Enseñar menos, aprender más: el movimiento que prepara a los niños para la vida

Es posible reducir las horas lectivas y la carga de trabajo de los niños y aun así mejorar sus resultados. Descubre el lema "enseñar menos, aprender más" y sus propuestas educativas.
Enseñar menos, aprender más: el movimiento que prepara a los niños para la vida
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 09 enero, 2023

Tradicionalmente, la escuela ha sido un espacio de transmisión de conocimientos, principalmente, teóricos. Aspectos como las emociones, las actitudes o los valores quedaban relegados al plano de la educación informal y no eran bien atendidos en las aulas. Sin embargo, en el mundo actual, ofrecer un currículum de contenidos no es suficiente: los niños necesitan prepararse para la vida. Es bajo este objetivo que surge el proyecto “Enseñar menos, aprender más”.

Este fue el lema de una reforma educativa implementada en Singapur en el año 2006 con el objetivo de mejorar la efectividad de la enseñanza. Y es que, pasar más horas en el aula y aumentar los contenidos académicos no necesariamente es la mejor estrategia. La clave se encuentra en enseñar a los niños a “aprender a aprender” y en hacer un buen uso del tiempo que pasan en el centro educativo.

Enseñar menos, aprender más, ¿en qué consiste esta propuesta?

Aunque suene paradójico, realmente es posible enseñar menos y aprender más. Esto se ha reflejado en evaluaciones llevadas a cabo para comparar los sistemas educativos propios de diferentes países, como por ejemplo el informe PISA. En España, los estudiantes pasan en las aulas considerablemente más tiempo que la media europea y, sin embargo, sus resultados no son los mejores.

En cambio, en otros países como Finlandia o Corea del Sur los docentes imparten menos horas de clase al año y sus sistemas educativos son de los que mejor puntúan. Las horas lectivas pueden reducirse si se pone el énfasis en que sean bien aprovechadas y en que tengan un auténtico significado para el aprendizaje. En definitiva, lo que se busca es hacer la enseñanza más eficiente y óptima.

La filosofía “enseñar menos, aprender más” busca no cargar a los menores con tareas extraescolares, sino que el aprendizaje sea en la escuela al mejorar la calidad de los contenidos.

Menos carga de trabajo

Reducir los contenidos curriculares y la carga de trabajo de los estudiantes es una de las premisas. De ese modo, se opta por no sobresaturarles con información ni con tareas escolares ni extraescolares. En cambio, se trata de hacer una buena selección de los contenidos.

Flexibilidad

Las escuelas han de alinearse hacia unos objetivos comunes, pero cada aula y cada docente cuenta con la libertad y la flexibilidad para innovar en cuanto a qué y cómo se enseña. Así, la pedagogía puede adaptarse a las necesidades particulares de cada grupo de niños.

Buenos docentes

Es importante realizar una buena selección de los docentes y dignificar su labor. Escoger a los mejores y dotarles de recursos suficientes para llevar a cabo su trabajo es fundamental. De este modo, al saber que los maestros cuentan con las aptitudes necesarias, se garantiza que el aprendizaje se produzca eminentemente dentro de las aulas, que es lo óptimo.

Atención a las emociones

Las emociones se tienen en cuenta como clave crucial en el proceso de aprendizaje. Para esto, se han de crear ambientes positivos y estimulantes en las aulas, que favorezcan el entusiasmo y el interés y que permitan a los alumnos disfrutar de su proceso.

Bajo el lema “enseñar menos, aprender más”, se busca motivar a los estudiantes, seducirlos y despertar su curiosidad y sus ganas por aprender.

Metaaprendizaje

Como decíamos, la clave principal en la propuesta “enseñar menos, aprender más” es enfocarse en ayudar a los niños a “aprender a aprender”. Así, no se trata tanto de ofrecer contenidos particulares de asignaturas concretas que en poco tiempo quedarán obsoletos. Por el contrario, se busca dotarles de las herramientas y recursos personales para poder continuar con el aprendizaje durante toda su vida.

Bajo esta premisa, se pone el énfasis en desarrollar aspectos como los siguientes:

  • Inculcar valores y actitudes útiles y funcionales.
  • Desarrollar el pensamiento crítico, la capacidad de análisis y la habilidad para argumentar.
  • Generar, desarrollar o adquirir sus propias estrategias de aprendizaje, que puedan generalizar a diferentes contextos y utilizar siempre que sea necesario.
  • Favorecer la creatividad, la originalidad y la capacidad para encontrar soluciones innovadoras a diferentes problemas.
  • Priorizar la motivación para aprender y la orientación al logro, de forma que los estudiantes disfruten de aprender y continúen haciéndolo más allá del período escolar.
  • Trabajar la tolerancia a la frustración, la perseverancia y la resiliencia.
  • Construir una buena autoconfianza y autoestima.
  • Formar estudiantes autónomos que sepan desenvolverse por sí mismos y no solo acatar órdenes y directrices.

Preparar a los niños para la vida

En suma, este lema logra que los docentes enseñen menos horas y los alumnos pasen menos tiempo de estudio, pero que los resultados sean muy superiores. Y es que se invierte en calidad de la enseñanza y se emplean métodos de gran rigor para hacerla más eficiente. Así, los beneficios se observan en los resultados académicos y en la satisfacción durante el período escolar. Pero, además, se prepara a los niños para la vida.

Si décadas atrás era común obtener un empleo y mantenerlo de por vida, hoy en día el entorno es cambiante, incierto y cada vez más exigente. Esos alumnos, al crecer, tendrán que hacer frente a situaciones novedosas para las que no se les ha preparado específicamente en el colegio. Sin embargo, contarán con la actitud, los valores y las estrategias personales para poder desenvolverse en ellas. Esta es realmente la verdadera ganancia y el gran objetivo.


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  • Arellano, A. B., Wong, J., & Gopinathan, S. (2015). Desarrollo profesional docente en Singapur: describiendo el panorama. Psychology, Society & Education7(3), 423-441.
  • Forés, A., Gamo, J. R., Guillén, J. C., Hernández, T., Ligioiz, M., Pardo, F., & Trinidad, C. (2015). Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la neurociencia. Barcelona: Plataforma Editorial.

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