5 ideas para trabajar la igualdad de género en las aulas

Las aulas son espacios mágicos donde los niños amplían su mundo y aprenden sobre la convivencia basada en el respeto y los valores.
5 ideas para trabajar la igualdad de género en las aulas

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 julio, 2022

La educación en valores de los niños y de las niñas es la base para cambiar los estereotipos y los prejuicios que aún se mantienen en la sociedad. Por eso, ¿qué mejor que trabajar la igualdad de género en las aulas?

Con buenas ideas es posible incentivar a los pequeños a llevar a cabo actividades que les permitan reflexionar acerca de las conductas discriminatorias, como el uso del lenguaje sexista y la perpetuación de los estereotipos sexuales.

Según Clara Alemann, especialista en los Programas de desarrollo social y político con perspectiva de género del Banco Interamericano de Desarrollo, podremos lograr el cambio “incentivando juegos, juguetes y libros no sexistas, que no segreguen ni categoricen espacios, temas, actividades y roles para niños y niñas”.

Con base a este postulado, elaboramos una serie de ideas para poner en práctica en el aula y educar a los niños desde los valores y no desde los prejuicios o de los estereotipos. ¿Te animas a implementarlo?

Actividades y juegos para trabajar la igualdad de género

La ciencia ha dejado claro que los estereotipos de género se aprenden en la primera infancia.

Según los resultados obtenidos en un estudio publicado en la Revista Science, se concluye lo siguiente:

  • Hasta los 5 años los niños no diferencian entre niños y niñas “muy inteligentes”.
  • A partir de los 6 años, las niñas califican de “muy inteligentes” a los varones más que a las mujeres y tienden a alejarse de los juegos y de los juguetes destinados al género masculino.

Pero para que esto deje de ser norma, es necesario desandar el camino y fomentar la igualdad, la empatía y la comprensión de los diferentes contextos y realidades. Así que, toma lápiz y papel y aprende algunas claves para lograr este cometido.

Los juguetes no tienen género, pues se adaptan a la necesidad de los niños de poner en práctica aquello que aprenden del entorno. Utilízalos a favor del cambio, pues el prejuicio que limita es el de los adultos.

1. Refuerza la idea de que los juegos y los juguetes no tienen género

Incluir juegos y juguetes sin sexo es una gran idea para evitar que las niñas y los niños se autolimiten en su elección y que, por el contrario, se enfoquen en su bienestar emocional al momento de jugar.

Luego, será necesario invitarlos a reflexionar acerca del hecho de elegir los juguetes de acuerdo al género, cuando se puede jugar con todos ellos por igual. Una forma de concretar esta propuesta es proponerles revisar en grupos el catálogo de una juguetería y debatir acerca de sus ideas y pensamientos al respecto.

Finalmente, podemos preguntarles si en esa publicidad existen juegos unisex. En caso de no encontrarlos, vale la pena proponerles inventarse algunos con cartones, con dibujos o con lo que se les ocurra.

2. Revaloriza las tareas domésticas: ¿se trata de ayudar o de compartir responsabilidades?

En el aula podemos recrear una habitación de una casa y pedirle a los niños y a las niñas que se repartan las tareas de limpieza. Al finalizar, dedica un momento para la reflexión, a fin de determinar si todos han comprendido que tanto los varones como las mujeres están capacitados para hacer los mismos trabajos del hogar.

Aparte de esto, esta actividad les permite a los pequeños comprender la magnitud de las tareas del hogar y del esfuerzo que implica mantener la casa familiar en buenas condiciones. Es importante ir mas allá y derribar el concepto de “ayudar” y reemplazarlo por el de “compartir responsabilidades” dentro del hogar. Esto contribuye a una distribución más equitativa de la carga diaria del trabajo doméstico.

3. Fomenta la lectura los “cuentos para todos”

Los libros son una excelente herramienta de aprendizaje en cuestiones de valores. Una historia adaptada para niños puede facilitarles la comprensión sobre los problemas de inequidad de género y nos abre a todos la puerta a un debate interesante: ¿qué debería ocurrir en una sociedad igualitaria y cómo podemos cambiar la realidad?

Te recomendamos algunos títulos:

  • Las princesas también se tiran pedos, de Ilan Brenman (autor) e Ionit Zilberman (ilustrador).
  • Mercedes quiere ser bombera, de Beatriz Moncó  (autora) y Mabel Pierola (ilustradora).
  • La peluca de Luca, un cuento para valientes, de la Serie de cuentos de Lalala Editorial.
  • Rosa Caramelo (Libros para soñar), de Adela Turin (autora), Nella Bosnia (ilustradora) y Xosé Ballesteros (traductor).

4. Propón deportes mixtos para fomentar la igualdad

El campo deportivo es uno de los entornos que mejor reflejan los estereotipos, ya que, tradicionalmente, existen disciplinas “masculinas” y “femeninas”.

Por eso, una idea divertida para repensar esta realidad en el aula es proponer un campeonato deportivo (de cualquier disciplina) con equipos mixtos.

4 ninos felices en la cancha de tenis
Los deportes no tienen género y debemos inculcarles a los niños este concepto, a fin de derribar los prejuicios limitantes para desempeñarse con libertad de elección y de expresión.

5. Implementa las tarjetas de capacidades

Escribe en la pizarra 10 acciones cotidianas, como barrer, limpiar, correr, estudiar, pasear, jugar, reír, cocinar, entre otras. Luego, pídele a los niños que escriban en una tarjeta “yo puedo”, debajo de una lista de cinco cosas que sean capaces de hacer.

A continuación, pregúntale al grupo quién puede barrer, reír o jugar y verás cuántos niños y niñas han escrito esas acciones en sus tarjetas. A partir de esto, abre el espacio para la reflexión haciéndoles ver muchos han elegido las mismas acciones, sin importar el género. Pues, en definitiva, todos podemos hacer las mismas cosas.

Ideas para trabajar la igualdad de género en las aulas: educar para cambiar el mundo

Una de las frases más trascendentales de Nelson Mandela es la siguiente:

La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.

El papel de la educación es fundamental para lograr que la igualdad de género pase de ser una utopía a una realidad posible y cotidiana.

Si las aulas educasen en valores a los niños y las niñas, tendríamos a futuro una sociedad libre de prejuicios y de estereotipos limitantes, en la cual todos pudieran desarrollar a pleno su potencial como personas humanas. Sin distinción de género, de raza, de religión o de pensamiento. Pues estos aspectos tienen que ver con la personalidad y con las cualidades de las personas, pero no los convierten en mejores o peores que nadie.


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