Hijo, solo quiero que te ames

Hijo, solo quiero que te ames
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 02 abril, 2020

Hijo solo quiero que te ames como mami te amó desde el día que se enteró que llegarías a cambiar su vida. Promete luchar por siempre ser feliz y estar a gusto contigo mismo. Procura nunca traicionarte y pelear hasta el fin por hacer realidad cada uno de tus sueños.

Mi amor pequeñito, jura que te respetarás a tí mismo y serás fiel a tus convicciones. No dejes que nadie te imponga sus pensamientos, ni te ordene hacer lo que no desees. Evita asumir responsabilidades ajenas y, especialmente, asume todos tus logros.

Valora cada uno de tus aciertos, aprende de tus errores, pero por favor hijo, sé siempre fiel a ti mismo. Percíbete como aquel ser único, especial y maravilloso. Un ser de luz, lleno de magia y amor para dar. Una persona de bien, ejemplar, noble y capaz.

Mi corazoncito, ámate a ti mismo tal como lo mereces. Por la pureza de tu alma, y la riqueza de tu corazón. Al menos hazlo por el valor de tu ser. Admite el valor de tu sonrisa, abusa de la sabiduría que te regaló la experiencia de vida. Hijo mío, yo solo quiero que te ames para siempre.

Quiero que te ames para que puedas amar y ser amado

Conforme pasen los años, seguramente querrás vivir intensamente tu vida. Entre el paquete de las cosas más hermosas que pueden ocurrirte se encuentra enamorarse. Perder la razón y el corazón por otra persona. Sin embargo, para poder amar con ardor, es necesario antes tener ese amor propio tan fundamental.

Por eso mismo, hijito querido, quiero que te ames para que puedas amar, y sentir ese maravilloso fuego en el pecho. Sí, también te debes amar para poder ser bien amado por aquella persona que realmente te merezca. Ámate para poner límites sobre tu vida, sobre tu cuerpo.

Ámate para respetar y ser respetado. Alimenta cada día ese amor propio para poder escoger siempre lo mejor para ti. Nunca menos, siempre más, y lo mejor. Mereces lo que sueñas y aún mucho más. Ve por eso que tanto deseas, pero promete nunca bajar los brazos. Hazlo por lo que vales.

Mi eterno niño, yo solo quiero que te ames para abrazarte a cada una nueva oportunidad que surja. Que te sientas en toda ocasión a la altura de las circunstancias, de la vida. Ámate para no escaparle al temor, sino enfrentarlo en pos de dar vida a cada una de tus decisiones y determinaciones.

Ámate para ser responsable de tus elecciones, para amar y aferrarte con todas tus fuerzas a la vida. Quiero que te ames, pero realmente, para que disfrutes de lo que designó el destino para ti. Acepta y sé feliz con lo que el mundo dejó preparado, esperando por ti.

Quiero que te ames tal como eres

Simplemente te pido un sencillo favor. Quiérete profundamente en todo momento. Con tus virtudes siempre expuestas y enaltecidas. Con esos defectos con los que aprendiste a convivir a cada segundo. Ámate para escuchar tus propios latidos de tu corazón, solo seguir tu instinto.

Mi cielo más imponente, abrázate para no depender de nadie más que de ti. Lucha por tu independencia y autonomía. Conoce el mundo mirando a través de tus propios ojos, disfruta de tu propia compañía. Aprende a conocerte, para conocer y expresar cada necesidad y carencia que experimentes.

Quiero que te ames como te amo yo, para que puedas disfrutar de la intensa luz que irradia tu bella sonrisa. Para sentir la sonoridad de tus carcajadas sin motivos aparentes. Ámate para poder conciliarte con el espejo y ser condescendiente con tu cabeza.

Mi vida, quiero que me ames, pero especialmente deseo con toda la fuerza de mi alma que te ames. Solo así podrás escapar de los prejuicios, y evitar idealizar y frustrarte. Solo quiero que te aceptes y te ames todos los días. Tan solo de esa manera podrás alcanzar la felicidad y plenitud que tanto anhelo para ti, mi eterno amor.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Bowlby, J. (1986). Vínculos afectivos: formación, desarrollo y pérdida. Madrid: Morata.
  • Bowlby, J. (1995). Teoría del apego. Lebovici, Weil-HalpernF.
  • Garrido-Rojas, L. (2006). Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la salud. Revista latinoamericana de psicología, 38(3), 493-507. https://www.redalyc.org/pdf/805/80538304.pdf
  • Marrone, M., Diamond, N., Juri, L., & Bleichmar, H. (2001). La teoría del apego: un enfoque actual. Madrid: Psimática.
  • Moneta, M. (2003). El Apego. Aspectos clínicos y psicobiológicos de la díada madre-hijo. Santiago: Cuatro Vientos.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.