Criar a tu hijo en casa de tus padres

Depende de cómo lo encares, criar a tu hijo en la casa de tus padres puede ser sumamente beneficioso o extremadamente perjudicial para cada integrante de la familia. Conoce las ventajas y desafíos que supone la crianza de tu bebé con sus abuelos.
Criar a tu hijo en casa de tus padres
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 febrero, 2020

Seguramente imaginaste salir del hospital con tu bebé en brazos y dirigirte a tu propia casa. Sin embargo, volviste al hogar que compartes con tu familia para criar a tu hijo. ¿Es posible una convivencia pacífica? ¿Qué ventajas y desafíos se presentan con esta situación?

También puede que la cantidad de tiempo que tengas que pasar fuera sea la razón principal por la que tienes que recurrir a tu familia o la de tu pareja para que te ayuden a criar a tu hijo. Por eso, dependiendo de cómo los abuelos se hagan cargo de los niños, esta relación puede ser beneficiosa o perjudicial.

Es sabido que tener a mano a tus padres y suegros para el cuidado de tu bebé es una opción cómoda, segura y barata. Además, todos podrían beneficiarse si saben sobrellevar esta circunstancia, pero para que las relaciones al interior del hogar no se desgasten es menester que todos sean cuidadosos, comprensivos y pacientes.

De esta manera, en este artículo trataremos un tema que posiblemente requiera de una buena dosis de reflexión por parte de muchas mujeres que dependen exclusivamente de la ayuda de las abuelas y abuelos para el cuidado y la educación de los hijos.

Criar a tu hijo en casa de tus padres, reflejo de una nueva sociedad

En las sociedades modernas, la mayoría de las mujeres son trabajadoras o estudiantes por lo que tienen la necesidad de recurrir a sus madres o suegras en pos de recibir ayuda a la hora de hacerse cargo del cuidado de los niños durante su jornada laboral o académica.

No obstante, el hecho de dejar a tu hijo en manos de otra persona, aún siendo de gran confianza como cualquier familiar cercano, suele representar para cualquier madre una verdadero sacrificio, si bien una intenta hacer foco en el fruto de ese esfuerzo: el futuro que podremos garantizar a nuestros pequeños.

Por ese motivo, aunque amas criar a tu hijo, debes dejar religiosamente a tu nene en la casa de esas señoras con más experiencia por un par de horas. Es así que el chiquillo puede acostumbrarse a pasar más tiempo con sus abuelos que con sus propios padres, lo que influye indefectiblemente en su educación y formación.

Consecuentemente, algunas madres sienten que sus chicos escapan a su autoridad en pos de adoptar moralmente al abuelo o abuela como el responsable directo de sus vidas, por lo que ofrecen su obediencia. Así, los mayores llegan a sentirse los verdaderos padres de los nietos que cuidan.

Ventajas

  1. Se refuerzan los lazos familiares ya que el niño se acerca a sus abuelos.
  2. A través de historias y anécdotas, tu hijo aprenderá las tradiciones y costumbres familiares.
  3. El niño puede adquirir el gusto por otros pasatiempos, como juegos didácticos.
  4. El pequeño reforzará el hábito del estudio y dedicará mayor tiempo a sus deberes escolares.
  5. Los chicos pueden confiar con un adulto de confianza para compartir inquietudes y sus abuelos tienen la experiencia, sabiduría y paciencia para escucharlos y aconsejarlos.
  6. Al ser un nene amado por sus abuelos, podrá formar recuerdos significativos imborrables con ellos.

Desventajas

  1. Los abuelos son consentidores y a veces se les escapan detalles referidos a la educación, la conducta y los límites, así como también hábitos saludables.
  2. El niño puede adquirir hábitos y costumbres indeseadas.
  3. Puede suceder que el niño comience a sentirse más a gusto con sus abuelos que con los padres, evitando estar con estos últimos y pidiendo en exceso estar con tu familia.
  4. Los desacuerdos referidos a la crianza del niño suelen ocasionar roces, discusiones y peleas entre familiares.
  5. No hay unificación de criterios en torno a lo aceptable y lo no admisible en el comportamiento del chico, así como también no se establecen límites claros para el chico.
  6. Se produce una crisis de autoridad paterna en tanto que quienes “mandan” son los abuelos.
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¿La abuela tiene poder de decisión con los hijos de sus hijos?

