
Tras el nacimiento, si todo ha ido bien, los únicos cuidados que el bebé necesita son realizar el contacto piel con piel e iniciar la lactancia materna mediante agarre espontáneo en la primera hora de vida. El contacto piel con…
A diferencia de la piel de los adultos, la de un bebé aún debe aprender a desarrollar los mecanismos necesarios para defenderse de las agresiones externas. Por ello, es necesario brindarle ciertos cuidados mientras tanto.
La piel de tu bebé es muy sensible. Por ello, es necesario que aprendas a brindarle la protección y los cuidados necesarios para que se mantenga sana y libre de molestias. Ante todo, ten en cuenta que dichos cuidados deben ser más rigurosos que en etapas posteriores.
Cambiar el pañal con frecuencia, utilizar el jabón adecuado para el momento del baño, poner el agua a la temperatura adecuada y vestir al bebé con prendas hechas a partir de algodón u otros tipos de tela que faciliten la transpiración son algunas de las medidas más comunes para cuidar su piel. Sin embargo, existen otras que debes conocer (¡y aplicar!).
La piel de tu bebé es sensible debido a que la producción de melanina está menos desarrollada que la de un adulto. Además, el estrato córneo de la piel es tan fino que suele ser susceptible a infecciones, sequedad e irritaciones.
Por ende, es normal que el roce con tejidos, el contacto con el polvo, químicos u otros agentes causen una reacción mucho más notoria que en un adulto. A la piel de tu bebé (entendida como órgano) le falta mucho por madurar.
Cuando el bebé está durante un tiempo con el pañal mojado o suda, un buen baño puede ser gran aliado para que la piel se refresque, respire, se mantenga limpia y deje atrás una posible irritación.
Para cuidar la piel de tu bebé al momento del baño debes tener en cuenta lo siguiente:
Cuidar la piel de tu bebé implica estar atento al cambio de pañal para que el área que está cubierta no sufra por el calor, el sudor, las bacterias u otros factores. Algunos de los tips que debes conocer son:
Es común que los bebés derramen la leche o se ensucien con los alimentos que se les da para comer. En estos casos, es conveniente limpiarles la piel al momento para evitar que esta quede pegajosa o bien, presente erupciones. Después de todo, una piel sucia puede ser más propensa a sufrir irritación que una piel limpia.
Así como un adulto debe usar protector solar a diario para protegerse de los rayos del sol, es imprescindible que un bebé también lo utilice (después de haber cumplido los 6 meses de edad). Sobre todo, durante el verano y en salidas al parque, la playa, la piscina, etcétera.
Recuerda que deberás retocar el protector solar cada cierto tiempo. En especial, si el bebé o niño ha tenido contacto con el agua o ha sudado.
Si el bebé tiene menos de 6 meses lo más recomendable es mantenerlo en la sombra, nunca expuesto directamente a los rayos del sol. Recuerda que tomar un poco de sol, un rato mientras dan un paseo antes de las 10 de la mañana, por ejemplo, es recomendable para que su piel se mantenga sana.
Para cuidar la piel de tu bebé correctamente también debes tener en cuenta la limpieza de sus prendas de ropa. Algunos tips para ellos son:
Ten en cuenta estos consejos y lograrás cuidar la piel de tu bebé sin problemas. ¡Recuerda que una piel sana es sinónimo de bienestar!