Es posible que nunca antes te hayas parado a pensar en cómo pude afectar a dos personas adultas en matrimonio la falta de comunicación, y más cuando se tienen hijos. Se crean daños colaterales por culpa de esa falta de entendimiento que puede generar graves secuelas en los niños, pero también en los adultos.
La siguiente situación es posible que te resulte familiar: Un padre intenta transmitir un mensaje de autoridad a un niño y el otro los padres aprovechan la oportunidad para bromear sobre la infantilidad o inutilidad del padre que intenta educar a su hijo. Normalmente, esta escena se muestra en reiteradas ocasiones en series de televisión como si fuese un chiste.
La razón por la que nos reímos de este chiste una y otra vez es porque refleja la tensión que, a menudo, sentimos en nuestras propias situaciones familiares. Pero el problema reflejado en el chiste puede ser una de las amenazas más serias para una crianza exitosa.
Un problema de comunicación más profundo
Cuando la situación comentada más arriba sucede, los niños pueden comenzar a ver a uno de los progenitores (normalmente el que es víctima de los ataques) como menos inteligente y menos capaz de tomar buenas decisiones. Eso, sin duda, tendrá un efecto negativo en la familia.
Este tipo de mensajes de comunicación tienen un impacto negativo en todo el sistema familiar. Existe una conexión entre el comportamiento de actuación en los niños y el desacuerdo de los padres. El problema no es que los padres tengan desacuerdos y falta de comunicación sobre la crianza de los hijos, sino cómo se expresan esos desacuerdos frente a los niños.
¿Es una señal de un problema de comunicación más profundo? Los padres no están de acuerdo, y esta es una experiencia normal en las relaciones familiares.
Es el estilo y la intensidad de estos desacuerdos lo que nos dice si existe o no un problema más grave. Cuando el estilo de desacuerdos socava los esfuerzos de los otros padres o la intensidad es extrema y crea fuertes preocupaciones o tensiones familiares, entonces, hay pistas de que los padres deben lidiar con la situación.
Causas subyacentes a la falta de comunicación que acaban siendo consecuencias
¿Cuáles son algunas causas subyacentes comunes de problemas de comunicación entre los padres? Te contamos algunas de ellas a continuación, puesto que estas causas, cuando no se trabajan, acaban siendo consecuencias de la falta de comunicación en los propios padres:
- Hostilidad inexpresada. La tensión se acumula naturalmente en una relación matrimonial, pero algunas parejas no tienen las herramientas o habilidades para aliviar esa tensión a través de la comunicación normal.
- Estrés. Algunos padres tienen estrés y tensión adicionales por criar a un niño con diferencias de desarrollo o comportamiento. Cuando la tensión no se expresa, no desaparece, a pesar de que a menudo nos decimos que podemos olvidarlo. En cambio, aparece cuando el otro padre podría necesitar apoyo, por ejemplo, cuando necesita el respaldo del otro progenitor.
- Resentimiento. El resentimiento inexpresado en esta situación se convierte en un desprecio o se usa para sabotear el esfuerzo de los padres para tratar el problema de un niño.
- Necesidad de control. En algunas situaciones, encontramos que los padres usan el desacuerdo o la comunicación parental para ejercer control sobre el otro padre. Las madres o los padres con una gran necesidad de control pueden haber tenido experiencias en el pasado que les causan una ansiedad extrema si no tienen el control.
Otras consecuencias que se deben considerar…
Además de lo citado anteriormente, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- En lugar de enfrentar estos sentimientos, un padre puede tratar de controlar a todos a su alrededor. Como resultado, los niños no experimentan a sus padres como cooperativos y, a menudo, ven a uno de los padres como el “jefe” y al otro padre como parte del grupo de niños, y malinterpretan las intenciones del otro padre. A veces, la causa de las señales de crianza confusas provienen, simplemente, de que el padre no comprende la razón del otro progenitor. En la mayoría de las situaciones, los padres sopesan los factores que consideran más importantes en la toma de decisiones. Pero, como no somos lectores de la mente ajena, el otro padre puede no ver el mismo conjunto de factores.
- Poco tiempo. Mezcla a esto la realidad de que a menudo hay poco tiempo para hablar sobre las reacciones de los progenitores en los momentos posteriores al comportamiento de un niño. El resultado es la confusión sobre las motivaciones de los otros padres.
- Un ambiente familiar emocionalmente perjudicial. En algunas situaciones, el entorno familiar parece emocionalmente peligroso o perjudicial para los niños. Las familias que enfrentan la violencia, las diatribas verbales y las peleas de gritos, o las drogas y el alcohol, probablemente, llevarán a los padres a “ocultarse”. Hacen esto para intentar reparar el daño que perciben que el otro padre ha causado. Los padres, a veces, recurren a esta estrategia cuando sienten que ellos mismos están atrapados en la situación o no están dispuestos a romper la situación familiar para lidiar con el comportamiento dañino.