¿Debemos acatar, sin posibilidad de objetar, las órdenes de la abuela cuando cuida a nuestro hijo?. Porque el niño que queda bajo su cuidado solo sabe que papá y mamá no estarán en todo el día y, por lo tanto, deben obedecer a los abuelos.

Sin embargo, la pregunta es: ¿Qué debemos hacer las madres si apreciamos detalles que no nos agradan a nivel crianza y educación? Por supuesto, esto conlleva una serie de conflictos emocionales y fricciones familiares, puesto que las abuelas entienden que tienen potestad para imponer su voluntad a hijos y nietos.

Con esa postura, lo único que hace es dejar a sus propios hijos totalmente desautorizados a la hora de ejercer sus derechos y responsabilidades de padres, lo cual es triste, lamentable y doloroso puesto que en ocasiones algunos abuelos llegan a poner a los hijos en contra de los padres.

Por eso, a la hora de elegir la mejor forma de criar a tu hijo, cuestiónate y analiza previamente: ¿Es absolutamente necesario y prudente que el niño crezca en la casa de tus padres?. ¿Será peor el remedio que la enfermedad o puedes sobrellevar la situación en conjunto y positivamente?

El abuelo que resta autoridad a los padres

¿Perteneces a una familia en la que tu madre o suegra considera -de manera errónea- que tiene más derecho que tú a la hora de criar a tu hijo? Esto se debe a que esa abuela supone que, por el vínculo con su  nieto, deben cumplirse sus órdenes al pie de la letra y respetar a rajatabla sus consejos, no siempre convenientes.

Por supuesto, en estas circunstancias y con este tipo de familiares, las consideraciones y preferencias de los padres no tienen importancia, por lo que quedan sin efecto y peso. Queda por descontado que esta injusta situación genera enfrentamientos familiares, así como momentos de ira y angustia.

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A ponerse de acuerdo

Tras la llegada del bebé a casa, la rutina familiar se modifica. El niño llorará exigiendo atención y cuidado, lo que afectará a todos los miembros de la familia. Los tíos protestarán porque no tienen libertad para traer amigos a casa, el abuelo se quejará del llanto y la abuela querrá “adoptar” a la criatura como si fuera suya.

No obstante, estas situaciones son evitables mientras todos sean conscientes de antemano de lo que implica el nacimiento del chiquillo, para lo cual hay que hablar previamente y decidir una reorganización de la casa y de los roles de tus ayudantes, así como lo que efectivamente estarán habilitados para hacer.

La idea es escuchar la opinión de cada uno evitando por todos los medios imponer tus necesidades, ya que todos desearán colaborar de algún modo en esta etapa de tu vida. Ahora bien, hay que saber separar la paja del trigo: ¿Quieren ayudarme o meterse en nuestra vida?.

La importancia de la comunicación de la familia

Recuerda; el diálogo, la comunicación y el respeto son caminos para explicar a tiempo cómo quieres criar a tu hijo y para establecer límites a tu familia a fin de que no interfieran en lo que no quieres. Pero no olvides que los abuelos pueden dar consejos que no deseas recibir, mas lo harán con buena intención.

Claramente, cuando compartes hogar no es fácil definir hasta qué punto deseas que los abuelos intercedan en la crianza intentando ayudarte a solucionar dificultades. Esto no es bueno ni malo, pero debes ser consciente de que si permites que los abuelos críen al chico, más adelante será complejo volver atrás.

El secreto consiste entonces en escuchar con paciencia esas recomendaciones y aceptar lo que te dicen como sugerencia pero nunca como una orden. Es importante que las decisiones sobre tu bebé la tomes tú explicando que prefieres hacer las cosas de otra manera. Al fin de cuentas, tú eres la madre del pequeño.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.