La educación se adquiere en la academia, pero las buenas costumbres inician en casa

Los padres somos los principales educadores de nuestros hijos, pues en nuestras manos está enseñarles los valores y principios que queremos para sus vidas.
La educación se adquiere en la academia, pero las buenas costumbres inician en casa

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 noviembre, 2021

En ocasiones, parece que a muchas personas se les olvida que la educación y las buenas costumbres tienen su origen en la casa. Se educa en valores y principios desde la infancia y tanto la escuela como la familia tienen la responsabilidad de fomentarlos.

La educación es un factor tan importante en la vida de las personas que, según su comportamiento y trato con los demás, se pueden encontrar o perder oportunidades. Muchos son los casos que lo pueden demostrar, sin embargo, de lo que no quedan dudas es que la casa es la primera escuela de todos los niños. Veamos cómo se fomenta y se nutre este proceso en los niños.

La educación y las buenas costumbres inician en casa

Criar niños felices y con buenas costumbres es una cuestión de límites. Además, también debemos cuidar de su bienestar con el mismo amor y respeto que ellos deberán devolverle al mundo. Y es que estos son valores que jamás pasan de moda.

Es probable que hayas escuchado decir que los derechos de una persona terminan en donde comienzan los del otro. Precisamente, esa es una de las principales lecciones que debemos adaptar para enseñarla a los más pequeños de casa.

Transformar las enseñanzas de acuerdo a la edad de nuestros niños también es importante. La buena comunicación y el lenguaje adecuado nos permitirá darles el mensaje que deseamos. Eso sí, no olvidemos que nuestra mejor herramienta para educar en principios es el ejemplo.

Educar con el ejemplo

No podemos esperar que nuestros hijos actúen de la mejor forma si nuestro comportamiento y el trato que les damos es diferente a lo que esperamos de ellos. Somos el modelo a seguir de los niños, su principal guía y contacto directo con el mundo que los rodea. En este sentido, si queremos que nuestros pequeños obren bien, los que deben dar el primer paso para incentivar esto somos los padres.

Por otra parte, es relevante recordar que mantener la calma, ser pacientes y constantes, son bases primordiales para brindar armonía a nuestros hijos en su proceso de aprendizaje.

No dejes todo en manos de la escuela

Debemos ponernos en acción en torno a la idea de que la escuela no es la responsable de formar a nuestros hijos por completo. Pues no podemos esperar que los niños sean plenamente educados y tengan buenas costumbres si al llegar a la casa no se fomentan los buenos hábitos y les permitimos pasar el resto del día, por ejemplo, frente a una pantalla.

Cada conversación con los niños en el hogar es valiosa y fortalece el vínculo. Esto es fundamental para mantener una buena comunicación y crear un ambiente favorable para su bienestar emocional y su desarrollo como personas.

En este sentido, debemos tener en cuenta que tanto en los aciertos como en los errores debemos reconocer los esfuerzos y rescatar lo positivo de lo vivido. Los aplausos, los elogios, los abrazos y el apoyo son gestos importantes de los padres hacia los hijos. Además, estos son un buen ejemplo de cómo desenvolverse en sus relaciones con los demás.

Cada acción, cada gesto en la cotidianidad serán herramientas para formar a los niños en la generosidad, el respeto y la convivencia. Solo de esta forma lograremos que sean seres humanos valiosos y que apuesten por un mundo mejor.


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