Cómo educar en la no violencia

A pesar de que la violencia se encuentra muy presente en nuestras vidas, existe un arma poderosa contra ella: la educación.
Cómo educar en la no violencia
Natalia Cobos Serrano

Escrito y verificado por la educadora social Natalia Cobos Serrano.

Última actualización: 06 noviembre, 2019

Por desgracia, la violencia ha estado, y sigue estando, muy presente en todas las sociedades humanas a lo largo de la historia. No obstante, tal y como en su día dijo Edward James Olmos, la educación es la vacuna contra la violencia. Dicho esto, sigue leyendo y descubre cómo educar en la no violencia a los más jóvenes.

La educación para la paz para educar en la no violencia

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) define la educación para la paz como un proceso de promoción del conocimiento, las capacidades, las actitudes y los valores necesarios para producir cambios de comportamiento que permitan a niños, jóvenes y adultos prevenir los conflictos y la violencia, resolver conflictos de manera pacífica y crear condiciones que conduzcan a la paz.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) entiende que para educar en la no violencia a los más jóvenes resulta indispensable la formación en convivencia democrática y la inclusión educativa.

“A menos que enseñemos a los niños la Paz, alguien más les enseñará la Violencia”.

-Colman McCarthy-

Niño recibiendo golpes y abusos a la salida del colegio.

La inclusión educativa y la convivencia democrática como pilares de una cultura de paz

Respecto a la inclusión educativa, la UNESCO aprecia la diversidad como pilar de una cultura de paz. Dicho esto, ¿cómo se desarrolla y estructura la educación inclusiva?

Para empezar, la educación inclusiva debe tener como fin aprender a convivir con lo diferente. Es un hecho que nuestras sociedades y, por lo tanto, nuestras escuelas, han cambiado, y la diversidad es una realidad en nuestro día a día. En vista a esto, debemos saber gestionar esta diversidad y educar a las nuevas generaciones en la riqueza y el respeto a las diferencias.

“Educar en la igualdad y el respeto es educar contra la violencia”.

-Benjamin Fanklin

Por otro lado, debemos saber identificar y eliminar las barreras a las que se enfrentan aquellos estudiantes en riesgo de exclusión social, buscando la participación de todos ellos.

En cuanto a la convivencia democrática, el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad de México entiende que, a la hora de educar para la convivencia democrática, deben entrar en juego una serie de elementos:

  • Participación. Según el INIDE, debemos crear las condiciones para que las niñas y niños conozcan sus derechos, los ejerciten y ejerzan en su vida cotidiana.
  • Ciudadana. Favorecer que los niños tengan un espacio en la sociedad como ciudadanos, es decir, que sean sujetos activos que no solamente sepan conocer sus derechos, sino que también asuman sus obligaciones; siendo corresponsables en la construcción del bien común para crear una sociedad democrática.
  • Trabajo en equipo. INIDE entiende como necesario el trabajo en equipo, ya que lo define como la suma de esfuerzos para el logro de un objetivo común. Es decir, se trata de una capacidad que implica trazar objetivos comunes para llegar a acuerdos, asumir tareas orientadas en la misma dirección, etc.
  • Autonomía. En otras palabras, la importancia de enseñar a los niños a autodirigirse por normas interiorizadas, otorgándoles sentido y significado y, en consecuencia, que comprendan que dichas normas acordadas contribuyen a regular la vida social.
    Educar en la no violencia es la clave.

Ideas para educar en la no violencia

  • Educación emocional. Es decir, enseñar a los más pequeños a conocer y comprender sus emociones resulta fundamental para ayudarles a saber cómo tienen que gestionar emociones complejas como la ira. El role-playing y las actividades de cómo escuchar y responder a los demás son algunos ejemplos que enseñan a los jóvenes a resolver los problemas sin recurrir a la violencia.
  • Educar en el diálogo. Resulta esencial en la educación en la no violencia enseñar a niños y adolescentes habilidades de resolución de conflictos. En otras palabras: enseñarles que el diálogo, la mediación y la negociación son las únicas armas que conducen a la paz.
  • Favorecer la confianza. Mostrar la importancia de la confianza mutua facilita mantener abiertas las líneas de comunicación, lo cual resulta esencial a la hora de prevenir la violencia.

Concluyendo, debemos saber educar y conducir a los más jóvenes hacia una cultura de paz y no violencia a través de estrategias de resolución de conflictos, gestión de emociones, autonomía y participación, además de enseñarles el valor de una sociedad libre de violencia y conflictos.


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