aplicar lo aprendido en clase a su contexto; estaremos generando experiencias de aprendizaje significativas.
Ideas para generar experiencias de aprendizaje significativas
- Utilizar el conocimiento previo. Tal y como señalan los doctores en psicología de la educación Helen Hanesian y Joseph Novak de la Universidad de Cornell, las personas aprendemos a través de los conceptos que ya poseemos. De esta forma, para los alumnos resultará más fácil construir nuevos conocimientos si pueden utilizar como base los suyos propios.
“Para aprender es necesario relacionar los nuevos aprendizajes a partir de las ideas previas del alumno”.
-María Rosel Bolívar Ruano-
- Realizar actividades que requieran contacto directo con el entorno. Las metodologías activas, como el aprendizaje-servicio, resultan muy útiles para generar un aprendizaje significativo, porque implican al alumno en su propio contexto. Les hace conscientes de su propia realidad y pueden asociar lo aprendido en clase, dotándole de un sentido.
- Involucrar las emociones en el aprendizaje. No cabe duda de que las emociones determinan que una situación o anécdota se vuelva significativa si estas han sido intensas, generando, así, un recuerdo profundo. Además, si realizamos experiencias de aprendizaje que impliquen la vivencia de emociones, no solo estaremos favoreciendo el aprendizaje de los alumnos, sino que, además, podremos aprovechar el momento para guiarlos en gestión emocional.
- Participación activa. Es cierto que los debates y las reflexiones favorecen un aprendizaje significativo a la par que ayudan a desarrollar el pensamiento crítico de los alumnos. Sin embargo, asistir a este tipo de actividad de forma pasiva no garantiza que el alumno esté viviendo una experiencia de aprendizaje adecuada.
Sobre la metáfora de la caña y los peces en educación
Gracias a este enfoque que sitúa al alumno como agente activo de su propio aprendizaje, favoreceremos su autonomía al mismo tiempo que desarrollará una serie de competencias y habilidades positivas para su buen desenvolvimiento en la sociedad.
Enseñar a aprender sienta las bases para que el estudiante aguce su curiosidad y emprenda por sí solo o en equipo, proyectos de aprendizaje que lo lleven a resolver los problemas que se le presenten.
Es también entender que, en las herramientas de investigación aprendidas y forjadas en el ambiente y la interacción escolar, están los elementos para diagnosticar y comprender la realidad y asumir su transformación, en función de satisfacer necesidades.
Es la educación al servicio de la vida. “‘Lo educativo’, es aquello que nos permite desarrollar las capacidades de convivir, de ser, y de hacer la propia parte en la tarea de todos.”
Bibliografía
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- Ausubel, D.P. Novak, J.D., Hanesian, H. (1983). Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo. Editorial Trías. México.
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- Karlan, D. y Appel, J. (2011). ¡No basta con buenas intenciones!. Antoni Bosch Editor. Barcelona: España.
- Iberoamericano, P. (2010). Enseñar y aprender en el mundo actual: desafíos y encrucijadas. Pensamiento iberoamericano, (7), 47-66. http://congreso.dgire.unam.mx/2018/Ensenar-y-aprender-en-el-mundo-actual.pdf