Deja a tu hijo que explore diferentes roles

Deja a tu hijo que explore diferentes roles
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 abril, 2020

El juego libre y el simbólico es una de las mejores actividades en las que puede invertir el tiempo un bebé de dos años. A partir de esa edad los niños y niñas toman conciencia de los géneros y juegan a imitar a los adultos en distintos roles, lo cual les permite desarrollarse en el mundo.

El juego de roles, el cual se trata de jugar como si fueras un bombero o una mamá, es muy común en niños de entre 2 años hasta los 6 años aproximadamente.

Este juego consiste básicamente en que los niños y las niñas imiten las conductas de los adultos, sobre todo de los que se encuentran a su alrededor o los que ven en los dibujos animados o en el maternal.

Deja a tu hijo que explore diferentes roles como cocinero, bombera, mecánica, policía, papá, mamá, bebé o monstruo durante el juego.

También deja que explore todas las profesiones e intenta no intervenir demasiado en su juego –este debe ser libre-, pues no hay nada de malo en que una niña juegue a ser mecánico de trenes, por ejemplo.

Al hacerlo, puede estar asumiendo una identidad masculina si dice que es “un papá mecánico de trenes” o puede estar asumiendo una identidad femenina que se ve en el futuro como a una mujer que es mecánico de trenes. Eso no es lo más importante, pues lo que debes recordar es que los dos casos le enseñan a ponerse en el lugar de otra persona.

Además de estructurar la visión que tiene del mundo, el juego de roles le ayuda a desarrollar habilidades sociales, a crear y respetar reglas,  e incluso probar distintas soluciones a situaciones que vive en su día a día. Jugar a explorar distintos roles, es una manera natural de aprender, ya que el juego libre es como una especie de laboratorio en el que tu hijo aprende cómo manejarse en el mundo.

La riqueza de los juegos, riqueza de roles

Los adultos podemos brindarle riqueza a los juegos y a la educación en general de nuestros hijos. Y una buena manera de hacerlo es brindarles diversidad de roles, esto les ayudará a encontrar el modelo que mejor se ajuste a su personalidad. La riqueza de roles también hará que su mentalidad sea más abierta, lo cual le ayuda a entender mucho más a los demás.

Como mamá o papá puedes ofrecerles diferentes tipos de juguetes sin que en ello exista una distinción guiada por estereotipos como “los hombres son los que trabajan”. Al poder jugar sin críticas ni estereotipos les permites aprender que pueden realizar diferentes tareas o roles, sin que ello afecte su identidad de género, pues por ejemplo: mamá puede conducir un vehículo, papá puede cocinar y ambos pueden tener un empleo o profesión y desarrollar un arte.

También puedes ayudarle a reflexionar con algunas preguntas de curiosidad. Al hacerlas, trata de hacerle ver a tu hijo que hay muchas opciones en el mundo; así si por ejemplo, él dice: “Voy a ser como papá que maneja”, pregúntale si no ha visto a alguna mujer manejando.  Hacerle algunas preguntas que lo pongan a pensar es una buena manera de aleccionar. ¡Ya te sorprenderás con sus respuestas!

Este punto es muy importante: Debes respetar sus elecciones de juegos y de roles. Al hacerlo se sentirán valiosos por sí mismos, no por sus decisiones, es decir, sabrán que está bien equivocarse.

El aprendizaje por exploración tiene sus etapas

Entre los dos años y tres años de edad, los niños aprenden a identificar categorías sociales de género, raza-etnia, edad, profesión… Estas categorías, en principio, lo ayudarán a identificarse a sí mismo y a las personas que lo rodean. Con el tiempo va a aprender cuáles roles son permanentes y cuáles pueden ser modificables.

A esa edad, tu hijo comienza a ser capaz de categorizarse y categorizar a los demás dentro de un género. Ya también conocen, nombran e identifican sus genitales. Y es común oírles decir algo parecido a “Juan tiene pene y yo tengo vulva”. Ya luego, a los cuatro años, comienzan a estar pendientes de los roles típicamente ligados a cada sexo, estereotipos sexuales.

A ellos, estos estereotipos les ayudan a diferenciar las características de cada sexo y a comportarse en función con el género con el que se identifican. También a esa edad aprenden el concepto de estabilidad de género, ya saben que el género se mantiene estable a lo largo del tiempo.

Imagen de portada cortesía de Bessi


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