Que tu hija crezca orgullosa de ser mujer

Durante años, las mujeres han sido sometidas a una gran desvalorización. Pero es hora de que las nuevas generaciones de niñas recuperen su poder y se sientan cómodas en su piel.
Que tu hija crezca orgullosa de ser mujer
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 24 mayo, 2020

En prácticamente cada rincón del mundo, las mujeres han sido sometidas a una gran desvalorización durante cientos de años. Han sido consideradas débiles, inferiores y menos capaces. Y, aunque hoy en día la situación se va revirtiendo, es imprescindible asegurarnos de que cada niña crezca orgullosa de ser mujer.

¿Puedes imaginar el daño psicológico que genera sentir que perteneces al sexo débil? ¿Ver cómo se te atribuyen, desde tu nacimiento, una serie de características negativas y limitantes? ¿Ser tratada de forma injustamente desigual respecto a tus hermanos y compañeros varones?

Es hora de que las mujeres nos reconciliemos con nuestra esencia y podamos transmitirle a nuestras hijas el valioso regalo de ser mujer. Es hora de que las nuevas generaciones de niñas recuperen su poder y se sientan cómodas en su piel, sabiendo que podrán lograr todo aquello que se propongan.

Orgullosa de ser mujer

Mujeres fuertes orgullosas de ser mujer.

Un concepto positivo

La imagen que una niña tenga de sí misma, su autoestima y su autoconfianza dependerán de la información que reciba de fuera. Como padres, somos los principales encargados de ayudar a formar ese autoconcepto de la manera más positiva posible. No obstante, sin darnos cuenta, a veces transmitimos mensajes dañinos.

Muchas madres les dicen a sus hijas, desde bien pequeñas, que deseaban que hubiesen nacido varón para evitarles sufrimiento. Les repiten frases como que “este es un mundo de hombres” y que las mujeres tienen un camino duro y limitado.

Igualmente, con sus propios actos, refuerzan esta idea negativa de la feminidad, ofreciendo una educación desigual a hijos e hijas. Con todos estos gestos, aparentemente insignificantes, grabamos en la mente de las pequeñas que ellas no cuentan con los mismos derechos y libertades que ellos.

Por ello, es esencial que revises qué concepto posees tú de ser mujer y qué le estás transmitiendo a tu hija al respecto. Cambia los mensajes de miedo y decepción por otros de poder personal y orgullo. Háblale a tu niña de los maravillosos dones y habilidades que poseen las mujeres. Reconcíliate con tu feminidad para poder ser la mejor guía y el mejor ejemplo de mujer feliz, fuerte y segura.

Mujeres cíclicas

La menstruación es otro de los aspectos femeninos que más tabú asociado posee. Muchas madres tratan la llegada del primer periodo de sus hijas con tristeza; lo ven como una maldición. Les cuentan que, a partir de ahora, sufrirán dolores, incomodidad y limitación. Les muestran la menstruación como algo vergonzoso que hay que ocultar, como una gran carga.

Es primordial hablarles de ello a las jóvenes con naturalidad. Ayudarlas a amigarse con un proceso que les acompañará toda su vida, favorecer que lo comprendan y aprendan a manejarlo con seguridad y confianza.

Explícale a tu hija que las mujeres somos cíclicas, que cada fase marca diferencias en nuestro cuerpo y en nuestro ánimo y que, si aprenden a escuchar a su cuerpo, podrán sacar provecho de cada una de ellas.

Las amigas crean vínculos irrompibles.

Recuérdales que la menstruación es algo natural, intrínseco a todas nosotras, que nos otorga la maravillosa capacidad de dar vida. Y que, en ningún caso, hemos de sentirnos avergonzadas por algo tan natural y tan nuestro.

Asegúrate de proporcionarle toda la información y los medios necesarios para que la regla no limite su actividad diaria. Y, si no te ves capaz, acude a un especialista que pueda hacerlo por ti.

Orgullosa de ser mujer: una feminidad sana

Por último, muchas mujeres jóvenes o adultas asumen que, para alcanzar los éxitos y las posibilidades de los hombres, han de adaptarse a sus patrones. Así, comienzan a adoptar actitudes más soberbias, agresivas o egoístas con el fin de no ser discriminadas por su género y asimilarse a los comportamientos socialmente atribuidos a los hombres.

No obstante, esto puede resultar dañino al estar negando la propia personalidad y la propia esencia. A este respecto, es imprescindible que, desde los primeros años de una niña, le proporcionemos ejemplos de mujeres inteligentes, capaces y exitosas, de modo que tenga referentes en los que reflejar sus opciones de futuro.

Orgullo de ser mujer

No es necesario cambiar quién eres para triunfar; no es sano renegar de nuestro lado femenino, de nuestra sensibilidad y de nuestra capacidad de cuidado. Tanto hombres como mujeres hemos de integrar ambas polaridades para desarrollarnos con plenitud. Por ello, ayudemos a que cada niña crezca orgullosa de ser mujer.


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