Por estas razones la miel no es recomendada para bebés

La miel contiene una bacteria capaz de colonizar el tracto digestivo produciendo una intoxicación alimentaria grave en el bebé menor de 1 año.
Por estas razones la miel no es recomendada para bebés
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 26 marzo, 2020

Conocemos los múltiples beneficios de la miel, es un producto natural y recomendado en muchos casos; sin embargo, existen razones de peso por las cuales no es recomendada para bebés menores de un año. Este endulzante natural contiene azúcar y además podría presentar una bacteria perjudicial para los bebés en su composición.

Muchas familias consideran que la miel puede ayudarnos a endulzar naturalmente la leche y los alimentos de los bebés, e incluso pueden llegar a colocarla en el chupete. También es usada para quemaduras y heridas.

Así como hay muchas razones para consumir miel, también las hay para restringirla en los bebés. Sabemos que es un producto óptimo para la salud humana, útil en muchos casos, deliciosa y nutritiva. Sin  embargo hay motivos científicamente comprobados que prohíben su administración a menores de doce meses.

Darles miel a los bebés es peligroso

La miel es un producto natural que contiene una bacteria conocida como Clostridium botulinum, capaz de provocar el botulismo. Esta bacteria puede sobrevivir en la miel, que cuando llega al intestino del bebé, aún no maduro, puede ocasionar problemas mayores.

La revista “Lakartidningen” evidencia la problemática de administrarle esta sustancia a los bebés, que puede ocasionarles el botulismo del lactante. Las consecuencias pueden ser fatales para nuestro hijo.

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Este riesgo afecta solo a los bebés menores de doce meses, resulta inofensiva para los adultos o niños más grandes. El sistema digestivo cuenta con defensas naturales contra esta bacteria y otras, además, la acidez del estómago de los bebés todavía no presenta los valores adecuados. Por otra parte el intestino del lactante no contiene una flora intestinal competente frente a este tipo de infecciones.

Otros endulzantes provenientes de la caña, también pueden ser nocivos, pues se hallan en la lista de los alimentos que podrían favorecer el desarrollo de botulismo infantil. Se tiene entendido que fue hace unos cuarenta años cuando comenzó a diagnosticarse este problema.

Como es sabido, otros elementos no pueden controlarse, pero el consumo de este alimento sí puede detenerse de manera inmediata. Por tal razón, una vez hecho el descubrimiento, se emitió una alerta de riesgo para los bebés sobre el consumo de dicho alimento.

La miel puede contener la bacteria Clostridium botulinum

Las esporas de la bacteria clostridium botulinum pueden permanecer en varios productos derivados de la miel de abeja y también de la caña; esta bacteria es considerada como precursora de la enfermedad conocida como botulismo. El botulismo puede resultar muy grave y es potencialmente mortal, afecta con mayor fuerza a bebés entre las seis semanas y los seis meses de nacidos.

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Los síntomas de esta enfermedad aparecen desde los primeros días en que la espora del clostridium botulinum llega al intestino del bebé y puede desarrollarse hasta un mes después. Al principio se manifiesta por medio de la constipación, por eso muchas veces es difícil de distinguir de otras afecciones.

Otros síntomas que indican la presencia de esta enfermedad son, según la revista “Pediatric Neurology”:

  • Debilidad muscular.
  • Falla para controlar la cabeza erguida.
  • Problemas respiratorios.
  • Párpados caídos.
  • Llanto débil y recurrente
  • Trabas al momento de succionar y para tragar.
  • Falta de tono muscular.
  • Letargo.
  • Parálisis o movilidad deficiente en las extremidades inferiores.
  • Pérdida del reflejo para vomitar.

Por lo general esta enfermedad es tratada efectivamente cuando se diagnostica a tiempo. Se controla con inmunoglobulina botulínica, lo cual logra que desaparezca en un tiempo relativamente corto, aunque en la mayoría de los casos requiere hospitalización.

El tratamiento complementario implica mantener una alimentación adecuada y vigilar que su sistema respiratorio no esté bloqueado y funcione bien. Por lo demás, las complicaciones que puede tener se relacionan especialmente con eventuales problemas respiratorios.

¡Para tener en cuenta!

Con el objetivo de prevenir la aparición de esta patología, se debe de evitar la inclusión de la miel en la dieta del bebé menor de 1 año. No debe de untarse en el chupete para mejorar la adaptación del niño al mismo.

Tampoco resulta una buena opción para endulzar los biberones. Es necesario seguir las instrucciones del pediatra en lo que a alimentación infantil se refiere y no salirse de las pautas marcadas. De lo contrario podríamos estarle causando un daño de salud grave al bebé.


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  • Wikstrom S., Holst E., Infant botulism - why honey should be avoided for children up to one year. Lakartidningen, 2017.
  • Rosow LK., Strober JB., Infant botulism: review and clinical update. Pediatr Neurol, 2015. 52 (5): 487-92.

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